Guerra cognitiva, cuando el cerebro humano se convierte en un nuevo campo de batalla
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En 2022 Suecia creo una Agencia de Defensa Psicológica con el propósito de poder identificar las amenazas y coordinar las de los actores involucrados, tanto públicos, privados, civiles o militares
MÉXICO- ¿Que pasaría si los ejércitos necesitaran tener que prepararse para los conflictos militares en donde el campo de batalla sea el cerebro de los ciudadanos? Esa es posibilidad que conlleva el concepto conocido como Cognitive Warfare (Guerra Cognitiva en español) está siendo tomada de forma muy serio por los países occidentales, de acuerdo a la Agencia de Noticias AFP.
Este concepto, precisa AFP, abarca “fenómenos tan variados”, por ejemplo una reciente campaña en publicada en la red social TikTok a favor de la ultraderecha rumana, o el misterioso síndrome de La Habana que afectó a varios diplomáticos estadounidenses en 2016, o las esfuerzos llevados acabo para China para impulsar la unificación con Taiwán.
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El punto común de los anteriores eventos, indica AFP, es nuestro cerebro, debido a que es “más accesible que nunca gracias a la hiperconectividad de nuestras sociedades”.
Este es el “nuevo campo de batalla del siglo XXI” acentuó a AFP el teniente coronel de reserva francés François du Cluzel, y quien además es el autor de un informe de la OTAN vinculado el tema.
“Se trata de debilitar a un adversario sin involucrarse formalmente en el combate. Es una guerra de baja intensidad”, añade du Cluze.
“Buscamos cambiar la forma en que se piensa. Jugamos con la atención, el lenguaje, el aprendizaje, la memoria, las percepciones y el pensamiento. Todo el conjunto de mecanismos de conocimiento”, concluye el teniente coronel.
¿QUE ES LA GUERRA COGNITIVA?
De acuerdo con la OTAN la Cognitive Warfare (Guerra Cognitiva en español) “incluye actividades realizadas en sincronía con otros Instrumentos de Poder para influir en actitudes y comportamientos, influyendo, protegiendo o alterando la cognición individual, grupal o poblacional, con el fin de obtener una ventaja sobre un adversario. Diseñada para modificar la percepción de la realidad, la manipulación de toda la sociedad se ha convertido en la norma, y la cognición humana se perfila como un ámbito crítico de la guerra”.
En este sentido, prosigue la Organización del Tratado del Atlántico Norte, “la guerra cognitiva se centra en atacar y degradar la racionalidad, lo que puede llevar a la explotación de vulnerabilidades y al debilitamiento sistémico. Sin embargo, esto se vuelve cada vez más complejo al involucrar objetivos no militares”.
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“Un ejemplo: las redes sociales rusas y las operaciones de información pública se dirigieron a gran parte de la comunidad internacional en un intento de culpar a Ucrania. Mediante una combinación de tecnologías de la comunicación, noticias falsas y manipulación de la percepción, Rusia busca influir en la opinión pública, así como minar la confianza pública en las fuentes de información abiertas. Estas narrativas tienen un amplio alcance y, a menudo, implican posturas tanto ofensivas como defensivas”, concluye la OTAN.
GUERRA COGNITIVA Y LAS CAMPAÑAS DE DESINFORMACIÓN
Podríamos considera a las campañas de desinformación como una táctica entre otras tantas entorno a una “estrategia mucho más amplia”, puede suelen recurrir a otras tecnologías tales como la difusión de imágenes subliminales o inclusive ondas electromagnéticas con el objetivo de impactar de manera direct en los cerebros.
Esta es, detalla AFP, una de las hipótesis vinculadas al conocido como el síndrome de La Habana, en el que se vieron afectados decenas de diplomáticos estadounidenses en Cuba en 2016, los síntomas que presentaban eran dolores de cabeza, acúfenos, imposibilidad de concentrarse y pérdida de capacidad cognitiva.
Esta suceso tuvo un “efecto de bola de nieve”, ya que miles de otras personas llegaron a pensar que posiblemente podrían estar afectadas, por lo que “se tuvieron que movilizar recursos considerables para verificarlo”, detalló a AFP James Giordano, quien es un neurocientífico que está asociado a la investigación, aunque precisa que habló a título personal.
“La ambigüedad producida por ese tipo de operaciones genera una confusión, uno se pregunta si es real o no”, indicó Giordano, quien también es el director del Centro de Tecnologías Disruptivas y Guerras Futuras de la Universidad Nacional de Defensa de Washington.
¿SON LAS DEMOCRACIAS VULNERABLES?
China y Rusia han decidido estudiar el concepto de Guerra Cognitiva desde hace mucho tiempo.
“La doctrina militar china integra tres espacios: el espacio físico (tierra, aire, mar y espacio), el espacio cibernético y el espacio cognitivo”, apunta Du Cluzel.
En cuanto a los rusos, prosigue Du Cluzel, “han entendido desde hace mucho tiempo el uso del ser humano con fines políticos”.
Cabe la posibilidad de los gobiernos democráticos pueden ser más vulnerables debido a que impiden que las acciones vayan más allá de la influencia.
“Nosotros, las democracias liberales, no vamos a trabajar –abiertamente, al menos– en armamentos que alteren la percepción, mientras que nuestros adversarios no tienen problemas éticos”, explica Du Cluzel.
En base a lo anterior, Ducourneau opina que es fundamental lograr identificar las vulnerabilidades de las sociedades y favorecer que los ciudadanos logren alcanzar una etapa elevada del pensamiento crítico, conocida como la “metacognición”, que es una forma de “tomar distancia frente a sus propios pensamientos y emociones”.
Por último, ante la situación Suecia decidió crear en 2022 su “Agencia de Defensa Psicológica” con el objetivo de conseguir identificar las posibles amenazas y en respuesta coordinar las acciones de los actores involucrados, públicos, privados, civiles o militares.
Con información de la Agencia de Noticias EFE y OTAN.