Huida de Andrei Medvedev, un desertor ruso, a Noruega representa un problema complicado a al país europeo
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Andrei Medvedev decidió desertar de la fuerza mercenaria rusa Warner durante la batalla por la ciudad ucraniana de Bakhmut, ahora está en Oslo, Noruega
Oslo- Mientras bebía una cerveza de 12 dólares en una de las capitales más ricas del mundo, Andrei Medvedev reflexionó sobre la pregunta que se cernía sobre él desde que abandonó los campos de batalla de Ucrania: ¿es un héroe o un criminal de guerra?
Medvedev afirma haber desertado de la infame fuerza mercenaria Wagner de Rusia durante la monumental batalla por la ciudad ucraniana de Bajmut y luego haber escapado de su Rusia natal corriendo a través de un río ártico congelado. Ahora en Noruega, Medvedev, de 26 años, busca asilo mientras le proporciona información sobre Wagner a las autoridades noruegas.
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Desde que llegó al país en enero, Medvedev ha asistido de manera voluntaria a una docena de entrevistas con policías noruegos que investigan crímenes de guerra en Ucrania, incluido su posible papel en ellos. Medvedev ha descrito haber matado a ucranianos en combate y presenciado ejecuciones sumarias de camaradas acusados de cobardía. Asegura que no presenció ni participó en crímenes de guerra, como asesinatos de prisioneros de guerra y civiles.
“Sí, he matado, he visto morir a compañeros. Era la guerra”, dijo en una entrevista en un bar de Oslo. “No tengo nada que esconder”.
Su inusual viaje ha convertido a Medvedev en uno de los pocos combatientes rusos conocidos públicamente que han buscado protección en Europa tras haber participado en la invasión. Su solicitud de asilo está obligando a Noruega a decidir sobre un caso que enfrenta el espíritu humanitario del país con una política de seguridad nacional cada vez más firme y la solidaridad con Ucrania.
Para su abogado, la amenaza creíble de venganza que enfrenta Medvedev si lo envían de regreso a su país lo hace calificar para el asilo. Además, algunos políticos noruegos han dicho que alentar a soldados como Medvedev a desertar debilitaría al ejército ruso y aceleraría el final de la guerra.
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Pero mientras Noruega evalúa su solicitud, el país enfrenta la presión de activistas en Ucrania y Europa Occidental, quienes afirman que dar refugio en Europa a los combatientes rusos, especialmente a mercenarios como Medvedev, impide que los rusos rindan cuentas por la invasión. Además, el excombatiente podría haber complicado su propia solicitud tras protagonizar peleas en bares y detenciones en Noruega y publicar brevemente un video en YouTube en el que dejó entrever que quería regresar a Rusia y había pedido ayuda.
En términos más generales, el caso de Medvedev pone de relieve un problema político que los gobiernos europeos han hecho todo lo posible por evitar abordar en público: ¿cómo debería tratar la región a los desertores rusos y, en general, a los cientos de miles de combatientes en la guerra de Rusia en Ucrania?
“Va a la esencia de lo que somos en Europa”, afirmó Cecilie Hellestveit, experta en leyes de conflictos armados afiliada al organismo de control de derechos humanos de Noruega y exintegrante de la junta de apelación de asilo del país. “Nos obliga a revaluar nuestro enfoque en el tema de los derechos humanos en una forma que no habíamos estado dispuestos a hacerlo hasta ahora”.
La Unión Europea y las naciones afiliadas como Noruega han tenido que equilibrar las necesidades humanitarias con la rendición de cuentas por crímenes de guerra en el pasado, más recientemente en el procesamiento de solicitudes de inmigración de personas que combatieron en las guerras civiles de los Balcanes y Siria.
Pero la magnitud de la guerra en Ucrania, su proximidad a la Unión Europea y la participación de dos ejércitos convencionales significa que la invasión rusa presenta un desafío mucho mayor para el sistema de asilo de la región, afirmó Hellestveit.
Cuatro meses después de la solicitud de asilo de Medvedev, su caso sigue sin resolución. La agencia migratoria de Noruega dijo que todos los casos de asilo presentados por rusos que huyeron para evadir el servicio militar están en pausa mientras se analizan las condiciones de los derechos humanos en el país. La agencia declaró que no podía hacer comentarios sobre solicitudes individuales por razones de privacidad.
Algunos expertos en derecho humanitario en Noruega afirman que la solicitud no resuelta de Medvedev refleja la renuencia del gobierno a hacer que se dirija más atención a un caso que podría dividir a la población, a adelantarse a las políticas de otros países europeos y a tensar las relaciones con Ucrania. Noruega ha sido un ferviente partidario de la causa ucraniana: ha destinado ayuda económica y militar por un valor de 7,500 millones de dólares y ha recibido a unos 40,000 refugiados ucranianos.
“Este caso tiene muchos derechos en conflicto, muchas obligaciones en conflicto y muchas políticas en conflicto”, afirmó Paal Nesse, director de la Organización Noruega para Solicitantes de Asilo, una organización sin fines de lucro que brinda asistencia legal a los solicitantes.
Medvedev tiene un historial problemático de comportamiento antisocial. Ya ha sido detenido dos veces en Noruega por involucrarse en peleas en bares y una vez en Suecia por ingresar al país de manera ilegal (fue devuelto a Noruega). En Rusia, pasó cuatro años en la cárcel por robo y por involucrarse en peleas, según registros judiciales.
Las personas que lo conocen han dicho que esas acciones podrían ser consecuencia de los muchos traumas sufridos en su vida en un hogar violento, un orfanato siberiano, cárceles rusas y campos de batalla ucranianos.
Además de sus roces con la ley, Medvedev contó que también ha tenido problemas varias veces en Oslo con ucranianos, uno de los más recientes durante una visita a un monumento militar soviético local el Día de la Victoria.
Un portavoz de la policía criminal noruega afirmó que Medvedev es un testigo, no un sospechoso, en su investigación de crímenes de guerra en Ucrania y que, hasta la fecha, los agentes “no han encontrado motivos para presentar cargos en su contra”.
Medvedev dijo que su cooperación ha ayudado a los investigadores a ubicar las instalaciones de Wagner en Ucrania y Rusia y a mapear la estructura del grupo.
El despacho del fiscal general de Ucrania declaró en una respuesta por escrito a algunas preguntas que investiga a todos los militares rusos que llegan a países extranjeros por su posible participación en crímenes de guerra y que ha solicitado la asistencia legal de Noruega para investigar a Medvedev.
Medvedev afirmó que se ha negado a ver a los investigadores ucranianos que pidieron reunirse con él en Noruega.
“Siempre me están persiguiendo”, dijo. “Los estoy ayudando a poner fin a esta guerra”. c.2023 The New York Times Company.
Por Anatoly Kurmanaev y Henrik Pryser Libell The New York Times.