Pandora Papers: Los apellidos de siempre están en el club de los multimillonarios mexicanos
La investigación internacional desenmarañó las argucias utilizadas por un minúsculo grupo de multimillonarios mexicanos para mover sus fortunas –nacidas gracias al favor del poder político– en compras e inversiones en el extranjero.
Los integrantes de la élite económica mexicana tienen puntos en común: muchos heredaron sus fortunas y grupos empresariales, se han beneficiado de monopolios creados de la mano del poder político y de las privatizaciones llevadas a cabo durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y gobiernos anteriores del actual les han obsequiado multimillonarias condonaciones fiscales.
No sólo eso: también acostumbran canalizar parte de sus fortunas a paraísos fiscales y bancarios, desde los cuales satisfacen sus excentricidades y diversifican sus portafolios de bienes mediante la compra de inmuebles en Estados Unidos –principalmente en Miami, Nueva York o Vail–, yates o aviones o para controlar cuentas bancarias en Suiza.
Entre ellos destacan Germán Larrea Mota Velasco, Alberto Baillères González, María Asunción Aramburuzabala Larraguí, Olegario Vázquez Raña, Francisco Javier Robinson Bours, Jaime Chico Pardo, Leopoldo Espinosa Abdalá, Antonio Madero Bracho y otros integrantes de familias mexicanas multimillonarias registradas en la revista Forbes.
También existen estructuras de familiares de Carlos Slim Helú –de su sobrino político, Alejandro Aboumrad González–, Ricardo Salinas Pliego –desde su abuelo, Hugo Salinas Rocha–, un hijo del banquero Antonio del Valle Ruiz, otro de Roberto González Barrera (Gruma), el hermano de Carlos González Zabalegui (La Comer), nietos del banquero Manuel Espinosa Yglesias o primos de Emilio Azcárraga Jean (Televisa).
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Las estructuras de estos representantes de la cúpula de cúpulas fueron detectadas por Proceso y otros 149 medios en 117 países durante la investigación internacional #PandoraPapers (Papeles de Pandora), basada en la filtración de cerca de 12 millones de documentos de 14 despachos especializados en estructuras offshore.
Durante cerca de un año el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) coordinó la investigación. Ésta movilizó a cerca de 600 periodistas alrededor del mundo, quienes analizaron los millones de correos electrónicos, actas de registros, informes financieros, formularios o folletos de las firmas –principalmente Trident Trust, en las Islas Vírgenes Británicas (BVI); Alemán; Cordero, Galindo & Lee (Alcogal), de Panamá; y Asiaciti, en Singapur– para ofrecer un nuevo vistazo inédito a las entrañas del mundo offshore.
En los #PanamaPapers, #BahamasLeaks o #ParadisePapers, investigaciones periodísticas previamente coordinadas por el ICIJ, Proceso y medios aliados ya habían revelado las estructuras offshore secretas de Ricardo Salinas Pliego, de los hermanos Calderón Rojas (FEMSA), de los Zambrano Alanís (Cemex), Agustín Franco Macías (Infra) o Eugenio Coppel Luken (Coppel).
En otras palabras: todos, o prácticamente todos, los multimillonarios del país han sido clientes de la industria offshore y usuarios de su amplia gama de servicios, que van desde estructuras de “optimización fiscal” –para pagar menos o ningún impuesto–, para controlar bienes en el extranjero o para eliminar sus huellas de ciertas operaciones.
De hecho, más de 130 multimillonarios de Forbes fueron detectados entre los archivos que dieron pie a la investigación #PandoraPapers, cuyas fortunas acumuladas sumaron más de 630 mil millones de dólares en 2021. Estos ultrarricos, vinculados a estructuras offshore, provienen del planeta entero, sea de Rusia, Estados Unidos, Brasil o el Reino Unido.
