Analiza exmando de la Policía Federal ligado a García Luna declararse culpable en EU
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La audiencia contra Iván Reyes Arzate se pospuso hasta el 16 de junio, para “permitir que las partes concentraran sus esfuerzos en las negociaciones"
Iván Reyes Arzate, ex comandante de la Policía Federal preso en el Centro de Detección Metropolitana de Brooklyn, Nueva York, por conspirar para distribuir, poseer e importar cocaína a Estados Unidos, estudia una declaración de culpabilidad propuesta por la fiscalía, informó el fiscal Michael Robotti.
“Las partes siguen negociando una declaración de culpabilidad y, sobre la base de esas negociaciones, el gobierno recientemente proporcionó al abogado defensor un acuerdo de declaración de culpabilidad”, escribió en un memorándum el fiscal al juez Brian Cogan.
Por ello, la audiencia de Reyes Arzate, prevista para el 8 de abril, se pospuso hasta el 16 de junio y de ese modo “permitir que las partes concentrar sus esfuerzos en las negociaciones de declaración de culpabilidad y para que el acusado y el abogado defensor revisen el acuerdo”.
El departamento de justicia espera que Reyes Arzate declare en contra de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, quien también continúa detenido en Nueva York y tendrá un audiencia el 19 de abril.
Iván Reyes Arzate se entregó en 2017 a las autoridades de Estados Unidos, y en 2018, fue sentenciado en Illinois a 40 meses por cargos de obstrucción de justicia y por vender información a una facción del cártel de los Beltrán Leyva.
Pero a unas horas de obtener su libertad, fiscales de Nueva York le levantaron otra acusación por narcotráfico.
En 2008, fue nombrado comandante de la Policía Federal, siendo parte de un selecto grupo de policías entrenados por la DEA en Quantico, Virginia. Como tal, manejaba información sensible que, presuntamente, terminó vendiendo para proteger a los capos.
El gobierno ha dicho que cuenta con más de 80 mil fojas de pruebas en su contra, además de que en agosto pasado, le interceptaron una producción “voluminosa de comunicaciones electrónicas” que se agregó a la recopilación de descubrimientos en su contra, con los cuales buscan obligarlo a que se declare culpable.
