37 años después, el terrorista Cesare Battisti es atrapado en Bolivia y extraditado a Italia
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Battisti antiguo miembro del grupo terrorista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) fue repatriado directamente desde Bolivia, donde fue capturado tras huir hace un mes de Brasil, donde vivía desde 2004.
El antiguo miembro del grupo terrorista Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) Cesare Battisti llegó hoy extraditado a Italia 37 años después de los cuatro asesinatos por los que fue condenado a cadena perpetua, algo que el Gobierno italiano agradeció al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y a Bolivia.
Battisti, de 64 años y exmilitante de ese brazo de las Brigadas Rojas, fue repatriado directamente desde Bolivia, donde fue capturado tras huir hace un mes de Brasil, donde vivía desde 2004.
El reo llegó al aeropuerto romano de Ciampino y descendió sin esposar las escaleras del Falcon 900 enviado para recogerle, rodeado de agentes, abrigado, sin bajar la mirada y esbozando una leve sonrisa.
A su alrededor se dispuso un imponente dispositivo de seguridad, con agentes armados con metralletas, helicópteros sobrevolando la zona y hasta francotiradores en los tejados del aeródromo.
Todo ello bajo la atenta mirada del ministro del Interior, Matteo Salvini, a quien el nuevo presidente de Brasil, el también ultraderechista Jair Bolsonaro, había prometido su colaboración para lograr el arresto del prófugo.
Junto al ministro de Justicia, Alberto Bonafede, Salvini asistió a la llegada de Battisti ataviado con un abrigo con la insignia de la Policía y se encargó de que su potente maquinaria propagandística en redes sociales diera cuenta de este éxito que ya ha hecho suyo.
Era una foto que no podía ni quería perderse -suspendió una comparecencia que tenía hoy también con el comisario europeo Dimitris Avramopoulos- y, en una rueda de prensa a pie de pista, el ultraderechista agradeció al presidente brasileño y a las autoridades bolivianas esta captura.
"Quien se equivoca paga e Italia es un país soberano, libre, respetado y respetable y esta captura significa que hay un cambio de mentalidad en el mundo y que después de 37 años hemos podido capturar a un delincuente, a un infame, a un asesino, a un bellaco que nunca ha pedido perdón", proclamó el ministro.
Adelantó que se trabajará para que se sigan estos pasos y entren en las cárceles italianas "decenas de delincuentes que están protegidos en Europa y en el mundo", sin especificar quiénes.
Battisti fue conducido a una dependencia policial del aeropuerto y será trasladado a la penitenciaría de Oristano, en la isla de Cerdeña, explicó en una comparecencia posterior Bonafede, corrigiendo así la primera elección, la cárcel romana de Rebibbia.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, explicó que había mantenido una conversación telefónica con Bolsonaro en la que se acordó extraditarlo directamente desde Bolivia y no desde Brasil, a pesar de que el presidente quería que el reo pasara por Brasilia.
Battisti cumplirá con su cadena perpetua sin beneficio penitenciario alguno, algo que no habría sido posible si hubiera sido extraditado desde Brasil, debido a un acuerdo bilateral de 2017 que conmuta esa condena a 30 años de prisión.
Conte celebró este "gran resultado" que refuerza la efectividad de la justicia y que, sobre todo, se debía a los familiares de las cuatro víctimas causadas por Battisti cuando realizaba atracos: el joyero Pierluigi Torregiani, dos policías y un carnicero.
El exmiembro del PAC, uno de los grupos terroristas de extrema izquierda de los llamados "Años de Plomo" en Italia, se refugió en Francia en 1990, donde vivió once años como asilado político, amparado por una ley del presidente Francois Mitterrand que daba refugio a exguerrilleros que habían renunciado a las armas.
En 2004, cuando este país se disponía a revocar su condición de refugiado político, viajó a Brasil, donde fue detenido una primera vez en 2009, pero la Justicia brasileña y sobre todo el entonces presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, se negaron a entregarlo.
Sin embargo su situación empezó a torcerse ya durante el Gobierno de Michel Temer, quien firmó el pasado diciembre el decreto para su arresto después de que la Corte Suprema brasileña ordenara su detención "inmediata" con la finalidad de extraditarlo, provocando la última huida del exmilitante.
Bolsonaro había prometido a Salvini que no escatimaría en esfuerzos para atraparlo y eso se produjo en la tarde del sábado, cuando agentes de la Interpol brasileños e italianos lo atajaron en plena calle de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra.
La Fiscalía de Milán ya ha abierto una investigación para aclarar la supuesta red de protección que ayudó a Battisti en su larga fuga.