Peña Nieto dejó refinerías en un mínimo de producción: 34%; plan de AMLO debe ser transexenal: analistas

Nacional
/ 15 diciembre 2018

La crisis petrolera por la que atraviesa México se debe, sobre todo, a la falta de inversión por parte de Pemex (entre 2012 y 2018, durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, el gasto capital en transformación industrial cayó en 55 por ciento)

México atraviesa por una crisis en materia energética que alcanzó niveles históricos con la administración del exPresidente Enrique Peña NietoEn el sexenio pasado, la capacidad utilizada de lasseis plantas de refinación pasó de 78 a 34 por ciento, mientras que la producción de gasolinas cayó en 74 puntos porcentuales.

El reto es enorme. Pero transformar a México en un país con autosuficiencia energética es una proceso transexenal que podría iniciar con el Plan Nacional de Refinación del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, la modernización de las seis refinerías existentes y la construcción de la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, no lo garantizan, coincidieron analistas consultados.

Entre 2012 y 2017, la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Transformación Industrial cayó en 36 por ciento real (al pasar de 29.2 a 18.6 mil millones de pesos) y la producción nacional de crudo cayó en 27 por ciento (al pasar de 2.5 a 1.8 millones de barriles diarios).

Asimismo, la producción promedio de petrolíferos cayó en ocho por ciento (pasó de 1 millón a 950 mil barriles diarios) y su importación aumentó en tres por ciento (de 557 a 588 mil barriles diarios). En el caso de las gasolinas, el déficit fue de 74 puntos porcentuales (de 418 a 108 mil barriles diarios) y las importaciones se incrementaron en 25 por ciento (de 394 a 302 mil barriles diarios).

La falta de autosuficiencia energética durante el sexenio pasado fue tan grave que, en 2015, Pemex registró su peor crisis en 22 años, cuando alcanzó un déficit financiero de 176 mil 451 millones de pesos (cifra 61.5 por ciento superior al déficit de 2014).

La finalidad es dotar al país de seguridad energética, superar el déficit nacional de las gasolinas (importamos el 74 por ciento de lo que consumimos en el mercado interno) y reducir su costo actual (de 11.62 a 22.65 pesos, dependiendo de la región del país).

Por un lado, el Plan Nacional de Refinación impulsa la construcción de una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco.

Esta tendrá un costo aproximado de 8 mil millones de dólares, con una capacidad de producción de 340 mil barriles diarios de crudo, para obtener 170 mil barriles de gasolina y 120 mil de diésel (de ultra bajo azufre) diarios. Es decir, contará con el potencial para generar 36 por ciento más gasolinas de las que son producidas al día de hoy.

Para 2022, el proyecto prevé la producción diaria de 1 millón 863 mil barriles de crudo, 781 mil de gasolina y 560 mil de diésel.

Para la socia fundadora de Brilliant Energy Consulting, aunque la propuesta suena “bien”, pero el plan de negocios es desconocido. Esto es particularmente importante ya que las grandes obras –como la construcción de una refinería– implican altos costos y sobrecostos; además del factor tiempo, según el cual, “es improbable que la haya terminado, para operarla y suministrar, en unos cuantos años”.

A pesar de que es algo “deseable y positivo”, confirmó a SinEmbargo Arturo Carranza, asesor energético de la consultoría Mercury, “el tiempo es poco probable que se cumpla”.

Según Carranza, “el tema de las ingenierías es el más complicado” y, aunque López Obrador tuviera resuelta esa parte,  “tres años de construcción es un periodo muy corto” ya que implica, también, un diseño que por sí solo puede durar un sexenio entero.

En el mejor de los casos, dijeron los especialistas, AMLO habrá puesto la primera pieza para un proceso escalonado que trascenderá su periodo de mandato y cuyos resultados, quizá, no los veamos en los próximos seis años.

MANTENER Y RECONFIGURAR

El mantenimiento (que previene desperfectos, pero no agrega valor a la cadena productiva) y la reconfiguración (que implica incluir más procesos de producción para aumentar el volumen de petrolíferos y refinados) de las plantas es la opción más viable. Empero, requerirá de un diagnóstico integral para conocer, a cabalidad, el estado actual de las refinerías.

Con mayor perforación, AMLO sí podría aumentar la producción de crudo a 2.4 millones de barriles diarios para 2024.

En la opinión del doctor Nicolás Domínguez Vergara, especialista energético del Departamento de Sistemas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Azcapotzalco, debido a que ya se conoce la locación de grandes yacimientos petroleros –en Campeche, Chihuahua, el litoral de Tabasco y Veracruz, por ejemplo– no habrá necesidad de explorar tanto.

Con el aumento de la oferta, el investigador anticipó que tendríamos suficiente producción para limitar las importaciones, reducir las exportaciones e insertar la cantidad suficiente de crudo en el mercado interno para cubrir la demanda nacional de energéticos (que es lo que propone AMLO).

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