Las papitas callejeras de carrito... Qué contienen realmente y por qué pueden ser dañinas para la Salud

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/ 29 abril 2025

¿Vale la pena el antojo?... Las papitas con salsa, limón y chile son un clásico de la botana callejera, pero su consumo frecuente podría representar un serio riesgo para la salud de millones de mexicanos

En cada esquina, parque o salida de escuela en México, es común ver carritos que venden papitas fritas acompañadas de chile en polvo, salsa líquida, jugo de limón y sal. Su sabor picante y crujiente las hace irresistibles, pero detrás de este antojo popular se esconden múltiples factores de riesgo para la salud, especialmente cuando su consumo se vuelve parte de la rutina.

Aunque culturalmente forman parte del paisaje urbano, cada vez más voces expertas alertan sobre sus efectos negativos, especialmente entre niños y jóvenes, quienes constituyen la mayoría de sus consumidores.

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¿QUÉ CONTIENEN REALMENTE LAS PAPITAS DE CARRITO?

Las papitas de carrito pueden parecer una simple mezcla de fritura y condimentos, pero los ingredientes que se usan habitualmente están lejos de ser inocentes:

• Papas fritas industriales: cargadas de grasas saturadas y sodio.

• Salsas comerciales: contienen altos niveles de sodio, azúcar y conservadores artificiales.

• Chiles en polvo: muchas veces de origen desconocido, con colorantes artificiales y sin control sanitario.

• Jugos de limón embotellado: en ocasiones usados en lugar del limón natural, con conservadores.

• Sal en exceso: que potencia el sabor pero también incrementa el riesgo de hipertensión.

Todo esto convierte a esta botana en una combinación altamente inflamatoria, con bajo valor nutricional y efectos negativos sobre el sistema digestivo, cardiovascular y metabólico.

IMPACTO EN LA SALUD: MÁS QUE SOLO INDIGESTIÓN

Consumir papitas de carrito con frecuencia puede derivar en problemas más serios de lo que se cree. Entre los efectos más comunes, según especialistas en nutrición y salud pública, se encuentran:

• Aumento de peso y obesidad: debido a la alta densidad calórica y el exceso de grasas.

• Hipertensión: por el alto contenido en sodio, tanto de la sal como de las salsas procesadas.

• Problemas gastrointestinales: por el uso de ingredientes contaminados o mal conservados.

• Alteraciones metabólicas: que pueden derivar en diabetes tipo 2 si el consumo es habitual y no se combina con actividad física.

• Riesgo de infecciones bacterianas: por la exposición de los alimentos al aire libre sin medidas de refrigeración ni higiene adecuadas.

DATOS CURIOSOS SOBRE LAS PAPITAS DE CARRITO

• ¿Sabías que...? En un solo bote de papitas con salsa se pueden concentrar hasta 3 mil miligramos de sodio, más del 100% del requerimiento diario recomendado por la OMS.

• Niños en riesgo: Según el Instituto Nacional de Salud Pública, 1 de cada 3 niños mexicanos consume snacks callejeros más de tres veces por semana.

• Temperatura ambiente: Muchos puestos no cumplen normas sanitarias; la falta de refrigeración eleva el riesgo de crecimiento bacteriano en las salsas y los ingredientes.

¿POR QUÉ SIGUEN SIENDO TAN POPULARES?

La respuesta está en una combinación de factores: bajo costo, fácil acceso, influencia cultural y sabor adictivo. Las papitas de carrito no sólo son una botana, sino una experiencia social que forma parte de la infancia de millones de mexicanos. Sin embargo, esto no las exime del escrutinio nutricional que hoy exige una sociedad cada vez más consciente de la salud pública.

RECOMENDACIONES PARA UN CONSUMO RESPONSABLE

Si bien lo ideal es evitar su consumo frecuente, si decides darte un gusto ocasional, puedes seguir estas sugerencias para reducir el impacto:

Prefiere puestos que usen ingredientes frescos y que mantengan prácticas visibles de higiene.

• Pide que usen limón natural y que moderen la cantidad de salsa.

• Evita combinarlas con refrescos u otras bebidas azucaradas.

• No las consumas si han estado expuestas al sol durante horas o si las salsas huelen raro.

• Educa a los niños sobre su consumo moderado y acompáñalos con opciones más saludables.

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HACIA UNA CULTURA DE PREVENCIÓN Y RESPONSABILIDAD

Las papitas de carrito son parte del sabor urbano mexicano, pero también reflejan la necesidad urgente de regular la venta de comida en la vía pública, especialmente cuando se trata de productos dirigidos a niños y adolescentes. Si bien no se trata de prohibir, sí es fundamental fomentar una cultura de consumo informado y saludable.

Recordar que “lo que sabe rico también puede hacer daño” es un paso necesario hacia una sociedad más consciente. Disfrutar de las papitas de carrito no tiene por qué ser un pecado, siempre que se haga con responsabilidad y de forma esporádica.

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