Desde hacía tiempo, el pato notaba algo extraño. -¿Quién eres? ¿Por qué me sigues tan de cerca y sin hacer ruido?, preguntó.
—Me alegro de que por fin me hayas visto. Soy la muerte, respondió, y el pato se asustó. Quién no lo habría hecho.
—¿Ya vienes a buscarme?
—He estado cerca de ti desde el día en que naciste... por si acaso.
—¿Por si acaso? —preguntó el pato, que si no se tenía en cuenta quién era, hasta resultaba simpática; incluso, más que simpática.
En este cuento del escritor alemán Wolf Erlbrucch, aborda el tema de la muerte de manera directa y sin romanticismos.
El Pato y la Muerte es un cuento clásico. Considerado uno de los más bellos de la literatura. Y es una muestra de cómo los cuentos pueden representar una forma amorosa de mostrar la vida, con sus dualidades como el amor y el odio. La vida y la muerte. La bondad y la maldad.
La saltillense Victoria Castro tiene más de una década en la investigación y capacitación para la lectura de cuentos. Resultado de ello son las múltiples actividades que ha realizado en México, Estados Unidos y Colombia.
En Saltillo fue una de las primeras promotoras de lectura que implementaron las bebetecas, un término utilizado para los espacios especializados para niños de 0 a 4 años.
Su objetivo principal es fomentar el amor por la lectura desde temprana edad. Aunque la comprensión profunda de los detalles de la historia puede llegar a partir de los 4 a 6 años, el niño disfruta de las palabras desde el principio, y es el adulto quien le da sentido a la narrativa.
Victoria Castro hablo sobre el valor de los cuentos para A La Vanguardia, ya que suelen ser las primeras noticias que una persona tiene del mundo, a través de la voz de la madre o tutores, en la primera infancia.
¿Por qué leerles a quienes aún no saben leer?
Así como el ser humano tiene necesidades fisiológicas de comer, respirar, tomar agua y esto es desde el principio de su vida, también está la necesidad del habla, de la palabra, de escuchar la palabra. Esto se debe a que los seres humanos desde que estamos en el vientre de la mamá desarrollamos el sentido del oído. Entonces, es este el arrullo.
Desde que se está en el vientre de la mamá, la voz es una de las primeras formas en que el ser humano se vincula con el exterior. O sea, las primeras noticias del mundo le llegan al bebé a través de la voz de su mamá, porque es la primera voz que él escucha.
¿Cuáles son las ventajas en que sea la madre quien lea estos cuentos?
El vínculo se fortalece y hay una sensación de seguridad. Al involucrar la voz, se sincroniza con esta relación afectiva que pueden desarrollar, porque es uno de los primeros sonidos con los que el bebé se se identifica. Primero el corazón y luego la voz de la mamá.
Posteriormente el oído se va a desarrollando más y puede escuchar sonidos ajenos a la mamá. Pero en las primeras semanas de vida, por mucho tiempo se está nada más familiarizado con el sonido de la voz de la mamá.
Entonces, se va desarrollando este vínculo ya de por sí natural y ayuda también a desarrollar esta cuestión de seguridad, y la mamá, a su vez, lo conecta con el mundo exterior a través de de los sonidos, de las voces, de las palabras.
¿Cuál es el papel de los cuentos en la vida de los niños?
Son historias que les van describiendo, explicando el mundo, como ping-pong el muñeco, en donde les van narrando lo que van haciendo. O por ejemplo, los arrullos, son las primeras noticias del mundo. Pero sobre todo son experiencias de un mundo triste. Les narran a los niños sobre la crueldad de la vida, pero desde un sentido amoroso.
Tal es el caso de las nanas de la cebolla de Miguel Hernández, que habla de la familia. Se habla de un preso político y le está explicando que su mamá solo come cebolla y la leche es producto de la cebolla. Habla del amor, pero refleja la crudeza de la posguerra española y la pobreza.
¿Son historias muy fuertes para los niños?
En la era moderna, ya son versiones más edulcoradas, más tiernas. Finalmente son historias que escriben el mundo exterior.
Hay quienes dicen que no hay que enfrentarlos de inmediato a la realidad de la vida y ser más suaves. Lo cierto es que todas las historias clásicas por excelencia, han sido así para instruir muestran como es la vida real. Son lecciones, como Hansel y Gretel que se perdieron. Desobedecieron a sus papás. No tenían permiso de comer dulces y se fueron buscando este caminito de dulces. Se perdieron y se pusieron en riesgo.
¿Por qué estos cuentos no tienen finales felices?
Ahora nos llegan versiones más edulcoradas, de Disney, de que hay final feliz y esas películas están inspiradas en historias que no tenían finales felices. Que tenían finales bastante educativos.
Me viene a la mente El Cisne de Roal Dahl que cuenta la historia de unos niños que mataron a otro niño. Y sobre este cuento hay versiones encontradas. Hay quienes piensan que se les da ideas a los niños. Pero la idea es hablar del castigo, del respeto que deben de tener a otros niños.
Es muy importante precisar que estos cuentos no se dejan a la deriva. No hay una censura, porque hay un acompañamiento. Porque no se trata de alejarlos de las noticias, de la crueldad del mundo, pero sí de sensibilizar.
No podemos negar lo que ocurre. No podemos negarles las historias del mundo. Lo que sí podemos hacer es ser buenos guías. Saber orientarlos.
COMENTARIOS