¿Qué se sabe sobre la operación militar para custodiar migrantes en Guantánamo?

Internacional
/ 20 febrero 2025

El gobierno de Donald Trump ha trasladado a más de 175 hombres de un centro de detención de inmigrantes en Texas a la base militar estadounidense de Guantánamo

Por Carol Rosenberg

El Gobierno de Donald Trump ha dicho poco sobre los hombres venezolanos que fueron trasladados de Texas a la base militar estadounidense de Cuba.

El gobierno de Donald Trump ha trasladado a más de 175 hombres de un centro de detención de inmigrantes en Texas a la base militar estadounidense de Guantánamo. Todos han sido descritos como venezolanos sobre quienes pesa una orden de expulsión definitiva. Pero se desconoce por qué estos hombres en concreto fueron enviados a esa base.

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Muchos migrantes, incluidos miles de haitianos y cubanos, han sido alojados en la base a lo largo de los años. Pero esta es más conocida por haber sido habilitada como una prisión para detenidos que fueron capturados tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Debido a ese legado, a veces la bahía de Guantánamo evoca la idea de detención indefinida sin cargos, un agujero negro legal sin salida.

A continuación, analizamos algunas de las cosas que sabemos hasta ahora sobre el traslado de los migrantes.

¿Guantánamo está preparado para albergar a 30.000 migrantes?

El 29 de enero, el presidente Trump ordenó a los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional que prepararan la base para recibir hasta 30.000 migrantes.

Las imágenes por satélite muestran que se han estado instalando tiendas de campaña cerca de un edificio que en el pasado fue utilizado para operaciones con migrantes.

Hasta el martes, el ejército dijo que había unos 850 soldados y civiles asignados a las operaciones con migrantes, más de 700 de ellos son militares estadounidenses.

Con el apoyo de la Guardia Costera, los militares han estado custodiando y gestionando a los venezolanos en dos edificios distintos: el Centro de Operaciones para Inmigrantes, con 120 camas, cerca de las tiendas de campaña, y una prisión militar de 176 celdas, ubicada al otro lado de la base, para los hombres que el gobierno de Trump ha perfilado como potencialmente peligrosos o más peligrosos. Hasta el miércoles, había unos 175 detenidos allí, 127 de los cuales eran considerados “extranjeros ilegales de alta peligrosidad”, según un funcionario del Departamento de Defensa, quien no estaba autorizado a hablar de la operación y habló con la condición de mantener su anonimato.

Hasta ahora, el Centro de Operaciones para Inmigrantes ha sido dominio exclusivo del Departamento de Seguridad Nacional, que ha buscado el trabajo de contratistas para gestionarlo. Hasta la semana pasada, la división de Inmigración y Control de Aduanas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés) contaba con 10 funcionarios en asignación temporal para toda la misión de migrantes y tiene previsto enviar a 50 miembros del “personal de seguridad contratado”, según dijeron al Congreso los representantes del DHS.

Para ampliarla a una capacidad de decenas de miles, el gobierno tendrá que añadir más personal. Un anteproyecto militar para la operación contra los migrantes muestra planes para alojar a más de 3500 efectivos de las fuerzas estadounidenses cerca de los campamentos de tiendas de campaña para más de 11.000 migrantes.

¿Quiénes son los hombres que ahora están recluidos en Guantánamo?

En general, el gobierno de Trump ha descrito a los hombres enviados a la base como miembros de bandas violentas retenidos para su deportación, pero no ha aportado pruebas.

El gobierno no ha revelado sus nombres ni las razones específicas de su deportación prevista. Pero una revisión de los expedientes judiciales de algunos de los hombres, cuyos nombres se conocen, muestra que entraron de manera ilegal al país, por ejemplo, cruzando el río Grande, y fueron detenidos por guardias fronterizos.

Más recientemente, los funcionarios los han descrito como “extranjeros ilegales”.

¿Los venezolanos serán los próximos presos de estancia indefinida?

Eso podría depender de si el gobierno de Trump logra llegar a acuerdos para que el gobierno venezolano u otro país los reciba.

Funcionarios estadounidenses han descrito la misión para migrantes de Guantánamo como un lugar de detención temporal para personas con órdenes de expulsión definitivas. Entre las posibles complicaciones: que los individuos tengan reclamaciones que hacer para que no se les envíe a casa, por ejemplo, si presentaron solicitudes de asilo que no fueron totalmente adjudicadas.

Mientras algunos venezolanos son trasladados a Guantánamo, otros han sido deportados a Venezuela. El 10 de febrero, Venezuela envió dos aviones a El Paso y recogió a unos 190 de sus ciudadanos, sobre quienes también pesaban órdenes de deportación. Ese mismo día, un avión de carga militar estadounidense transportó a 15 hombres a la bahía de Guantánamo. Esos hombres fueron alojados en el dormitorio de 120 camas.

