Las elecciones en Francia se convierten en una ‘pesadilla’ para los judíos del país

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/ 24 junio 2024

La agresión a una niña judía de 12 años está exacerbando una situación ya de por sí tensa y divisiva

Por Roger Cohen

La presunta violación el pasado fin de semana de una niña judía de 12 años por parte de unos chicos que le profirieron insultos antisemitas ha encendido tensiones latentes en Francia sobre las actitudes hacia la mayor comunidad judía de Europa Occidental.

El presidente Emmanuel Macron, un político de centro cuya decisión e convocar elecciones anticipadas este mes conmocionó incluso a sus aliados más cercanos, respondió denunciando la “lacra del antisemitismo” en las escuelas francesas.

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El primer ministro, Gabriel Attal, instó a los políticos a “rechazar la banalización” del odio hacia los judíos, un ataque apenas velado a Jean-Luc Mélenchon, el líder de la izquierda que ha expresado su apoyo a Palestina y el 2 de junio calificó el antisemitismo en Francia como “residual”.

Se produjeron más de 360 episodios antisemitas en Francia en los tres primeros meses de este año, o un promedio de cuatro al día, lo que implica un aumento del 300 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, según el gobierno. En el más reciente, que conmocionó al país, tres adolescentes habrían arrastrado a una menor hasta un edificio abandonado donde la violaron e insultaron repetidamente.

Los tres chicos, de 12 y 13 años, uno de ellos conocido previamente por la chica, están siendo investigados por violación, amenazas de muerte e insultos “agravados por su vinculación con la religión de la víctima”, según informó el miércoles un comunicado de la fiscalía. Dos de ellos están en prisión preventiva.

El lugar de los judíos en la sociedad francesa se ha convertido en un tema destacado de las elecciones porque el Frente Nacional, el partido de Marine Le Pen cuya posición en contra de la migración es la base de su creciente popularidad, ha sido uno de los movimientos que más ha apoyado a Israel y a los judíos franceses desde el atentado terrorista del 7 de octubre contra Israel dirigido por Hamás.

En cambio, Francia Insumisa, el partido de Mélenchon, ha denunciado con vehemencia la operación militar de Israel en Gaza calificándola de “genocidio”.

Esta denuncia a menudo ha parecido desviarse hacia el antisemitismo declarado, como cuando Mélenchon acusó a Yaël Braun-Pivet, presidente de la Asamblea Nacional y judío, de “acampar en Tel Aviv para alentar la masacre”. Mélenchon calificó a Élisabeth Borne, ex primera ministra francesa e hija de un superviviente del Holocausto, de expresar “un punto de vista extranjero”.

Mélenchon dijo el miércoles que estaba “horrorizado por esta violación en Courbevoie”, el suburbio del noroeste de París donde la fiscalía dijo sucedió el incidente.

La confrontación del Frente Nacional que, de pronto se ha mostrado a favor de Israel —a pesar de que su fundador antisemita, Jean-Marie Le Pen, describió el Holocausto como “un detalle” de la historia— con una extrema izquierda que Macron describió la semana pasada como “culpable de antisemitismo” ha puesto a los judíos franceses, y a otras personas, en una situación complicada.

¿Se atreverán a votar por el partido de Le Pen, a pesar de su historial de antisemitismo y su determinación xenófoba de prohibir el uso público del pañuelo musulmán en caso de resultar electos, por su disgusto con la Francia Insumisa de Mélenchon?

En muchas circunscripciones, lo más probable es que el enfrentamiento en la segunda vuelta del 7 de julio sea entre los dos partidos extremistas. Muchos votantes que antes eran centristas están cansados de Macron y no quieren volver a votar por él.

Serge Klarsfeld, un célebre perseguidor de nazis y destacado judío francés, dijo esta semana que había tomado una decisión si se viera obligado a elegir entre los dos.

“El Frente Nacional apoya a los judíos, apoya al Estado de Israel, y es bastante normal, dada mi experiencia en los últimos 60 años, que entre un partido antisemita y un partido projudío, vote al projudío”, declaró a la cadena LCI en una entrevista.

