Christine Lagarde, una dama que gusta del conservadurismo
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Es la candidata con más posibilidades de dirigir el Fondo Monetario Internacional; tiene abierto un proceso judicial por abuso de poder
CIUDAD DE MÉXICO.- Abogada y ministra de Finanzas de Francia, Christine Madeleine Odette Lagarde, es hoy por hoy la mujer en boca de Europa, debido a su candidatura para convertirse en la primera mujer en dirigir el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Nacida en París el primero de enero de 1956, su trayectoria se ha caracterizado por la ruptura de esquemas.
Su nombramiento como directora de la firma legal estadunidense Baker & McKenzie en 1999 la colocó como la primera mujer en ese puesto, paradigma que ha alcanzado en cargos subsecuentes, como el de ministra de Finanzas de Francia, su actual puesto desde 2007.
Asimismo, Lagarde, trabajó como pasante en el Capitolio de los Estados Unidos, como asistente del congresista William Cohen.
En esta misma tendencia, la abogada ahora se perfila como la favorita y primera mujer a ocupar la dirigencia del organismo encargado de la salud de las finanzas mundiales: el Fondo Monetario Internacional.
Con una carrera en administración pública como ministra de Agricultura y Pesca, al igual que como ministra de Comercio del gobierno francés, el 25 de mayo de 2011 Lagarde anunció su candidatura oficial para el cargo del FMI después de que, el también galo, Dominique Strauss-Kahn, dimitiera a la dirigencia al ser culpado por delitos sexuales.
El hecho puso a Lagarde en la mira del ojo público para el cargo vacante, mismo que, por tradición, lo encabeza un europeo.
Sin embargo, debido a la creciente importancia de las economías emergentes, hoy la francesa rivaliza con el mexicano y director del Banco de México, Agustín Carstens.
La contienda por esta dirigencia, además de topar al viejo mundo con un representante de las economías emergentes, representa un encuentro de géneros, en el que Christine Lagarde se encuentra a la cabeza por el respaldo obtenido de países como Alemania y China, dado su enfoque prioritario en crear estrategias para la reestructura de las finanzas de la zona euro con acciones, como políticas fiscales y solidaridad de la Unión Europea a favor de las naciones más convulsionadas por la crisis económica como Grecia y Portugal.
De esta manera, la también madre de dos hijos, se perfila como la primera mujer con posibilidades reales de dirigir dicho organismo monetario.
Sin embargo, bajo el éxito de su carrera, Lagarde se encuentra bajo una investigación judicial por supuesto abuso de poder en la decisión de paliar una demanda entre el francés y ex director de Adidas, Bernard Tapie, y el banco Crédit Lyonnais, por supuestos daños en la transacción de la firma deportiva en 1993.
El fallo concedió un pago por 285 millones de euros al empresario y simpatizante del gobierno de Nicolas Sarkozy.
Tapie fungió como ministro de Servicios Urbanos en la administración federal francesa, y enfrentó un encarcelamiento por espacio de siete meses por ilícitos referentes a apuestas.
Sin embargo, fue redimido al simpatizar con la administración de Sarkozy.
De acuerdo con un artículo publicado por el rotativo inglés The Guardian el 11 de mayo de 2011, la ministra ordenó en 2007 un panel especial de abogados para juzgar a Tapie, misma corte que en 2008 falló a favor del ex ministro y concedió el millonario pago por daños.
El ala conservadora francesa, de la cual Lagarde forma parte, culpó a la actual ministra de Finanzas de auspiciar la decisión de un fallo fuera de la corte en el que se beneficiaría a un particular dañando las finanzas públicas.
Lagarde sostiene que su decisión no influyó en beneficio de particulares.
El "Caso Tapie" se mantiene en la mesa, debido a que la corte francesa decidió aplazar la decisión sobre si investigar formalmente a la ministra de finanzas hasta el 8 de julio.
A la par, distintos diarios y representantes del gobierno galo destacan a la abogada como la más carismática y competitiva funcionaria dentro de la administración de Sarkozy, además de apuntar sus habilidades como mediadora y, su acercamiento con Estados Unidos, el cual fue fundamental durante la crisis económica de 2008 para negociar capitales de rescate y mantener a flote las finanzas de su país.
En 2004 se alzó como presidenta del comité estratégico mundial, y abandonó esa labor un año después para entrar en el gobierno del entonces presidente francés, Jacques Chirac, como ministra delegada de Comercio Exterior.
"Dejé hace seis años y medio mi feliz vida profesional estadunidense para ponerme al servicio del país", declaró a mediados del mes pasado para dejar claras sus motivaciones a la hora de incorporarse a la vida política.
Con esa declaración buscaba también alejarse de un asunto que amenaza con manchar su currículum, el supuesto abuso de autoridad cometido en la indemnización al empresario Bernard Tapie por la venta de Adidas en 1992, y sobre el que la Fiscalía francesa pidió la apertura de un procedimiento contra ella para investigarlo.
La francesa de 55 años, quien fuera nombrada como la mujer más poderosa, número diecisiete en general, a escala mundial por la revista Forbes durante 2009, estará a la espera de la resolución final de la junta del Fondo Monetario Internacional (FMI), que elegirá a su director gerente el próximo 30 de junio.
En la reciente crisis económica, Lagarde se ganó el respeto de los mercados y ayudó a promover la influencia negociadora de su país en el G-20.
El diario británico Financial Times la eligió la mejor ministra de Finanzas de Europa en 2009.
Tras la detención y renuncia de Dominique Strauss-Kahn, la canciller alemana Angela Merkel aseguró que "aprecia mucho a la ministra de Finanzas francesa", lo que se interpretó como un espaldarazo para que Lagarde encabece el FMI.
En un tono más directo, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi consideró que Lagarde representa una "óptima opción" para dirigir el Fondo Monetario Internacional.