Nadie en medio oriente quiere un estado kurdo

Internacional
/ 1 julio 2020

El 25 de septiembre los kurdos iraquíes, 5.5 millones de personas, debían pronunciar su independencia a través de un referéndum. Su parlamento lo ha confirmado el 15 de septiembre, pero hoy la corte suprema federal iraquí ha ordenado la suspensión del referéndum para examinar la constitucionalidad

Medio Oriente y el resto del mundo son absolutamente contrarios a este voto.

Irán, Siria y sobre todo Turquía, pero naturalmente también Irak, multiplican las advertencias, porque cada uno de estos países, que viven nutridas minorías kurdas, no quieren perder una parte de su territorio a través de secesiones que podrían transformarse en una avalancha.

Si  el Kurdistán iraquí, que se volvió más independiente después de la primera guerra en Irak de 1991, proclamase su independencia, alimentaría las ambiciones de los kurdos sirios, y en Damasco no hay más ningún control. Si los kurdos sirios optaran su vez por la independencia creando su estado junto a la frontera turca, los turcos kurdos reanudarían el sueño de secesión y los kurdos iraníes  no dejarían de ver este renacimiento nacional al que todos los kurdos aspiran desde hace mucho tiempo.

La cuestión kurda nunca ha dejado de perseguir al Medio Oriente desde que los ganadores de la primera guerra mundial refutaron a los kurdos el estado de nación que les habían prometido.

El problema ha irrumpido en Irak y sobretodo en Turquía, que los kurdos han empujado hacia la guerra civil abrazando las armas.

A pesar de sus conflictos, existe una especia de unión sagrada entre los estados del Medio Oriente contra el irredentismo kurdo al cual se oponen también las grandes potencias, Estados Unidos a la cabeza.

Europeos y americanos quieren concentrarse en su ofensiva contra el grupo Estado Islámico y continuar apoyándose sobre los combatientes kurdos, y la última cosa que quieren es tener que enfrentar un conflicto abierto entre turcos y kurdos.

Los rusos quieren consolidar el régimen de Damasco y no quieren tener que defenderlo de la amenaza de secesión kurda. Útiles y aplaudidos cuando combaten en el campo contra los yihadistas, los kurdos molestan al resto del mundo cuando piensan en sí mismos, tanto más que, habiendo aprendido de la historia, y no creen más en nadie y no están dispuestos a eludir.

La Onu ha prometido a los kurdos iraquíes de ayudarlos de obtener de Baghdad una autonomía aún mayor si renunciaran al referéndum, pero la respuesta ha sido un seco “no”.

Los curdos quieren proclamar la independencia para después negociar en posicionar de fuerza.

El evento es de la magnitud de la crisis catalana y norcoreana.

Con información de Internazionale

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