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Controlar estructuras offshore no constituye en sí un delito en México. Lo es cuando la estructura no fue reportada ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), o si movió recursos de origen ilícito, elementos que el periodismo no puede verificar pues están protegidos por el secreto fiscal.
En México, uno de los países más desiguales del planeta, donde ocho de cada 10 personas padecen por lo menos una carencia social y donde 40% de la población tiene un ingreso inferior a la canasta alimentaria, los multimillonarios presiden grupos que se han beneficiado de la mayor parte de los más de 400 mil millones de pesos de impuestos condonados por el SAT durante los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Según la organización Fundar, sólo 108 contribuyentes acapararon la mitad de estas condonaciones, mientras el resto se repartió entre otras 153 mil personas físicas y morales.
Las estrategias offshore abundan para acumular riquezas sin pagar impuestos, lejos de la vista de las autoridades: un trust en Nueva Zelanda, operada por directores de papel y con una cuenta bancaria en Suiza, presta dinero a una sociedad de papel en las Islas Vírgenes Británicas, que termina canalizando el dinero a una sociedad de papel de Delaware o en Singapur, que a su vez son las dueñas legales de yates, mansiones en Nueva York, Miami o Vail, jets privados o cuentas de inversión.
Diseñar y concretar estos esquemas tiene un precio: algunos despachos de fiscalistas para ultrarricos facturan hasta en 200 dólares una llamada telefónica y cualquier trámite en registros públicos de jurisdicciones offshore rebasa rápidamente los mil dólares. Al parecer, estos costos son irrisorios en comparación con los beneficios económicos y la secrecía que ofrece la industria.
Grupo México
Germán Larrea Mota Velasco, el segundo hombre más rico de México, heredó de su padre, Jorge Larrea Ortega, la dirección del consorcio Grupo México en 1994, seis años después que el gobierno de Salinas de Gortari le vendiera a un precio irrisorio la minera Cananea, con lo que se convirtió de la noche a la mañana en propietario de la principal mina de cobre del país.
De acuerdo con la revista Forbes, Larrea controla, en este 2021, cerca de 27 mil 110 millones de dólares; a raíz del incremento de los precios de los minerales después de la crisis económica derivada de la pandemia de covid-19, su fortuna se disparó en 146.5% en comparación con 2020, y las utilidades de Grupo México crecieron 38.5%.
Su fortuna se basa en la extracción de minerales pero también en la operación de ferrocarriles, en la energía, la operación de carreteras y la construcción, pues Grupo México encabeza el consorcio que ganó la licitación para construir el tramo 5 del Tren Maya, junto con la empresa española Acciona, por 17 mil 815 millones de pesos. Ello, a pesar de que Larrea fue un opositor declarado a la llegada de López Obrador a la Presidencia; llegó a exhortar a sus empleados para que no votaran por el tabasqueño.
Grupo México forma parte de los consorcios de multimillonarios que se han amparado para evitar que el SAT divulge los montos de las condonaciones de impuestos que le concedieron los gobiernos de Calderón y Peña Nieto.
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A través de la oficina en Miami del despacho fiscal Greenberg Traurig, el magnate contrató al despacho Trident Trust para crear nueve sociedades de papel en las BVI. Ocho de ellas, a su vez, controlaron sociedades de papel en Estados Unidos, las cuales eran propietarias legales de bienes inmobiliarios en diversas ciudades del vecino país, por un monto de 36.9 millones de dólares.
Dichos bienes incluían un condominio de 6.2 millones de dólares en el exclusivo municipio de Vail, Colorado –a donde la élite mexicana le gusta ir a esquiar–, un departamento de 11 millones 700 mil dólares en el muy exclusivo edificio Waldorf Astoria de Chicago, y otro condominio de 3 millones 572 mil dólares en el piso 38 del muy exclusivo edificio Ritz-Carlton de la misma ciudad.
