Se revelan cinco cardenales contra el papa por enseñanzas católicas sobre homosexuales y ordenación de mujeres, Francisco les responde

Ciudad del Vaticano- Los cardenales que se rebelaron contra el Pontífice publicaron cinco cuestionamientos que ya habían enviado a Francisco, conocidas como “dubia”, además de una carta abierta dirigida a los fieles católicos en la que dan a conocer sus preocupaciones.

Los cardenales expresaron que se sienten obligados a informar a los fieles “para que ustedes no sean objeto de confusión, error y desaliento”.

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Tanto la carta como las preguntas, fueron recogidas primero en los blogs del veterano periodista del Vaticano, Sandro Magister y Messa in Latino, a tan solo dos días antes de que comenzara el gran sínodo, mismo que se levará a cabo durante tres semanas en el Vaticano. Para este encuentro están convocados más de 450 obispos y legos que se reunirán a puertas cerradas para el propósito de abordar el futuro de la Iglesia católica tras dos años de consultas con los feligreses en todo el planeta.

Entre los temas que van a ser tratados están las peticiones de poner a las mujeres en puestos en donde tengan la capacidad de decisión, como diácono, y que los fieles tengan más poder en relación con la gobernanza de la Iglesia. También se pide una “inclusión radical” de católicos de la comunidad LGBTQ+, así mismo a otras personas que han sido marginadas por la institución, además de nuevas medidas de control en cómo es que ejercen los obispos su autoridad para impedir abusos.

Estos asuntos y sus propuestas de incrementar la implicación de los legos, por un lado, emociona a los progresistas, mientras que los conservadores consideran que cualquier cambio en la Iglesia Católica podría provocar una escisión. Los cardenales le piden al papa que revalide la doctrina católica para que el sínodo no perturbe las enseñanzas tradicionales de la Iglesia.

Fundamentalmente, los cardenales conservadores solicitaron al Pontífice que acentuara que la Iglesia “no puede bendecir a parejas del mismo sexo y que cualquier acto sexual fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer es un grave pecado”. Por su pate, El Vaticano sostiene que “los homosexuales deben ser tratados con dignidad y respeto, pero que los actos homosexuales son “desordenados de forma intrínseca””.

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La carta y los cuestionamientos planteados por los purpurados conservadores representan un nuevo desafío de la cúpula eclesiástica al pontificado de Francisco y sus intentos por implementar reformas. Los firmantes de la misiva son algunos de los mayores críticos del papa.

Entre los cardenales contrarios a Francisco están Walter Brandmueller, de Alemania, Raymond Burke, de Estados Unidos.

PAPA FRANCISCO LES RESPONDE

Francisco respondió a las “dudas” de los prelados conservadores diciéndoles que “no podemos constituirnos en jueces que solo niegan”.

Así mismo, Francisco aclaró que “la Iglesia tiene una concepción muy clara sobre el matrimonio”, que es “una unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos” por lo que “evita todo tipo de rito o sacramental que pueda contradecir esta convicción y dar a entender que se reconoce como matrimonio algo que no lo es”.

Y a su vez, acentúa que “en el trato con las personas no hay que perder la caridad pastoral, que debe atravesar -dice- todas nuestras decisiones y actitudes”.

“La defensa de la verdad objetiva no es la única expresión de esa caridad, que también está hecha de amabilidad, de paciencia, de comprensión, de ternura, de aliento. Por consiguiente, no podemos constituirnos en jueces que solo niegan, rechazan, excluyen”, defiende el papa.

En opinión del Pontífice, “la prudencia pastoral debe discernir adecuadamente si hay formas de bendición, solicitadas por una o por varias personas, que no transmitan una concepción equivocada del matrimonio” porque, dijo, cuando se solicita una bendición “se está expresando un pedido de auxilio a Dios”.

“Si bien hay situaciones que desde el punto de vista objetivo no son moralmente aceptables, la misma caridad pastoral nos exige no tratar sin más de ‘pecadores’ a otras personas cuya culpabilidad o responsabilidad pueden estar atenuadas por diversos factores que influyen en la imputabilidad subjetiva”, explicó el papa.

Francisco hice referencia a Juan Pablo II, quien dijo “claramente que si bien solo el sacerdote preside la Eucaristía, las tareas ‘no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros’”, en su exhortación apostólica “Christifideles laici” (1988).

“Si esto no se comprende y no se sacan las consecuencias prácticas de estas distinciones, será difícil aceptar que el sacerdocio esté reservado solo a los varones y no podremos reconocer los derechos de las mujeres o la necesidad de que participen, de diversas maneras, en la conducción de la Iglesia”, concluyó Francisco.

Con información de las Agencias The Associated Press y EFE.