Iglesia Católica sacudida por el uso de aplicaciones para citas gay entre sacerdotes
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El medio católico, The Pillar, publicó artículos revelando que en iglesias de Estados Unidos y en el Vaticano se utilizaban apps como Grindr
Un nuevo escándalo en la pelea cultural entre los simpatizantes del Papa Francisco y sus críticos conservadores destapó un nuevo escándalo sobre el uso de aplicaciones para citas gay entre sacerdotes en iglesias de Estados Unidos y el Vaticano, conmocionó a la Iglesia Católica.
El asunto fue destapado por el medio católico conservador The Pillar, publicando reveladores artículos de prelados usando Grindr, una de las primeras aplicaciones geosociales para homosexuales que se lanzó en iTunes App Store.
“Cuando hay informes como éstos que afirman exhibir las actividades de este tipo en parroquias de todo el país y también del Vaticano es una emergencia de gran escala para los altos jerarcas eclesiásticos”, aseguró el director del programa católico de defensoría progresista, Faith in Public Life, John Gehring.
Los reportes son análisis de datos de celulares obtenidos por este blog parecen mostrar a sacerdotes de diversos niveles de jerarquía católica en encuentros casuales con personas de la comunidad gay de Grindr.
En julio se publicó el primer informe que provocó la renuncia de monseñor Jeffrey Burril, exsecretario general de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.
Días después se publicó otro en línea, en el que se afirmaba que eclesiásticos usaban Grindr en la Arquidiócesis de Newark, en Nueva Jersey, Estados Unidos. No se identificó a las personas ni se especificó a qué rectoría pertenecen.
“Si alguien ha hecho una promesa de celibato o un voto de castidad tiene una aplicación de citas en su celular, puede meterse en problemas”, aseguró el cardenal de Newark, Joseph W. Tobin, en un panel organizado vía Zoom por la Universidad de Georgetown.
“También diría que pienso que hay una ética muy cuestionable detrás de la recolección de datos de personas, bajo la presunción de que tal vez no cumplieron con sus promesas”, añadió.
Más tarde, el tercer informe refería que, en 2018, al menos 32 dispositivos móviles emitieron señales de datos de la aplicación desde la ciudad del Vaticano, a las que no tienen acceso los turistas.
Aunque los informes solo se refieren a la aplicación Grindr, se alude a otras usadas por heterosexuales y solo se han referido a un hombre en específico: Monseñor Burrill, de la diócesis de La Crosse, Wisconsi y quien fuera el principal administrador de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés).
El 21 de julio pasado, Burrill presentó su renuncia a la Iglesia Católica estadunidense por haberse descubierto como usuario habitual de Grindr y de bares gay.
Las autoridades católicas informaron que se reunieron con representantes del blog en junio, pero que dijeron que no responderían públicamente a sus informes.
Los liberales católicos han criticado los informes por vincular el uso de esta aplicación que también usan menores de edad y es combinar la homosexualidad con la pedofilia, un lastre que los católicos conservadores usan para justificar el abuso sexual en la Iglesia por la presencia de homosexuales en el sacerdocio.
Por su parte, los editores de The Pillar, J. D. Flynn y Ed Condon publicaron un podcast donde dijeron que su trabajo era para exponer una cultura de conductas inapropiadas secretas dentro de la Iglesia Católica.
“El comportamiento sexual inmoral e ilícito por parte de los clérigos que están obligados a cumplir con el celibato, pero también por otros líderes de la iglesia, podría generar un sentido amplio de tolerancia para cualquier cantidad o tipos de pecados sexuales”, dijo Flynn.
Ambos señalaron que Newark fue la única diócesis sobre la que escribieron porque en un tiempo fue liderada por el ex cardenal Theodore McCarrick, expulsado del sacerdocio en 2019 y en julio fue acusado de abusar sexualmente de un menor en Massachusetts, en 1974.