El plan de Trump para Gaza, entre la ambición y la indefinición

Internacional
/ 16 diciembre 2025

Han pasado dos meses desde el alto al fuego, y esos planes ambiciosos aún no se han materializado

Por Adam Rasgon, Natan Odenheimer y Aaron Boxerman

La hoja de ruta de 20 puntos para Gaza sigue sin avances claros, con dudas sobre su implementación y actores clave, pero nuevas señales sugieren que el proceso podría activarse.

El plan de 20 puntos del gobierno de Donald Trump para Gaza incluye varios nuevos organismos con respaldo internacional que, según la propuesta, crearían las condiciones para una paz duradera, desde estabilizar la seguridad en el enclave devastado por la guerra hasta sentar las bases para su futura gobernanza sin Hamás.

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Han pasado dos meses desde el alto al fuego, y esos planes ambiciosos aún no se han materializado.

La formación de una fuerza internacional en Gaza se ha visto obstaculizada por la preocupación de que pueda derivar en enfrentamientos directos entre tropas extranjeras y Hamás. Y ha habido una falta de claridad sobre la composición del propuesto gobierno de transición.

Se supone que estos elementos forman parte de la segunda fase de un alto al fuego que entró en vigor en octubre y que supuso la liberación de todos los rehenes vivos que quedaban en Gaza a cambio de unos 2000 prisioneros y detenidos palestinos.

A medida que el avance de los planes se ha ralentizado, Hamás ha llenado el vacío en Gaza, donde, según analistas, está reconstruyendo su presencia día a día. Y aunque el alto el fuego ha traído cierto alivio frente a los combates, la violencia ha continuado.

El sábado, Israel dijo haber asesinado a Raed Saad, un alto comandante del ala militar de Hamás, lo que sacudió aún más la frágil tregua. Hamás no hizo comentarios inmediatos sobre su destino.

Asegurar Gaza

El plan de paz del presidente Trump preveía el despliegue de una fuerza internacional para ayudar a estabilizar Gaza y capacitar a agentes de la policía palestina. Sin embargo, nunca se ha aclarado exactamente cómo operaría esa fuerza, y la incertidumbre ha retrasado su conformación.

Algunos funcionarios del gobierno de Trump, incluido el vicepresidente JD Vance, han dicho que esperan que la fuerza encabece los esfuerzos para desarmar a Hamás. En noviembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó una resolución impulsada por Estados Unidos que otorgó un mandato internacional a dicha fuerza, incluido el de “garantizar el proceso de desmilitarización de la Franja de Gaza”.

La resolución de la ONU no fue explícita sobre cómo llevaría a cabo esa tarea, y su redacción podría interpretarse como la posibilidad de una confrontación con Hamás.

Ningún país se ha comprometido públicamente a enviar tropas a Gaza, aunque Azerbaiyán e Indonesia han sido mencionados como posibles participantes de la fuerza.

Para Azerbaiyán, el envío de soldados estaba fuera de toda consideración si ello implicaba combatir a Hamás, según un funcionario azerí que informó a periodistas bajo condición de anonimato para poder hablar de información sensible.

Algunos países han dicho que sus soldados estarían allí únicamente para mantener el alto al fuego en Gaza y han rechazado las insinuaciones de que deban involucrarse en la confiscación de armas a militantes de Hamás, según funcionarios y diplomáticos.

Hakan Fidan, ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, dijo la semana pasada en una conferencia en Doha, Catar, que no debería esperarse que la fuerza internacional haga el trabajo del ejército israelí. Turquía ha sugerido que está interesada en sumarse a la fuerza, pero los funcionarios israelíes se han opuesto rotundamente a ello, citando lo que describen como la actitud hostil de Turquía hacia Israel.

Aun así, los esfuerzos para formar la fuerza internacional parecen haber cobrado impulso en los últimos días. Según tres funcionarios occidentales, el ejército de Estados Unidos tiene previsto celebrar dos reuniones al respecto en las próximas semanas: una el martes en Doha con un general de dos estrellas y otra el mes próximo con un general de cuatro estrellas.

También han salido a la luz más detalles sobre lo que se espera que haga la fuerza en Gaza.

El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM, por su sigla en inglés) una rama del ejército estadounidense que está ayudando a elaborar los planes para la fuerza, ofreció recientemente una presentación a funcionarios militares de decenas de países. Dijo que se desplegarían soldados en partes de Gaza actualmente controladas por Israel, y que un equipo especializado formaría a más de 4000 agentes de policía palestinos.

El despliegue de la fuerza comenzaría cerca de la ciudad meridional de Rafa y crearía las condiciones para una mayor retirada militar israelí, según la presentación. The New York Times obtuvo una copia de la presentación y verificó con tres diplomáticos occidentales que el CENTCOM se la había mostrado a los funcionarios.

