Ruba: Una historia que se construye juntos
Durante su 45 aniversario y 25 años de presencia en Saltillo, la empresa destacó que su verdadero motor son las personas que, día a día, construyen más que viviendas: construyen comunidad
Grupo Ruba celebró su 45 aniversario como empresa y 25 años de presencia en Saltillo con una jornada íntima, emotiva y significativa. Más allá de los números, el festejo fue un espacio para reconocer el trayecto compartido, la entrega diaria de cada colaborador y la visión que ha mantenido unido al equipo durante más de dos décadas.
La celebración comenzó con una misa, en la que se agradeció por los años de trabajo, por la confianza de las familias que han hecho suyo este proyecto y por el esfuerzo de quienes, desde distintas áreas, sostienen día a día el propósito de construir comunidad. Luego vino la fotografía grupal: un registro simbólico del tiempo y los rostros que han acompañado esta historia.

PALABRAS CON MEMORIA
Durante el discurso, el arquitecto Fernando Laredo, director de Ruba Plaza Saltillo, recordó cómo hace 25 años, cuando la plaza apenas se fundaba, muchos de los que hoy forman parte del equipo ya estaban ahí.
También compartió su experiencia reciente en Chihuahua, al reencontrarse con don Enrique Terrazas, fundador de la empresa. “No sé si en los 80 él imaginó que daría hogar a más de un millón de mexicanos. Tal vez sí. Pero lo más importante es que la empresa ha crecido con un valor fundamental: las personas que la integran”.
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Fernando destacó que, más allá del nombre o del registro legal, una empresa se construye con lo que no se ve: el compromiso de su gente, su mística, su capacidad de sobreponerse y seguir. “Cada uno de ustedes es parte de esto. No somos una lista ni un número. Somos un proyecto colectivo, y ese es el verdadero legado”.

CRECER DESDE ADENTRO
Por su parte, Andrea García, directora comercial en Plaza Saltillo, hizo una pausa para hablar no solo del equipo, sino de las transformaciones individuales. “¿Cuántas versiones de ti han pasado por aquí? ¿Cuál es la mejor? Y, sobre todo, ¿qué estás haciendo hoy para construir esa versión que quieres ser?”, preguntó.
Su mensaje fue una invitación a mirar hacia adelante, sin olvidar lo recorrido: “estás escribiendo tu historia, y eso también forma parte de lo que somos como empresa”.

UN BRINDIS CON SENTIDO Y CALIDEZ
Al final, el micrófono pasó a manos de colaboradores. Algunos hablaron de su crecimiento profesional, otros compartieron agradecimientos personales. Uno de los mensajes más repetidos fue la disciplina: “hemos cumplido metas bajo el sol, con lluvia o con tierra hasta en el cuello. Sin pretextos. Eso también se celebra”.
Hubo quien recordó su próximo aniversario laboral, quien habló de salud, de familia, y quien, con sencillez, dijo: “gracias a esta empresa, he crecido como persona”.
El brindis no fue por los años cumplidos, sino por los lazos que los han sostenido. Por los logros alcanzados y los que están por venir. Por seguir construyendo, juntos.
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