Aramburuzabala
María Asunción Aramburuzabala Larregui, sexta persona más adinerada de México –y primera mujer de la lista nacional de Forbes, con 5.8 mil millones de dólares– heredó de su padre, Pablo Aramburuzabala Ocaranza, el imperio cervecero de Grupo Modelo, vendido en 2013 al gigante holandés Anheuser-Busch InBev por cerca de 20 mil millones de dólares.
A la muerte de su progenitor, la empresaria fundó la firma de capital privado Grupo Tresalia Capital –mediante la cual realiza inversiones multimillonarias–, lidera la desarrolladora Abilia, especializada en grandes proyectos inmobiliarios, y hasta la fecha forma parte del Consejo de Administración de Grupo Modelo.
Como la mayor parte de los millonarios mexicanos de la lista de Forbes, Aramburuzabala se ha beneficiado de contratos multimillonarios de los gobiernos federales –vendió software por 32 mil 714 millones durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto, y 2 mil 476 millones de pesos en la actual administración–, y recibió condonaciones de impuestos por 973 millones 433 mil pesos entre 2007 y 2013.
De la mano con los despachos Loeb Block & Partners, de Nueva York, y de la firma Asiaciti, basada en Singapur, Aramburuzabala y su familia crearon una red de sociedades offshore para controlar algunos bienes de alto valor.
El 7 de septiembre de 2007 fue creada la sociedad de papel Sky Chariot LLC, en Delaware; el 11 de junio de 2008, su madre, Lucrecia Larregui González, fundó el Sky Chariot Trust en Nueva Zelanda, con la sociedad fiduciaria Hamilton Trust Limited Partnership; indicó que los fondos provenían de la venta de Grupo Modelo y designó como “beneficiarias finales” a la multimillonaria y su hermana. Bajo ese esquema, el Trust controlaba 100% de las acciones de la sociedad de Delaware, dos figuras particularmente opacas, pues en ningún registro accesible al público aparece Aramburuzabala.
Entre 2010 y 2013 Sky Chariot Trust canalizó cerca de 40 millones de dólares a Sky Chariot LLC, la cual aparece como propietaria legal del jet privado Gulfstream G550 con matrícula XA-BUA, adquirido en 2014 y cuyo precio –como nuevo– ronda los 60 millones de dólares; desde 2019, esa matrícula está asignada a otra aeronave privada, un Bombardier Challenger 350, cuyo precio ronda los 26 millones de dólares.
Llama la atención que la mujer más adinerada de México use una empresa de papel de Delaware para controlar su jet privado, pues entre su portafolio de empresas figura la compañía de taxis aéreos Aerotresalia, SA de CV, que opera jets privados.
Además de su jet privado, Aramburuzabala utilizó su estructura offshore para adquirir residencias exclusivas en Estados Unidos; para ello, entre 2003 y 2008 creó una red de sociedades en Delaware y Escocia, vinculadas entre sí, llamadas Deer Valley Properties LLC, Deer Valley Crest Limited, Deer Crest LP, DC 16 Inc. y White Pine 16, Inc.
La multimillonaria usó estas estructuras para adquirir departamentos exclusivos en el rascacielos ubicado en el 432 de Park Avenue, en Nueva York, que con sus 425 metros de altura domina Central Park y ofrece departamentos cuyos precios oscilan entre 6 y 170 millones de dólares. Con las mismas entidades, la multimillonaria mexicana adquirió una casa y un terreno en Park City, Utah.
Baillères
Alberto Baillères González heredó de su padre Raúl Baillères Chávez –considerado en su tiempo uno de los hombres más ricos de México– el Grupo Bal, que incluye Industrias Peñoles y la mina de plata de Fresnillo, El Palacio de Hierro, GNP o el Instituto Tecnológico Autónomo de México; ha crecido y se ha codeado con el mundo político e incluso el Senado le otorgó la medalla Belisario Domínguez de la mano de Peña Nieto en 2015.
