Admite Peter Madsen haber desmembrado a la periodista sueca Kim Wall

Internacional
/ 30 octubre 2017

Madsen aseguró que había tirado el el cadáver de una sola pieza por la borda, pero ahora admitió haberlo desmembrado antes.

El sospechoso del asesinato de la periodista sueca Kim Wall, el inventor danés Peter Madsen, volvió a cambiar su declaración, según explicó hoy la Policía de Copenhague.

"Ahora ha explicado que Kim Wall murió de una intoxicación por monóxido de carbono en el submarino mientras que él estaba en la cubierta", dijo la Policía.

Además, Madsen admitió haber descuartizado el cadáver de la periodista, pero sigue negando haberla asesinado, añadieron las autoridades.

Al principio, Madsen declaró haber dejado con vida a la mujer de 30 años en una península. Después, dijo que esta murió de un grave golpe en la cabeza con la escotilla del submarino, construido por él, cuando ella intentaba tomar el aire tras una inmersión. Madsen describió con detalle un sangriento accidente. Sin embargo, en el cráneo de la víctima no se encontró ninguna marca de un golpe similar.

Ahora el excéntrico inventor presentó una tercera versión sobre lo ocurrido en su submarino. "Por supuesto, esta explicación obliga a la Policía a recoger más declaraciones de la médico forense y de expertos de submarinos", dijo el portavoz de la Policía, Jens Moller Jensen.

Días y semanas después de la muerte de Wall, en agosto pasado, se encontraron en el mar partes de su cuerpo. En el torso se encontraron marcas de puñaladas. En un primer momento, Madsen aseguró que había tirado el el cadáver de una sola pieza por la borda, pero ahora admitió haberlo descuartizado antes.

Según los nuevos hallazgos, Madsen permanecerá dos semanas más, hasta el 15 de noviembre, en prisión preventiva por voluntad propia. En principio, un tribunal debía decidir el martes si alargar su estancia en prisión, pero la vista fue ahora anulada.

El tribunal de Copenhague estableció las fechas para el juicio. Este comenzará el 8 de marzo y durará hasta el 25 de abril. La investigación del caso está prácticamente terminada, pero unos buzos continúan buscando en la bahía al sur de Copenhague los brazos y las manos de Walls, así como su celular y el de Madsen.

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