Benjamin Berell Ferencz, último fiscal de los juicios de Nuremberg, muere a los 103 años

Internacional
/ 10 abril 2023

Benjamin Berell Ferencz, quien era más conocido como Ben Ferencz, el último fiscal que quedaba vivo de los juicios de Nuremberg, murió en Florida a la edad de 103 años, confirmó el Museo del Holocausto de Estados Unidos

Miami- El Museo del Holocausto de Estados Unidos escribió en sus redes sociales que “hoy el mundo perdió a un líder en la búsqueda de justicia para las víctimas del genocidio y delitos conexos. Lamentamos la muerte de Ben Ferencz, el último fiscal de crímenes de guerra de Nuremberg”.

Este museo, que fue creado para “inspirar a los ciudadanos y líderes de todo el mundo a enfrentar el odio, prevenir el genocidio y promover la dignidad humana”, resaltó que Ferencz, cuando tenía 27 años y sin experiencia previa en juicios, consiguió obtener los veredictos de culpabilidad contra 22 nazis.

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Ferencz, falleció el viernes pasado en Boynton Beach, que está ubicada en el condado de Palm Beach.

Según describe en su blog el profesor John Q. Barrett, de la Universidad de St. John, en Nueva York, quien fue su alumno, en marzo pasado Ferencz acababa de cumplir 103 años, sin embargo, “le gustaba decir que ya estaba viviendo los 104 años”.

Berell Ferencz, nació el 11 de marzo de 1920 en Transilvania, Rumanía, para después llegar a los Estados Unidos con sus padres a los 10 meses de nacido.

Creció en la ‘Cocina del Infierno’ de la ciudad de Nueva York. Conoció la pobreza, el crimen desenfrenado y el sufrimiento. Rápidamente se convirtió en un estudiante de escuela pública, un graduado universitario, un graduado de la Facultad de Derecho de Harvard y soldado de infantería del Ejército de EE. UU. de la Segunda Guerra Mundial”, evocó en Barrett en su blog.

Autor de “La Lista Jackson”, que es un archivo de publicaciones sobre el juez de la Corte Suprema de Estados Unidos y fiscal jefe de Nuremberg Robert H. Jackson (1892-1954), Barrett señala sentirse muy agradecido de su “maestro” y “querido y generoso amigo” Ben Ferencz.

Por otra parte, tras graduarse en Harvard en 1943, Ferencz se unió a un batallón de artillería antiaérea que se alistaba para la invasión de Francia.

Como soldado tuvo participación en las principales campañas en Europa. Cuando fueron descubiertas las atrocidades nazis, fue transferido a una Rama de Crímenes de Guerra del Ejército que recién había sido creada con el objetivo de recopilar evidencia de la brutalidad nazi y detener a los criminales, detalla la web benferencz.org.

En su libro “PlanetHood: The Key to Your Future” (1988), para promover un sistema de derecho internacional completo y con tribunales, Ferencz hace una descripción de las escenas que presenció mientras liberaba “estos centros de muerte y destrucción”:

Campos como Buchenwald, Mauthausen y Dachau están grabados vívidamente en mi mente. Incluso hoy, cuando cierro los ojos, soy testigo de una visión mortal que nunca podré olvidar: los crematorios resplandecen con el fuego de la carne quemada, los montículos de cadáveres demacrados apilados como leña esperando ser quemados... Había atisbado el infierno”, narró Ferencz en su libro.

Fue a partir de la primavera de 1946, que Ferencz se desempeñó como fiscal en Nuremberg, en la zona de ocupación estadounidense de lo que había sido la Alemania nazi.

Entre 1947 y 1948, señala Barrett, Ben fue fiscal jefe del caso Einsatzgruppen, sobre el enjuiciamiento a miembros de los escuadrones de ejecución itinerantes de la Alemania nazi. “Era su primer caso como abogado. Acusó a los líderes de las operaciones nazis de exterminio en Europa del Este, de crímenes de lesa humanidad (..), crímenes de guerra y pertenencia a organizaciones criminales nazis”, rememora su alumno.

Tras este juicio, más de veinte acusados de Einsatzgruppen fueron condenados por matar a casi un millón de personas. “El caso Einsatzgruppen fue y es el mayor juicio por asesinato en la historia de la humanidad”, indicó Barrett.

Nuremberg me enseñó que crear un mundo de tolerancia y compasión sería una tarea larga y ardua. Y también aprendí que si no nos dedicamos a desarrollar leyes mundiales efectivas, la misma mentalidad cruel que hizo posible el Holocausto algún día podría destruir a toda la raza humana”, explicó Ferencz sobre su interés en establecer una corte internacional para juzgar a cualquier gobierno por crímenes de guerra.

A Ferencz le sobreviven un hijo y tres hijas. Su esposa, Gertrude Fried, falleció en 2019.

Con información de la Agencia EFE.

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