El CENTCOM declinó hacer comentarios.

El documento describe el despliegue de 8000 soldados, y dice que algunos de ellos “asegurarían el terreno, las rutas y los emplazamientos fijos para permitir el flujo de ayuda humanitaria” e “impedir la interrupción por parte del enemigo”. El documento también dice que los miembros de la fuerza “crearían las condiciones para la desmilitarización de Hamás”, pero no explica cómo se llevaría a cabo el desarme.

Estados Unidos ha destinado recursos adicionales para supervisar el alto al fuego y desarrollar planes para el futuro de Gaza. Algunos de esos esfuerzos se han centrado en una instalación dirigida por Estados Unidos denominada Centro de Coordinación Civil-Militar, (CMCC, por su sigla en inglés) en el sur de Israel.

Hamás se ha opuesto durante mucho tiempo al despliegue de cualquier fuerza internacional en Gaza, pero Husam Badran, un alto funcionario de Hamás con base en Catar, sugirió en una entrevista la semana pasada que el grupo está ahora más abierto a la idea.

Badran dijo que existía “consenso” entre los palestinos sobre la presencia de tropas internacionales en Gaza, siempre que su función sea supervisar y mantener el alto al fuego, y no involucrarse en el desarme. “Los palestinos no pueden aceptar que ninguna fuerza —independientemente de su nacionalidad— ataque a civiles, entre en sus casas o intente encontrar sus armas personales”, añadió.

Israel también se ha mostrado escéptico ante la posibilidad de que una fuerza de este tipo logre desarmar con éxito a Hamás.

El domingo pasado, el primer ministro Benjamin Netanyahu subrayó que el desarme se llevará a cabo, aludiendo a una intervención militar si fuera necesario. “Puede hacerse por las buenas, puede hacerse por las malas. Pero, al final, se hará”, dijo.

Gobernanza de posguerra

Otra parte clave del plan de paz del gobierno de Trump estipula que la administración de Gaza estaría a cargo, de manera temporal, de un “comité palestino tecnocrático y apolítico”, supervisado por lo que el plan denomina una “Junta de Paz”.

La junta estaría presidida por Trump e incluiría entre sus miembros a varios jefes de Estado, según el plan. Más allá de eso, sigue sin estar claro quiénes integrarían exactamente la junta o el comité palestino, ni cómo darían forma a la gobernanza de Gaza tras la guerra.

Funcionarios del gobierno de Trump habían planeado hacer un anuncio sobre la Junta de Paz antes de Navidad, pero probablemente se pospondrá hasta comienzos de 2026, dijeron dos diplomáticos occidentales bajo condición de anonimato para poder hablar de información sensible.

Según los diplomáticos, también se preveía la participación de un comité ejecutivo en la toma de decisiones, que incluiría a numerosos altos funcionarios actuales y anteriores de Estados Unidos y Europa.

Dijeron que se esperaba que Steve Witkoff y Jared Kushner, asesores de Trump y arquitectos de su plan de paz, integraran el comité ejecutivo. Tony Blair, el ex primer ministro británico que se desempeñó como enviado para Medio Oriente tras dejar el cargo, fue mencionado en el plan de paz de Trump como alguien que tendría un papel en la junta.

Algunos activistas palestinos han criticado la posibilidad de incluir a Blair, a quien consideran demasiado cercano al gobierno israelí.

Nickolay Mladenov, ex enviado de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente, también está siendo considerado para un cargo, posiblemente como enlace con el comité palestino, según los dos diplomáticos.

La semana pasada, Mladenov se reunió con Aryeh Lightstone, un alto funcionario del gobierno de Trump que ayuda a desarrollar planes para el futuro de Gaza, según tres diplomáticos occidentales.

Mkhaimar Abusada, analista político palestino de la ciudad de Gaza, quien fue desplazado durante la guerra y ahora vive en El Cairo, dijo que Mladenov fue un mediador eficaz entre Israel y Hamás durante su etapa como enviado de la ONU. “Mladenov es una buena noticia para los palestinos”, añadió.

Adam Rasgon es reportero del Times en Jerusalén y cubre asuntos israelíes y palestinos.

Natan Odenheimer es reportero del Times en Jerusalén y cubre los asuntos de Israel y Palestina.

Aaron Boxerman es reportero del Times y cubre Israel y Gaza. Radica en Jerusalén.

c. 2025 The New York Times Company

The New York Times es un periódico publicado en la ciudad de Nueva York y cuyo editor es Arthur Gregg Sulzberger, que se distribuye en los Estados Unidos y muchos otros países. Desde su primer Premio Pulitzer, en 1851, hasta 2018, el periódico lo ha ganado 125 veces.​

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