En cuanto a la misión de detención relacionada con el terrorismo de Guantánamo, entre 2002 y 2008 fueron enviados allí 780 presos de Al Qaeda y talibanes. Hoy solo quedan 15. Están recluidos como prisioneros militares en virtud de la autoridad de poderes de guerra del presidente y están a la espera de juicio.

¿Los migrantes podrían utilizar el juzgado construido para el caso del 11 de septiembre?

Para que eso suceda habría que cambiar radicalmente la ley.

La ley que creó el sistema de comisiones militares limita específicamente su uso a los juicios por crímenes de guerra contra ciudadanos extranjeros miembros de Al Qaeda o sus asociados, concretamente hombres que fueron detenidos en la guerra contra el terrorismo, un conflicto armado internacional.

Según la legislación estadounidense, los presos de Al Qaeda en Guantánamo no pueden pisar suelo estadounidense.

Los venezolanos de Guantánamo son presos civiles que fueron detenidos en Estados Unidos o en la frontera suroeste, en tiempos de paz, y técnicamente están bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional. Ellos, al igual que los prisioneros de guerra, pueden impugnar su detención ante un tribunal federal.

Pero los migrantes no han sido acusados de cometer crímenes de guerra, y nada les prohíbe ser devueltos a Estados Unidos para comparecer ante un tribunal.

¿Cuál es el problema de que soldados estadounidenses vigilen a los migrantes en la prisión antiterrorista?

Para empezar, preocupa la posibilidad de una desviación subrepticia de la naturaleza de la misión y la militarización de un reto de seguridad civil. También está el tema de si es legal o una malversación de fondos.

Tradicionalmente, el ejército estadounidense ha proporcionado seguridad y apoyo al Departamento de Seguridad Nacional en Estados Unidos, pero ha dejado la vigilancia y la gestión de los ciudadanos extranjeros en espera de deportación a los empleados y contratistas civiles de los servicios de inmigración. Éstos operan según normas diferentes, y a menudo tienen los conocimientos lingüísticos y la experiencia necesaria para el trabajo.

En Guantánamo, los guardias del ejército y los médicos de la Marina que trabajan en la prisión y el tribunal de guerra fueron formados para una misión específica de la policía militar: alojar y cuidar a los detenidos de la guerra contra el terrorismo que llevan mucho tiempo en prisión. Se trata de hombres mayores que han estado en Guantánamo 17 años o más. Los guardias de prisiones del ejército y los médicos de la Marina ahora están encargados de decenas de hombres más jóvenes, hispanohablantes, procedentes de centros de detención de inmigrantes que funcionan con normas diferentes.

Además, algunos de los inmigrantes están recluidos en lo que podría denominarse doble custodia militar en la base altamente restringida, cuyo acceso está controlado por su comandante de la Marina.

Los hombres que han sido catalogados como “extranjeros ilegales de alto riesgo” están recluidos en un edificio penitenciario que hasta hace poco albergaba a sospechosos de pertenecer a Al Qaeda. Ese edificio está dentro de una zona de seguridad especial para operaciones de detención en tiempo de guerra, cuyo acceso controla un coronel del ejército que responde ante el Mando Sur de Estados Unidos.

¿Sabemos cuánto costará?

No, pero va a ser costoso. Las tiendas de campaña y los catres ya estaban almacenados en Guantánamo, por si se producía una crisis humanitaria en el Caribe. Pero la mayoría de las provisiones, incluida el agua potable, tendrán que ser transportados a la base por vía aérea.

Las funciones penitenciarias y judiciales de la operación de guerra contra el terrorismo han costado miles de millones de dólares desde 2002. Según un estudio de 2019, eso equivale a 13 millones de dólares por preso al año, incluidos los costos judiciales.

Pero esa operación tiene más costos fijos, con soldados que llegan en rotaciones programadas en aviones chárter y se alojan en un barracón construido para los guardias de la prisión.

Ahora el Pentágono ha aumentado las misiones aéreas a la base utilizando aviones C-17 y otras costosas aeronaves de carga de las Fuerzas Aéreas, y tendrá que movilizar, alojar y entrenar a más fuerzas para la nueva misión.

¿Todo esto forma parte de una estrategia comunicacional?

Ciertamente, las fotos de hombres con grilletes siendo embarcados en aviones de carga con destino a Guantánamo podrían estar enviando un mensaje.

Es posible que se disuada a los extranjeros de entrar ilegalmente en Estados Unidos por miedo a terminar en Guantánamo. También es posible que los partidarios de Trump vean la operación como el cumplimiento de una promesa que el presidente hizo en su primera campaña de llenar las celdas de Guantánamo con “tipos malos”.

Las impugnaciones legales ya comenzaron.

c. 2025 The New York Times Company

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