A otros no les pareció “normal”. En 2022, Klarsfeld firmó un artículo en el periódico Libération titulado “No a Le Pen, hija del racismo y el antisemitismo”. Eso muestra el cambio efectuado por el Frente Nacional en dos años, ya que el partido se encuentra al borde de una posible victoria que podría conseguirle el cargo de primer ministro.

Un artículo publicado el jueves en el diario Le Monde por la académica Michèle Cohen-Halimi, el escritor Francis Cohen, y el cineasta Leopold von Verschuer, se titulaba: “Serge Klarsfeld cortocircuita la historia para ponerla patas arriba”. Calificaba su “inesperada legitimación del Frente Nacional” de traición a las víctimas de los nazis, cuyos terribles destinos había sacado a la luz con sus investigaciones.

Alain Finkielkraut, uno de los intelectuales públicos más destacados de Francia y miembro de la Academia Francesa, escribió en el semanario Le Point sobre su propia “pesadilla” personal, al verse enfrentado a una elección casi imposible.

Sostuvo que la campaña de Francia Insumisa se había basado en el “odio a Israel” y citó a Aymeric Caron, legislador miembro de la coalición Nuevo Frente Popular que han formado los partidos de izquierda, quien insinuó que los judíos eran inhumanos.

El 27 de mayo, Caron dijo en la plataforma social X: “Es evidente que Gaza ha demostrado que no, que no pertenecemos a la misma especie humana”. Se refería a los partidarios de la campaña militar israelí en Gaza.

Finkielkraut escribió que, desde hacía tiempo, le resultaba inimaginable votar a favor del Frente Nacional para formar un baluarte contra el antisemitismo. “Aún no he llegado a ese punto, pero quizá me vea obligado a hacerlo en algún momento si no hay otra alternativa. Sería una pesadilla. La situación actual es desoladora para los judíos franceses”.

El Frente Nacional participó en una gran manifestación contra el antisemitismo en París en noviembre. Macron no lo hizo. Tampoco Mélenchon, quien dijo que “los amigos del apoyo incondicional a la masacre tienen su cita”.

La erosión del centro en la política francesa, representada por Macron, cuyo partido Renacimiento fue derrotado por el Frente Nacional en las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, se encuentra en estado avanzado.

Parece totalmente plausible que el Frente Nacional y el Nuevo Frente Popular surjan como las dos fuerzas más grandes en el Parlamento el 7 de julio.

Las principales organizaciones judías francesas, que representan a muchos de los 450.000 judíos que se estima que viven en Francia, se han negado a respaldar el abrupto sentimiento projudío de Le Pen y su joven aliado, Jordan Bardella.

“Hay alternativas a esta oposición entre una izquierda antisemita y una extrema derecha nacionalista y populista”, dijo Yonathan Arfi, presidente del CRIF, una organización que representa a los judíos franceses, a Radio Francia Internacional el jueves.

“Por la historia judía sabemos lo que puede costar el populismo; sabemos que nunca ha sido un baluarte contra el antisemitismo, digan lo que digan hoy los líderes del Frente Nacional”, añadió Arfi.

Raphaël Glucksmann, el socialista moderado que lideró una exitosa campaña en las elecciones al Parlamento Europeo y luego se unió al Nuevo Frente Popular, enfadando a muchos de sus partidarios que detestan a Mélenchon, dijo del reciente ataque que “la expresión de estupor, compasión y repugnancia no son suficientes”.

Y añadió que “la explosión de palabras antisemitas, actos y violencia desde el 7 de octubre debe ser una llamada de atención colectiva”.

La purga del antisemitismo en el Frente Nacional parece ser un trabajo que sigue en curso. Esta semana, el partido tuvo que retirarle su apoyo a Joseph Martin, quien fue su candidato en una circunscripción en Bretaña, Francia, después de que Libération revelara que había hecho una declaración en las redes sociales en 2018 que decía: “El gas le hizo justicia a las víctimas del Holocausto”.

c. 2024 The New York Times Company

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