AMLO, de los pocos presidentes de México en no recibir ‘bendición’ del Papa

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El mandatario asegura que ya se le hizo una invitación al Sumo Pontífice para que visite tierras mexicanas.
Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que contempla la visita a México del Papa Francisco; incluso, la invitación ya está hecha, empero, AMLO desconoce si el religioso volverá a pisar tierras mexicanas, como lo hizo el pasado 2016.
“Ya invité al Papa Francisco a venir a México, con el jefe de Estado del Vaticano. [...] siempre va a ser bienvenido. Lo admiro y respeto, y en lo personal lo considero el político más importante del mundo en la actualidad, independientemente de ser el líder religioso del catolicismo”, confesó.
Aun quedan dos años del sexenio de López Obrador y, sin la visita del Sumo Pontífice, podría ser de los pocos presidentes de México en no recibir la bendición de un papa, tradición que comenzó en 1974 y siguió hasta Enrique Peña Nieto, sin contar el sexenio de Miguel de la Madrid, quien tampoco obtuvo una visita desde El Vaticano.
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El mandatario morenista reiteró que el Papa Francisco se encontraba “cuidándose, y hace bien”; a lo largo de este año, los rumores de renuncia del pontífice se incrementaron, así como la gravedad de su estado de salud, lo cual podría impedir su visita al país.
LOS PRESIDENTES DE MÉXICO Y EL PAPA
El primero en comenzar esta “tradición”, fue el Luis Echeverría Álvarez, cuando visitó El Vaticano en febrero de 1974. Su propósito fue agradecerle a Pablo VI su apoyo para la Carta de los Derechos y Deberes Económicos de los Estados.

Enseguida, en enero de 1979, el presidente José López Portillo recibió personalmente al papa Juan Pablo II, en el aeropuerto de la Ciudad de México, así como en Los Pinos, residencia oficial de la presidencia, donde pidió al religioso que oficiara una misa.
La petición causó polémica durante su época, y dejó al expresidente con un sinfín de señalamientos sobre su “capricho”. El historiador Bernardo Barranco señaló que “la comunión tan especial entre Juan Pablo II y los mexicanos cimbró al sistema político” del país.
Cabe destacar que, antes de 1992, estaba prohibido caminar por las calles de México vistiendo hábitos religiosos, así como realizar manifestaciones públicas de fe, sin embargo, luego de entrar en vigor las reformas del artículo 130 de la Constitución, así como la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, se reconoció la personalidad jurídica de los grupos religiosos.

Por segunda y luego una tercera vez, el Juan Pablo II regresó a México, pero en mayo de 1990, cuando visitó a Carlos Salinas de Gortari luego de recibir una invitación suya. Un año después, Salinas visitó El Vaticano y, en esa estadía, el exmandatario aprovechó para pedirle al pontífice que declarara nulas las excomuniones contra Miguel Hidalgo y José María Morelos.
Entonces, El Vaticano revisó el expediente de Manuel Abad y Queipo, obispo de Michoacán que realizó el proceso, y concluyeron que Abad nació fuera del matrimonio, negándole sus derechos de practicar el obispado. Así, las excomuniones quedaron sin efecto.
Luego, en 1993, Juan Pablo II volvió al país y fue recibido por Salinas, donde éste se dirigió a él como “Su Santidad”, por primera vez desde sus encuentros anteriores.
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Algunos años más, en 1999, el pontífice volvió a México, esta vez de la invitación de Ernesto Zedillo; esta reunión fue la primera recepción oficial a un papa, luego de las reformas del artículo 130 de la Constitución.
Juan Pablo II fue recibido en el aeropuerto, acomodado en Los Pinos en su calidad de Jefe de Estado, y despedido con gratitud el 26 de enero.

La última visita de Juan Pablo II a México fue en 2003, cuando Vicente Fox lo recibió en el aeropuerto capitalino y, sin pensarlo, se hincó frente al beato y besó su anillo papal.
La ovación ocasionó que el panista fuera señalado por diversos críticos; gran mayoría, regañó que había sido un acto de “sumisión”, y borraba la línea de laicidad en la política del país. Sin embargo, el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, reiteró que Fox había hecho “uso de su libertad religiosa”.
En abril de 2005, Fox asistió a las exequias de Juan Pablo II.

Fue hasta 2012 cuando un pontífice visitó el país, en este caso, fue el turno del Papa Benedicto XVI, quien ofició una misa el 25 de marzo de ese año, en Guanajuato, y convirtió a Felipe Calderón Hinojosa en el primer presidente en comulgarse en público.
Años antes, en 2007, el pontífice y Calderón se encontraron en el Vaticano, lugar donde el expresidente lo había invitado a visitar el país.
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Finalmente, el actual Papa Francisco llegó a México el 13 de febrero de 2016, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y fue recibido en el Palacio Nacional, dos hechos históricos para el país, pues era la primera visita del beato, así como el único momento en que un Sumo Pontífice fue recibido en el recinto.
“Éste es el México que lo recibe con el corazón y los brazos abiertos. Somos una comunidad que valora la familia; una sociedad solidaria; y una Nación forjada en la cultura del esfuerzo. Su Santidad: sea bienvenido a esta tierra. México lo abraza con cariño”, dijo Peña Nieto.

Con información de El Universal, Milenio y Expansión Política.