Niega George Pell, cardenal australiano, ante el juez acusación de abusos sexuales
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Hace un año, dos hombres aseguraron que Pell les había manoseado en una piscina. Otro hombre sostuvo que en la década de los 80, el religioso se había desnudado delante de niños en un vestuario en la playa.
El cardenal australiano George Pell, uno de los asesores de mayor rango del papa Francisco, se declaró hoy inocente ante el tribunal de Melbourne que lo juzga en un histórico proceso por presunto abuso sexual a menores.
"El cardenal Pell se declara no culpable frente a todos los cargos, manteniendo la presunción de inocencia", manifestó su abogado, Robert Richter, durante una vista preliminar que apenas duró unos cinco minutos. Pell, de 76 años, estaba en la sala, pero no dijo palabra.
La comparecencia del cardenal ante la Corte de Magistrados de Melbourne fue seguida por medios procedentes de todas partes del mundo. En medio de una fuerte custodia policial, el prelado se vio obligado a abrirse paso trabajosamente entre una maraña de cámaras de televisión y se abstuvo de hacer declaraciones a la prensa.
Louise Milligan, autora del libro ""Cardinal: The Rise and Fall of George Pell" (Cardenal: Ascenso y caída de George Pell), describió en estos términos el aspecto del religioso en la sala de audiencia: "Estaba gris, encorvado. Estaba separado de todos los demás, nadie estaba sentado junto a él. Tenía una mirada triste y grandes círculos negros bajo los ojos".
Las autoridades australianas aún no han precisado los delitos que se le atribuyen a Pell. Oficialmente, solo se sabe que se trata de acusaciones de abuso sexual cometido en el pasado.
Hace un año, dos hombres aseguraron que Pell les había manoseado en una piscina. Otro hombre sostuvo que en la década de los 80, el religioso se había desnudado delante de niños en un vestuario en la playa.
Louise Milligan cita en su libro, calificado por la oficina del cardenal en Roma como "un ejercicio de difamación", a dos hombres que aseguran que Pell les obligó a tener sexo oral con él en la catedral de San Patricio de Melbourne.
Después de la vista, el juez Duncan Reynolds anunció que la siguiente sesión tendrá lugar el próximo 6 de octubre. Según el derecho australiano, la audiencia no implica automáticamente que Pell tenga que someterse a juicio. En caso de se llegue a ese extremo, el caso pasaría a manos de otro tribunal.
La Policía del estado australiano de Victoria acusó el mes pasado a Pell de numerosos delitos sexuales en base a denuncias presentadas en el pasado. En Australia, tales casos no prescriben, por lo que un sospechoso puede ser acusado por crímenes cometidos hace mucho tiempo.
Pell, quien como responsable de Finanzas es extraoficialmente el "número tres" del Vaticano, es el clérigo más prominente del Vaticano que ha sido acusado en relación con el escándalo de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica. El cardenal ha rechazado de forma vehemente todas las imputaciones y defiende su inocencia.
Durante años Pell, que se convirtió en arzobispo de Melbourne y más tarde de Sydney, fue acusado de haber manejado mal casos de abuso sexual por parte del clero que se remontan a sus tiempos como sacerdote en su ciudad natal de Ballarat en la década de los 70.
Sin embargo, en fechas más recientes él mismo ha sido acusado de haber cometido abusos sexuales como joven sacerdote en su ciudad natal de Ballarat (1976-1980) y después como arzobispo de Melbourne (1996-2001).
El cardenal se trasladó de Australia a Roma en 2014 para trabajar al lado del papa Francisco. Actualmente dirige el Secretariado de Economía del Vaticano y también forma parte del panel cardenalicio de nueve miembros que asesora al pontífice en materia de reformas eclesiásticas.
El religioso se tomó una excedencia y a principios de julio arribó a Australia para defenderse ante la Corte de Magistrados de Melbourne.
Tras ser citado por el tribunal de Melbourne, Pell dijo ante la prensa en el Vaticano: "Deseo tener por fin la oportunidad de comparecer ante la Justicia (...) La idea misma de abusos sexuales me parece detestable”.
En Australia, una Comisión Real viene investigando desde 2013 la magnitud de los supuestos casos de abuso sexual a menores en iglesias e instituciones católicas.
De acuerdo con un informe publicado en febrero pasado, el siete por ciento de todos los sacerdotes que había en Australia entre 1950 y 2010 abusó sexualmente de niños en más de 1,000 instituciones en todo el país.
Pell ha declarado repetidas veces ante la comisión, pero generalmente sobre la forma en que había manejado casos de abuso sexual que implicaban a sacerdotes bajo su jurisdicción.
Aunque ha rechazado en gran parte su responsabilidad en los casos, el clérigo admitió en cierta ocasión que había cometido un error al confiar más en los sacerdotes que en las víctimas.
Las acusaciones contra Pell son aún más delicadas si se tiene en cuenta que el propio cardenal había admitido en el pasado que la Iglesia católica australiana había minimizado durante muchos años la magnitud de los casos de abuso sexual en su seno.