AMLO reitera llamado anticorrupción: "Se acaba el derroche, se acaban los lujos"

Nacional
/ 5 octubre 2019

López Obrador dijo que su gobierno impulsó modificaciones a la Constitución para considerar a la corrupción como delito grave, por lo que ahora “quien roba va al tambo sin derecho a fianza”

La corrupción está bajo control porque ya no se permite arriba, en los altos niveles de gobierno, sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Al encabezar aquí el “Diálogo con la comunidad del Hospital Rural Zacapoaxtla”, dijo que antes de esta administración las transas más grandes que se llevaban a cabo con el visto bueno del presidente, “pero ahora como arriba no se permite la corrupción, eso está bajo control”.

“Estoy ahí pendiente, nada más como guardián, que nadie se vaya a atrever a robarse el dinero del presupuesto que es dinero sagrado del pueblo”, agregó en el evento acompañado por su esposa Beatriz Gutiérrez, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, y funcionarios federales y locales del sector salud.

Por eso, dijo López Obrador, su gobierno impulsó modificaciones a la Constitución para considerar a la corrupción como delito grave, por lo que ahora “quien roba va al tambo sin derecho a fianza”.

Asimismo, tampoco hay lujos en el gobierno y con la Ley de Austeridad Republicana, de próxima aprobación, se van a fijar los lineamientos para que los funcionarios aprendan a vivir en la justa medianía, ratificó el jefe del Ejecutivo federal.

“Se acaba el derroche, se acaban los lujos, se acaba la prepotencia”, sostuvo y ahora se va a estigmatizar al ladrón y el corrupto va a ser señalado para que les dé vergüenza, porque antes ni siquiera perdían su respetabilidad.

López Obrador mencionó que los ocho mil elementos del Estado Mayor Presidencial ya no cuidan al presidente, sino que pasaron a formar la Guardia Nacional y a la Secretaría de la Defensa, para cuidar al pueblo.

“Al presidente lo cuida la gente”, no como antes se hacía con el Estado Mayor Presidencial que se utilizaba como “un acto de fantochería, no es que les fueran a hacer algo, es que así se sentían importantes, pequeños faraones acomplejados y corruptos”, y finalizó: “ya no le gusta a Beatriz (su esposa) que yo hable así”.

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