Pese a ganar muchísimo, nueve empresas disfrutan de $81 mil millones en "impuestos diferidos"
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Esto pese a que en conjunto reportaron ventas por 2 billones 958 mil millones de pesos, cifra equivalente a 52 por ciento del Presupuesto de Egresos. Grupo México, Cemex, América Móvil, Femsa, entre las beneficiadas
Ciudad de México. Sólo nueve grandes corporativos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) concentraron el año pasado 81 mil 70 millones 700 mil pesos en impuestos diferidos, facilidad que otorga la ley para postergar el pago de contribuciones, pese a que en conjunto reportaron ventas por 2 billones 958 mil millones de pesos, cifra equivalente a 52 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2019, que se estima alcanzará 5.6 billones de pesos.
El monto de contribuciones diferidas el año pasado es ligeramente inferior a los recursos destinados a salud hasta el tercer trimestre de este año, cuando alcanzaron 89 mil 471. 5 millones de pesos.
Los informes anuales correspondientes a 2017 entregados a la BMV precisan que Grupo México, la minera más grande del país y la tercera productora de cobre más importante del mundo, reportó impuestos postergados por 31 mil 804 millones de pesos.
Por su parte, Cemex, líder global en producción y venta de cemento, concreto, agregados y otros materiales para la construcción, alcanzó 15 mil 801 millones de pesos en contribuciones diferidas.
En el caso de América Móvil, empresa de telecomunicaciones con presencia en 18 países de América, mantuvo impuestos postergados por 11 mil 997 millones de pesos.
Fomento Económico Mexicano (Femsa), compañía que opera en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Uruguay y Venezuela, con tiendas de proximidad como Oxxo y que comercializa jugos, agua embotellada, bebidas energetizantes y refrescos, entre éstos Coca-Cola, Sprite, Ciel, AdeS, Powerade y el café Andatti, registró 6 mil 133 millones de pesos.
Otras compañías: Walmart acumuló el año pasado 6 mil 87 millones de pesos; Bimbo, 4 mil 682 millones; Grupo Carso, 2 mil 157 millones 700 mil pesos; Maseca, mil 306 millones, y Kimberly Clark, mil 108 millones en impuestos diferidos.
Medidas fallidas
Si bien la reforma fiscal aprobada en 2014 buscó cerrar algunas ventanas en la ley que permitían a las grandes empresas llevar a cabo esas estrategias fiscales, no lo logró en su totalidad, ya que, a la fecha, se siguen registrando por esos grupos empresariales los llamados impuestos diferidos.
Esas nueve grandes empresas registraron en conjunto una utilidad bruta de 766 mil millones de pesos. Su pago de contribuciones fue de apenas 88 mil 661 millones, es decir, apenas 2.99 por ciento de las ventas totales y 11 puntos porcentuales respecto de la utilidad bruta.
En contraste, los impuestos postergados que fueron registrados ascendieron a 81 mil millones de pesos, cifra mayor a la reportada en 2011 (57 mil 908 millones), o sea, antes de la reforma fiscal aprobada en 2014.
Cabe resaltar que el monto de los impuestos diferidos es prácticamente similar al de contribuciones pagadas, lo que en otras palabras significa que por cada peso que pagaron, debido a la existencia de esos tratos especiales, les permitió diferir otro.
Es decir, de no existir dichos tratos especiales la cantidad de dinero entregada al fisco federal habría sido de casi el doble.
Al respecto, Mario di Costanzo, analista financiero, planteó que tiene que apuntarse hacia el incremento de los ingresos públicos, pero sin crear contribuciones ni aumentar las tasas impositivas.
Por ello, subrayó, la alternativa consiste en revisar y derogar algunos regímenes fiscales especiales, los cuales existen en la Ley del Impuesto sobre la Renta y permiten a las grandes empresas y grupos industriales consolidados utilizar esos tratos especiales para pagar menos impuestos de lo que en realidad deberían cubrir.