Elon Musk, Mark Zuckerberg y el ascenso digital de Donald Trump

Internacional
/ 23 febrero 2025

El ascenso de Donald Trump coincide con una serie de cambios en las redes sociales, lo cual ha generado la preocupación

Donald Trump llegó por segunda vez a la Casa Blanca, esta vez con el respaldo de los magnates detrás de algunas de las redes sociales más consumidas en todo el mundo.

En menos de cuatro años, el republicano pasó de estar vetado en varias plataformas a tener el apoyo explícito de Elon Musk, dueño de X (antes Twitter), quien ahora ocupa un puesto dentro de la administración estadounidense.

El ascenso de Donald Trump coincide con una serie de cambios en las redes sociales, lo cual ha generado la preocupación de especialistas, quienes no descartan la manipulación de los algoritmos, ese conjunto de cálculos que determina lo que una persona ve en su pantalla y cuyo funcionamiento es poco transparente.

El panorama no es optimista, pues antes de las últimas modificaciones, diversos estudios ya advertían que las redes amplifican la polarización política y son vías por donde circula desinformación que apela, sobre todo, a audiencias conservadoras, una situación que podría incentivar el discurso de odio.

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¿MANIPULAN ALGORITMOS EN APOYO A TRUMP?

Desde la compra de Twitter por parte de Elon Musk, usuarios han reportado un aumento de publicaciones sobre política en sus feeds. Una investigación del diario The Wall Street Journal realizada en 2024 halló que el algoritmo de X mostraba contenido político a cuentas que no habían manifestado interés por esos temas. Otra investigación de la Universidad de Queensland, publicada en noviembre pasado, reveló que las visualizaciones de las publicaciones de Musk en la plataforma aumentaron 186% desde julio pasado.

No obstante, la opacidad con la que operan las redes sociales hace imposible saber con certeza si se han manipulado los algoritmos para favorecer al presidente.

“El hecho de que no seamos capaces de ver lo que pasa dentro de la plataforma siempre será sospechoso”, advierte en entrevista Jaume Suau Martínez, investigador principal del Digilab: Media, Strategy and Regulation en Blanquerna, Universidad Ramon Llull.

La esperanza de transparencia para acceder a estos datos parece alejarse con el modelo de gestión que Musk implementó en X y que recién ha sido adoptado por Meta, liderado por Mark Zuckerberg.

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En 2018, Meta inició la colaboración con órganos verificadores de datos para identificar contenido falso. Sin embargo, la medida fue desechada el pasado 11 de enero para utilizar en su lugar un sistema de notas de la comunidad similar al que usa X.

En 2023, un grupo de académicos liderado por la profesora Sandra González-Bailón, de la escuela Annenberg de Comunicación, de la Universidad de Pensilvania, reveló que 97% de la desinformación en Facebook es consumida por personas de derecha.

Conocemos ese dato porque teníamos una manera de identificar noticias falsas que dependía de la labor de las organizaciones verificadoras”, dice en entrevista.

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La investigación hecha en el marco de las elecciones estadounidenses de 2020 encontró que el origen de las noticias falsas que circulan en Facebook se ubicaban, en su mayoría, en páginas y grupos vinculados a una posición conservadora.

Respecto a si ¿esta red de desinformación benefició a Trump en su reciente victoria electoral? La profesora asegura que no puede haber certezas ante la falta de datos sobre los últimos comicios. No obstante, las redes sociales — explica— sí juegan un papel importante acrecentando problemas preexistentes como la polarización política.

“Lo que han hecho las redes es exacerbar los mecanismos sicológicos y sociológicos que permiten a las personas seleccionar grupos e identificar a otros (...) están diseñadas para mandar señales de identidad, afianzando divisiones y apelando a nuestros peores demonios”, explica González-Bailón.

Meta también cambió su sistema de moderación de contenido respecto a la “conducta de odio”. La plataforma ahora permite, por ejemplo, llamar “enfermos mentales” a homosexuales y personas transgénero. “Desinformación y discurso de odio son dos cosas que van de la mano. Este último cambio de Meta me parece muy preocupante porque la desinformación agrava la polarización, crea posiciones más extremas que facilitan el discurso de odio”, destaca Jaume Suau Martínez.

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ALIADOS CONTRA LA REGULACIÓN

El investigador de la Universidad Ramon Llull señala que la cercanía de personajes como Musk y Zuckerberg con Trump responde al interés de conseguir un aliado geopolítico ante la regulación que sus plataformas enfrentan en otros mercados, como en países miembros de la Unión Europea (UE). “Lo que creo viene ahora es una especie de ‘guerra’: Regulación en Europa vs. no regulación y open market en Estados Unidos”.

En la UE existen iniciativas como la Digital Services Act o la Code of Practice on Disinformation, que regulan a redes sociales para mitigar los efectos de la desinformación y exigen transparentar datos.

“Creo no hay alternativa. (La regulación) es la mejor manera de entender el papel que las plataformas juegan en las sociedades (...) la posibilidad de regularlas en Estados Unidos en este momento es totalmente nula y la esperanza está en lo que pase en Europa”, señala González-Bailón.

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