Entre los millones de archivos de #PandoraPapers hay tres estructuras en las cuales aparecen Baillères y su hermana, Celia, las cuales fueron creadas en jurisdicciones offshore y administradas por la firma panameña Alcogal.
El 14 de agosto de 2009 el magnate adquirió acciones en la sociedad de papel panameña Balelatina, SA, creada dos años antes por la galerista cubana Alina Menocal Johnson –dueña de la galería de arte contemporáneo Nina Menocal, en la colonia San Miguel Chapultepec–, su esposo Joel Rocha Rivero y el crítico de arte Juan Luis Morales Menocal.
La sociedad fue usada en 2009 para la feria de arte Hot Art Fair de Basilea, donde México fue el país invitado y Menocal fue asesora ejecutiva en la selección; la sociedad fue finalmente disuelta el 18 de octubre de 2012.
El 26 de agosto de 2009 Baillères también invirtió en la sociedad Energías Renovables de Mesoamérica, SA, también de Alina Menocal y Joel Rocha, que fue usada para participar en un proyecto eólico en Honduras.
En enero de 2011 su hermana, Celia Baillères González, constituyó por su parte dos sociedades de papel en Bahamas, llamadas Contessa Investments Limited y Topoco Investments Limited, que alimentó con recursos “heredados”, según un documento que la firma Necker, Glynn, Melamed & Muffly envió al despacho Alcogal. El propósito de estas sociedades no pudo determinarse.
Carlos Slim
Entre los millones de documentos de los #PandoraPapers, el magnate Carlos Slim Helú no aparece como dueño de sociedades de papel.
Sin embargo, filiales locales de su empresa constructora Impulsora del Desarrollo y el Empleo en América Latina (IDEAL) eran clientas del despacho Alcogal para sus operaciones en Panamá, entre ellas los proyectos hidroeléctricos Bajo de Mina y Baitún. Durante años el despacho defendió a las empresas de Slim ante demandas ambientales, y en sus folletos promocionales presumió que tenía al hombre más rico del mundo en su cartera de clientes.
“Desde la fecha en que Ideal Panamá resultó ganadora para la construcción y operación de los proyectos hidroeléctricos de Bajo de Mina y Baitún, dicha sociedad y sus funcionarios han sido objeto de diversas acciones judiciales en su contra. Alcogal representa los intereses de Ideal Panamá y sus directivos en dichas acciones. A la fecha, todas las acciones judiciales intentadas en contra de Ideal Panamá y sus funcionarios han sido desestimadas y no existe sentencia definitiva alguna en su contra”, indicó un vocero de IDEAL.
A finales de 2014 Alejandro Aboumrad González, sobrino político de Slim y CEO de IDEAL, a su vez filial de Grupo Carso, también contrató a Alcogal para comprar la unidad 207 del condominio Lionshead en el exclusivo condado de Vail, Colorado, el destino de turismo invernal para la élite mexicana en el que vacacionaron las primeras personas que resultaron enfermas de covid-19 en el país.
En los documentos del despacho Alcogal aparece IDEAL como cliente; sin embargo, Aboumrad sostuvo, en respuesta a un cuestionario, que IDEAL “nunca ha tenido de manera directa y/o indirecta la propiedad de la sociedad Lionshead 207, Inc, ni relación alguna con la misma y/o con la unidad 207 en el condominio Vail Lionshead Centre.
“Tanto Lionshead 207, Inc, como el inmueble, siempre han sido propiedad directa y a título personal de Alejandro Aboumrad González”, afirmó el vocero del empresario, quien agregó que “nunca se ha ocultado la identidad del beneficiario final”, y que los únicos en haber ocupado el condominio fueron Aboumrad y su familia, así como algunos terceros a quienes se arrendó el departamento.
“Lionshead 207, Inc., es una sociedad registrada ante las autoridades competentes y paga los impuestos requeridos en las jurisdicciones aplicables. Lionshead 207, Inc., se encuentra al corriente en sus obligaciones fiscales”, señaló.