Destilería rinde homenaje al Batallón de San Patricio y al general Ignacio Zaragoza en Casa Coahuila, de CDMX
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Presidió el evento Lilia Esperanza Cárdenas Treviño, presidenta de Casa Coahuila
CIUDAD DE MÉXICO.– Con un despliegue que evocó el pasado histórico y cultural de México e Irlanda, la Destilería San Patricio presentó su línea de destilados en un evento sin precedentes en Casa Coahuila, Coyoacán, donde además se montó una ofrenda en honor al legendario Batallón de San Patricio y al general Ignacio Zaragoza.
Durante la conferencia de prensa, se mostró por primera vez el video promocional de Battalion Whiskey, destacando la hermandad entre México e Irlanda y su historia compartida.
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Luis Rubén Cuevas González Bravo, CEO de Destilería San Patricio, explicó: “El video se inspira en la Batalla de Churubusco del 20 de agosto de 1847, un momento crucial en nuestra historia. Los actores, vestidos al estilo catrina como soldados, reviven la solemnidad de aquella época, y la ofrenda evoca escenas significativas de las batallas de los San Patricio, con objetos que rinden homenaje a su valentía y sacrificio en la intervención estadounidense de 1847”.
La presidenta de Casa Coahuila, Lilia Esperanza Cárdenas Treviño, inauguró oficialmente la ofrenda y recibió a los asistentes, quienes disfrutaron de un ambiente enriquecido por danzas tradicionales, la música de gaitas y la actividad de pintarse de calaverita, generando una atmósfera festiva y reflexiva.
“Para nosotros, nuestros destilados no son solo una bebida; son un homenaje a la historia y las raíces que nos unen”, comentó Cuevas González Bravo, enfatizando la misión de su empresa de rescatar y rendir homenaje a los lazos históricos y culturales entre las dos naciones.
UN VISTAZO AL PASADO: EL LEGADO DEL BATALLÓN DE SAN PATRICIO
En la intervención estadounidense en México (1846-1847), el Batallón de San Patricio, compuesto por inmigrantes europeos, en su mayoría irlandeses y católicos, se unió al Ejército Mexicano en su lucha contra la invasión de Estados Unidos. Esta unidad militar, liderada por el irlandés John O’Reilly, mostró una lealtad inquebrantable al País que los acogió y se distinguió en batallas como la de Monterrey y Churubusco. Con una bandera verde, adornada con un arpa dorada y la frase “Erin Go Bragh” (Irlanda para siempre), el batallón se convirtió en un símbolo de hermandad y resistencia.
Aunque el desenlace fue trágico, ya que muchos fueron capturados y castigados severamente, su memoria perdura y su legado es celebrado como un símbolo de unión y amistad entre México e Irlanda.
