Quema auto con su ex esposa y tres hijos dentro y luego se mata

Internacional
/ 20 febrero 2020

El hombre impidió que las personas ayudaran a la mujer y a los niños a salir del vehículo, casuando su muerte. Luego se suicidó con un puñal

Australia.- En Brisbane, Australia, un hombre se suicidó incrustándose un cuchillo en el pecho luego de encender el carro de su ex esposa con sus tres hijos dentro. Los niños fallecieron tras no ser rescatados debido que su padre impidió que otras personas ayudaran a apagar las llamas.

Rowan Charles Baxter, de 42 años, era un ex jugador profesional de rugby, que había formado una familia con Hannah, de 31 años. Ambos tenían tres hijos de 6, 4 y 3 años. La pareja, sin embargo, se separó el año pasado luego de más de una década juntos.

$!Quema auto con su ex esposa y tres hijos dentro y luego se mata

El miércoles, a las 8:20 a.m. (hora local), Rowan roció gasolina sobre el auto Kia Sportage en el que se encontraban la mujer y los niños, y avivó las llamas, de acuerdo con el diario Daily Mail Australia.

La madre logró salir del coche en llamas, gritando “¡Me ha rociado con gasolina!”, según el canal ABC de Australia. Al poco tiempo, ella también exclamaba: “¡Mis niños están en el carro, salven a mis niños!”, de acuerdo con lo contado por testigos al citado diario.

$!Quema auto con su ex esposa y tres hijos dentro y luego se mata

Los residentes del lugar intentaron apagar el fuego, pero fueron disuadidos por el hombre, quien incluso manifestó querer que su familia muriera, relata Aaron Snell, un vecino que presenció los hechos. 

“Estaba tan furioso y se volvía absolutamente loco… él quería que el carro ardiera”, indicó al medio News Corp.

$!Quema auto con su ex esposa y tres hijos dentro y luego se mata

Otro testimonio, recogido por Daily Mail, afirma que Rowan sacó un cuchillo del auto en llamas y se lo clavó en el pecho, cayendo muerto.

Los tres niños perecieron en el fuego, mientras que la mujer fue llevada a un hospital, donde falleció esa noche debido a la gravedad de sus quemaduras.

COMENTARIOS

Selección de los editores