Grupos ambientalistas piden presionar a México para que salve a la vaquita marina
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El Consejo para la Defensa de Recursos Naturales así como el Centro para la Diversidad Biológica y otros grupos ambientalistas señalaron en una carta abierta que México no ha implementado una prohibición a las redes agalleras de pesca, en las que se quedan atrapadas las vaquitas marinas.
Grupos ambientalistas pidieron que se implemente una prohibición internacional al comercio de una variedad de productos del mar y vida silvestre mexicana, con el fin de obligar a México a tomar medidas más estrictas para salvar a la vaquita marina, el mamífero marino en mayor peligro de extinción en el mundo.
Estados Unidos ya tiene un embargo sobre las importaciones de camarón procedentes del alto Golfo de California, también conocido como mar de Cortés y que es el único sitio en el que vive la vaquita marina. Actualmente, quedan alrededor de 10 ejemplares de la marsopa.
El Consejo para la Defensa de Recursos Naturales, el Centro para la Diversidad Biológica y otros dos grupos dijeron en una carta abierta que México no ha implementado una prohibición a las redes agalleras de pesca, en las que se quedan atrapadas las vaquitas. Las redes son colocadas para la captura de totoaba, un pez en peligro de extinción cuya vejiga es considerada un manjar en China y cuyo valor alcanza los miles de dólares.
“Sólo la presión internacional más intensa obligará a México a sacar del agua las redes de pesca letales antes de que esas pequeñas marsopas desaparezcan para siempre”, escribió Sarah Uhlemann, directora del programa internacional del Centro para la Diversidad Biológica.
El gobierno mexicano no comentó de inmediato al respecto.
En marzo, un organismo gubernamental desató críticas al anunciar que consideraría varias propuestas que muy posiblemente perjudicarían a la vaquita. El gobierno no ha anunciado si esas propuestas serán aceptadas.
El grupo interinstitucional de México dijo que considera retirar la protección de la totoaba como especie en peligro de extinción. La apertura de la pesca legal de la totoaba probablemente aumentaría la muerte de las vaquitas, pero supondría un mayor ingreso para algunos pescadores de México.
El grupo también dijo que consideraba reducir la zona de protección para la vaquita, lo que podría ampliar el área para el uso de redes agalleras para la pesca de totoaba y otras especies. Las vaquitas quedan atrapadas en las redes y se ahogan.
Además, el grupo revivió una vieja y desacreditada teoría que atribuye el descenso en la población de la vaquita a la falta de flujo de agua desde Estados Unidos a través del río Colorado, que nace en el territorio estadounidense y desemboca en el Golfo de California.
La teoría del río Colorado señalaba que la disminución de agua dulce del río a causa del aprovechamiento estadounidense había aumentado la salinidad de la zona norte del golfo, afectando de alguna manera a la vaquita marina.
La semana pasada, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza publicó una carta que refutaba ese argumento, señalando que “la comunidad científica acepta ampliamente que la mortalidad insostenible en las redes agalleras (colocadas para la pesca de camarón, totoaba y otros peces) es la causa de la rápida disminución de la población de la vaquita... No hay razón para buscar una explicación alternativa para el declive sin precedentes de la vaquita”.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México ha dicho que la disminución en el número de vaquitas y el área donde donde se les ha visto en los últimos años justifica la reducción de la zona de protección, que actualmente abarca la mayor parte de la zona norte del golfo. La zona empieza alrededor del delta del río Colorado y se extiende hacia el sur pasando por la localidad pesquera de San Felipe, en Baja California, y cerca de Puerto Peñasco, en Sonora.
Pero una acción de este tipo también sería admitir la posibilidad de que la pequeña marsopa jamás recupere en su totalidad su hábitat histórico.