Pobre Mexicana

Opinión
/ 2 octubre 2015

La substancia, en el eventual de que el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, cumpliera su amenaza de demandar a PC Capital por incumplir con su compromiso de rescatar a Mexicana de Aviación, apunta a que el banco de inversión cobró jugosos honorarios en la finta. con cargo a la línea aérea.

Estamos hablando de al menos 30 millones de pesos de los 50 millones facturados, según ello para reclutar inversionistas que integraran una "polla" para apuntalar a la alicaída firma pionera de la aviación nacional. Haga de cuenta sacar sangre de una piedra.

La erogación fue autorizada tanto por Gerardo Badin, conciliador del concurso mercantil a que está sujeta la empresa, como por el administrador general de la aerolínea, Javier Christlieb, cuya firma, en este caso, ya le costó el puesto.

Lo inaudito del asunto es que el promotor de la frustrada intentona, Arturo Barahona, quien soñaba con ser el director general de la aerolínea, pretende otros 30 millones adicionales por gastos realizados. A ello hay que agregar, naturalmente, los costos que representaron las pruebas realizadas para evaluar la seguridad de los aviones, además de la renta de hangares y el pago de mecánicos.

Lo cierto es que, al margen de las maniobras de seducción de Barahona, quien presentó a PC Capital con el entonces secretario de Comunicaciones y Transportes, Juan Molinar Horcasitas, y el subsecretario Humberto Treviño, hablando de su "larga experiencia" en la industria aérea, su plan de negocios era una calca del utilizado por el Grupo Posadas, anterior dueño de la firma.

Estamos hablando de operar con un capital mínimo, fondeándose con el flujo de efectivo de la clientela, lo que obligaba a una agresiva campaña de venta de paquetes a futuro o ventas de pretemporada, a contrapelo, naturalmente, de la desconfianza con que regresaría la línea aérea.

La mula no era arisca.
Desde otro ángulo, en calca fiel de la estrategia Posadas, seguida fielmente por su exdirector general, Manuel Borja Chico, la segunda fase del fondeo sería con cargo a los proveedores. Haga de cuenta una pirámide. con punta hacia el precipicio.

El esquemita había funcionado hace algunos años, cuando Mexicana competía agresivamente contra Aeroméxico. Naturalmente, roto el hilo por lo más delgado, cuando la fragilidad financiera llegó al mínimo, Posadas, es decir Gastón Azcárraga Andrade, se negó a arriesgar un solo centavo, como en su momento lo hicieron Interjet y Volaris, y lo hacen ahora Aeroméxico y VivaAerobus.

La explicación de Posadas es que el equilibrio se rompió cuando subió a niveles de escándalo el precio del combustible.

Lo inaudito, además, es que en la desesperación del ridículo de haber sido seducidos por el canto de las sirenas, ahora resulta que los funcionarios, con énfasis en el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, que en su momento descartaron la propuesta de TG Group, hoy le ven virtudes ocultas.

Quién se acuerda cuando se ponían oídos sordos a los desplegados del grupo de inversionistas encabezado por Roberto Carricarte, Juan Pablo Vega y Jaime Ramírez, en que se instaba a comparar las dos ofertas en la mesa. Quién se acuerda ya cuando se boicoteó una reunión con los sindicatos de la firma, que finalmente se realizaría en Mérida. con asistencia sólo del de tierra. Quién se acuerda ya cuando el grupo advertía una y otra vez que cada día sin volar le costaba a Mexicana 100 millones de pesos.

TG Group planteaba no sólo rescatar a la línea aérea, sino a sus filiales Click y Link, lo que, naturalmente, impulsaría menos despidos de personal.

Por lo pronto, si Mexicana estaba en la pobreza extrema, ahora está en la inopia, lo que gravitará sobre trabajadores, proveedores, Seguro Social, fisco y demás etcéteras, de declararse la quiebra. Y por lo pronto, además, los senadores Ricardo Monreal y Carlos Jiménez Macías están demandando la renuncia del secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, al que acusan de haber actuado con torpeza en el caso. Pobre Mexicana.

Balance general
Pues ahora resulta que Petróleos Mexicanos, en uno más de los bandazos que han llevado el litigio a extenderse por 15 años, se está rajando de su promesa de llevar el caso Mexicana de Lubricantes hasta sus últimas consecuencias. La paraestatal está planteando a la firma de capital mixto fabricante de aceites y lubricantes el retiro de una demanda penal en su contra, si se aprueban los estados financieros reformulados del año 2001 al 2008.

Como usted sabe la querella entre la firma y su socio minoritario se inició justo cuando se dejaron de transparentar los estados financieros.

La represalia de la compañía fue dar por terminados tres contratos vitales para la marcha de ésta, entre ellos, suministro de aceites básicos y maquila. Naturalmente, los números serían previamente maquillados.

Lo inaudito del caso es que a su privatización parcial la empresa tenía ingresos por 225 millones de dólares, con la novedad de que entre 1997 y el 2002 perdió 630 millones de pesos.

Dando y dando
La condición de la Casa Blanca para reabrir la posibilidad de que camiones de carga mexicanos entren en su territorio se supedita a que el gobierno cancele 50% de las sanciones que ha impuesto a diversas mercancías provenientes de su territorio.

El otro tanto llegaría cuando cruce el primer camión la frontera. Los productos que en su momento sancionó el país son carne de puerco, queso, maíz y frutas. Lo curioso del caso es que Estados Unidos se comprometió a la apertura a la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La obligación no admitía condicionantes.

Otra de Pemex
En el sospechosismo de un traje a la medida de la ganadora, hete aquí que tres organismos empresariales de Hidalgo le enviaron una carta al presidente Felipe Calderón para que ordene una investigación a fondo sobre la licitación para construir la barda perimetral de la refinería que se construirá en Tula.

De entrada, señalan que existía una propuesta de una firma local que planteaba un costo inferior en seis millones de pesos al propuesto por la compañía a quien se le levantó el brazo.

Más allá, se aduce que el convenio con la paraestatal a cambio de los terrenos para el complejo, era privilegiar la inversión local.

Camión por tranvía
La noticia es que el gobierno capitalino recuperará la ruta del tranvía que circularía desde la estación del ferrocarril suburbano de Buenavista al Centro Histórico, sólo que ahora con camiones y ampliando el recorrido hasta San Lázaro.

El trazo habla de un esquema similar al del Metrobús, pero en lugar de transporte articulado se utilizarán camiones de longitud no mayor a 12 metros. Tampoco habrá los paraderos habituales, sustituyéndolos por espacios no mayores de metro y medio.

La única calle de doble sentido para los transportistas será Venezuela, alguna vez Cocheros, sólo que éstos circularán en exclusiva, es decir, no habrá paso para vehículos particulares.

Los camioncitos serán de diseño aerodinámico para permitir una amplia visibilidad a los pasajeros, con la novedad del aire acondicionado y servicio de edecanes. Casi el paraíso.

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