Se encienden los focos rojos ante la incertidumbre sobre la planta de Tesla en Nuevo León
La baja demanda de autos eléctricos, la escasa información oficial y la aparente cancelación de vacantes hacen dudar del ambicioso proyecto
La planta de Tesla en Nuevo León, inicialmente recibida con entusiasmo y elogios por parte del gobierno local, ahora se encuentra envuelta en una neblina de incertidumbre.
La falta de comunicación por parte de las autoridades gubernamentales, la aparente cancelación de vacantes de trabajo y el declive en las ventas globales de la empresa están generando preocupación sobre el futuro de este ambicioso proyecto.
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El anuncio del CEO de Tesla, Elon Musk, sobre la construcción de una planta en México durante el Investor Day de marzo de 2023, despertó grandes expectativas. Tres meses después, Iván Rivas, secretario de Economía de Nuevo León, detalló en una entrevista con Expansión que la construcción de la nueva gigafábrica de Santa Catarina se estimaba en entre 14 y 16 meses, lo que implicaba que debería estar lista en el tercer trimestre de este año.
Pero diversos “focos rojos” han surgido en torno a este plan.
CAPACIDAD VS DEMANDA
La ralentización en la demanda de vehículos de Tesla ha generado interrogantes sobre la conveniencia de expandir la capacidad instalada con una nueva planta en México.
Desde mediados del año pasado, la demanda de los vehículos de la compañía ha experimentado un declive, lo que llevó a Musk a manifestar, a finales de 2023, la necesidad de ralentizar el proyecto en México. Entonces el CEO de Tesla citó preocupaciones sobre las tasas de interés y temores a una crisis económica similar a la de 2009 como razones para la reconsideración del proyecto.
En abril, Tesla informó que construyó 433 mil vehículos en el primer trimestre del año, pero solo entregó 387 mil, atribuyendo esta disparidad entre los vehículos producidos y los vendidos a la creciente competencia, tanto de marcas chinas como de fabricantes convencionales.
El fabricante de vehículos eléctricos incrementó en un tercio su capacidad instalada en los últimos dos años, con la apertura de dos gigafábricas, en Texas y Berlín, con lo que la decisión de construir una nueva planta en México en un momento de estancamiento en las ventas podría parecer precipitada.
La cancelación de una planta por parte de Ford en México hace siete años, debido a la proyección de una baja demanda para su modelo Focus, mostró que la expansión de la capacidad instalada está intrínsecamente ligada a la demanda del mercado.
Además, Tesla ha reducido sus precios, lo que ha impactado en sus márgenes de ganancia. Aunque la compañía sigue siendo más rentable que los fabricantes de automóviles tradicionales, su capitalización ha disminuido en comparación con el año pasado.
NADA CONFIRMADO
En abril de este año, un informe de Reuters señaló que Elon Musk había cancelado los planes de Tesla para producir un vehículo eléctrico asequible de unos 25 mil dólares en favor del desarrollo de robotaxis autónomos. Aunque Musk posteriormente desmintió esta noticia, la falta de un modelo definido para la planta mexicana ha alimentado las dudas sobre su construcción y calendario.
Finalmente, Tesla eliminó las vacantes que anteriormente estaban disponibles para Nuevo León en su sitio web. Mientras que el año pasado había alrededor de 30 posiciones abiertas, la ausencia total de nuevas oportunidades de empleo sugiere un cambio en la dirección estratégica de la empresa.
Con información de Expansión