EU debe resolver parálisis ya; efectos tendrán alcance global: FMI

Dinero
/ 29 septiembre 2015

"El cierre del gobierno es ya de por sí malo, pero un fracaso al elevar el techo de la deuda será mucho peor", advirtió Christine Lagarde.

Washington.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, urgió hoy a Estados Unidos a resolver "lo antes posible" la crisis que ha llevado al cierre administrativo de su gobierno y que amenaza también con llevar al país a impagos porque, dijo, las consecuencias tienen alcance global.

"El cierre del gobierno es ya de por sí malo, pero un fracaso a la hora de elevar el techo de la deuda será mucho peor y podrá dañar gravemente no sólo la economía estadunidense, sino toda la economía global", dijo Lagarde en la Universidad George Washington, donde pronunció hoy su tradicional discurso previo a la reunión anual del FMI y el Banco Mundial, que comienza la semana próxima.

Es clave por ello que Washington resuelva esta crisis por lo tanto "lo antes posible", subrayó Lagarde.

Las palabras de la jefa del FMI se conocen cuando Estados Unidos entra en su tercer día de cierre administrativo del gobierno y sin visos de solución tras el fracaso la noche anterior de un último intento de la Casa Blanca por acercar a republicanos y demócratas enfrentados en el Congreso.

Cientos de miles de funcionarios seguían hoy sin poder acudir a su puesto de trabajo -y sin recibir su salario- mientras monumentos, parques y hasta servicios clave del país permanecían cerrados por tercera jornada, en tanto que crece la indignación por el impasse en el Capitolio.

Ahí, demócratas y republicanos siguen negándose a hacer concesiones en sus demandas, lo que ha llevado a un empate virtual que, según expertos -como el propio FMI-, tiene todo el potencial de provocar una crisis mucho más allá de las fronteras estadunidenses.

Y es que a la batalla por la financiación del gobierno se une la inminente negociación para elevar el techo de la deuda. El Departamento del Tesoro ya ha advertido de que Estados Unidos se quedará sin dinero para pagar sus deudas alrededor del 17 de octubre, por lo que, a menos que eleve su techo de la deuda, podrá caer en impagos.

En el trasfondo esté el intento republicano, impulsado por un sector minoritario pero muy poderoso en las bases del partido, el ultraconservador Tea Party, de obligar al gobierno de Barack Obama a ceder y hacer alguna concesión, aunque sea ya sólo un retraso en su puesta en marcha, en la reforma sanitaria aprobada durante su primer mandato.

Algo a lo que los demócratas se niegan en redondo, afirmando que no sólo es una ley refrendada una y otra vez -por las urnas y hasta por la Corte Suprema-, sino que, afirman, si ceden ahora ello, se podrá convertir en un elemento de constante chantaje político cuando aún les quedan varios años de gobierno y muchas negociaciones pendientes.

Mientras que los republicanos de la Cámara de Representantes, donde son mayoría, exigen alguna concesión para negociar la financiación del gobierno y por tanto su reapertura, los demócratas y la Casa Blanca reclaman primero que se solucione la crisis antes de sentarsea hablar de temas más amplios.

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