Después de cinco años, la bandera de Estados Unidos vuelve a izarse en la Unesco

París- La primera dama estadounidense aseguró que los “mayores desafíos de nuestro tiempo no se pueden resolver desde el aislamiento”.

“El presidente (Joe) Biden es consciente de que si queremos crear un mundo mejor, Estados Unidos no puede hacerlo solo, sino que debemos ayudar a abrir el camino. Por eso estamos tan orgullosos de volver a formar parte de la Unesco”, agregó Jill Biden en la sede de la agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, ubicada en París.

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Acompañada por la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y por su homóloga francesa, Brigitte Macron, con la que tuvo un encuentro en el palacio del Elíseo, la esposa de Joe Biden representó a su país mientras la bandera estadounidense volvía a ascender junto a las de los otros 192 miembros de la Unesco.

Si bien, Estados Unidos había restaurado oficialmente su estatuto como miembro el pasado 10 de julio, sin embargo, en este evento simbólico en la Unesco, fue el motivo para celebrar la reintegración de un Estado que es parte de sus fundadores, así como uno de sus mayores contribuyentes.

Se había marchado en 2018 por segunda vez en su historia, siendo la primera en 1984 durante la presidencia de Ronald Reagan, estando Donald Trump en la Casa Blanca, el mandatario estadounidense, en ese entonces, acusó a la agencia de la ONU de adoptar reiteradamente posturas antiisraelíes.

Tomando en cuenta el contexto actual, esta ceremonia de izado de la bandera se convirtió en un alegato en favor del multilateralismo.

“En este tiempo de desunión, de división, de amenaza existencial para la humanidad, reafirmamos hoy y aquí nuestra unión”, acentuó Azoulay y aseveró que este es un momento excepcional y “feliz” que “refuerza la universalidad” de la organización y su “legitimidad”, y prosiguió la directora de la Unesco, diciendo que “este retorno indica que podemos y debemos unirnos”, además de ser un mensaje de “esperanza” para el multilateralismo y para las próximas generaciones, concluyó

Así mismo, Azoulay agradeció a Biden su “voluntad política”, siendo esta el motor de este retorno, así como también la “lucidez” de los parlamentarios estadounidenses, que pudieron llegar a un acuerdo para que el reingreso estadounidense venga acompañado del pago de una deuda de 619 millones de dólares que Washington había acumulado con la institución desde 2011.

“La injusticia y la corrupción, la pobreza y el hambre, las catástrofes climáticas y las enfermedades son cosas que no se contienen con las fronteras. Algunos de los mayores desafíos de nuestro tiempo no se pueden resolver desde el aislamiento”, explicó la primera dama estadounidense.

“Por supuesto, agregó la primera dama de Estados Unidos, que tenemos que cuidar de nuestros propios ciudadanos. Pero también formamos parte de una comunidad global”.

En su discurso, Jill Biden reiteró el interés de Estados Unidos en las metas que persigue la Unesco, tales como la protección del patrimonio, la cultura de la paz, la libertad de prensa y la utilización ética de las nuevas teconologías.

Por último, el viaje a Francia de Jill Biden continuará con un desplazamiento a las regiones francesas de Normandía y Bretaña, en donde realizará visitará a lugares emblemáticos relacionados con la participación de su país en la Segunda Guerra Mundial.

Con información de la Agencia EFE.