Ceder o no ceder el asiento en el transporte público... critican a jóvenes por no darle el lugar a mujer con bebé en brazos (video)
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¿Tu cederías el asiento a una mujer con un bebé en brazos?... jóvenes no lo hicieron y fueron criticados en redes sociales
Hace unos días, se hizo viral en redes sociales un video que fue compartido en TikTok en donde aparece una mujer sosteniendo a un bebé en brazos mientras va en el transporte público mientras que un grupo de jóvenes que están sentados en la misma unidad la ignoran y no le ceden el asiento.
“Juventud estúpida. Hacen como que no la ven”, es la descripción con la que el video fue posteado en TikTok.
La publicación de la mujer generó todo tipo de reacciones en dicha red social, donde los internautas abrieron un debate, señalando que, probablemente, los jóvenes que iban sentados pudieron tener un día difícil en el trabajo, la escuela o ambas.
“Perdón, pero yo trabajo desde temprano y no doy el asiento, yo también lo necesito, voy cansada del trabajo y a veces sin comer”, “No es que sean mal educados, hay gente que se para muy temprano a estudiar, trabajar y también merecen ir sentados, cuando voy demasiado cansada no lo cedo, pero cuando hay oportunidad sin problema, también hay que ponerse en los zapatos de todos”, “Si yo traigo mi bebé y el camión viene lleno, ni madres que me subo, así de fácil”, son algunos de los comentarios que pueden encontrarse en el video.
Aquí les pregunto, ¿qué hubieran hecho ustedes?
Ceder o no ceder un asiento, esa es la cuestión
La buena educación nos enseña a ceder un asiento siempre que sea posible. No es una cuestión de moda si no un gesto de atención y cortesía hacia otra persona. Ceder un asiento es una regla general que contempla cualquier libro de urbanidad, buenas maneras o manual de contenido similar. Es una norma de carácter casi universal: ceder el asiento a las personas mayores, mujeres y personas con ciertas dificultades o alguna discapacidad o minusvalía.
Pero, ¿qué ocurre realmente en el día a día? La ajetreada vida en las grandes ciudades, las prisas, las aglomeraciones, etcétera nos han llevado de forma progresiva al “olvido” de muchos de los buenos gestos de cortesía para con los demás. Entre ellos, está el de ceder un asiento. Un buen asiento se ha convertido en una “propiedad” que nadie quiere ceder ni compartir.
Legalmente, no, hay nada que determine que sea obligatorio ceder el asiento solo quedara a conciencia, aunque hoy en día los pasajeros cuando ven este acto de “injusticia” empiezan a presionar al pasajero que va en el lugar correcto, para que seda su lugar.
Lo ven “injusto” por qué algunos por ejemplo usan el celular, se hacen los dormidos o no, también pensemos que el transporte público lo utiliza un público muy variado, personas que regresan de trabajar, otras de estudiar o algunas que tienen un viaje muy largo hasta su hogar.
Nos podemos poner en la postura de los dos lados, más de una vez no habremos levantado por respeto o costumbre, pero solo uno tiene la obligación de cederlo si está ocupando un lugar reservado el resto del colectivo ya queda a conciencia.