Ballet de Monterrey
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XIII
Las ciudades están en constante expansión, crecimiento que se observa en el aumento de su mancha urbana, en concordancia a una debida planeación, o simplemente sin el control gubernamental o social. Pero a la par de ello crece su oferta y demanda de actividades artísticas.
Las políticas culturales que las instancias gubernamentales deben de considerar en el plan de crecimiento de la ciudad o estado donde se encuentre. Por ello, es necesario que dicho plan sea objetivo, de largo alcance y que muestre un estricto orden, sin coyunturas ni apasionamientos momentáneos. La sociedad y comunidad artística han fortalecido, con su presencia, las condiciones y calidad de lo que se tiene para el disfrute del arte.
En el ámbito de la danza clásica, pocas son las ciudades que se jactan de tener una presencia en este aspecto, tanto en la formación de ejecutantes y coreógrafos como de un público asiduo a los espectáculos dancísticos. Monterrey, Nuevo León es prueba de ello, al tener tanto universidades -públicas y privadas- como academias dedicadas a la formación de bailarines, aunado al apoyo que le dan las instancias culturales del estado, iniciativa privada y en gran medida la sociedad misma.
El Ballet de Monterrey, compañía con más de 2 décadas de existencia, conjunta un espíritu de apropiación de los regiomontanos por tratarse de una agrupación de calidad, que rinde frutos con su trabajo: presentaciones en sus temporadas anuales, su labor didáctica para niños y jóvenes, las intensas giras nacionales, el manejo prudente de la administración y el aprovechamiento integral de los diferentes medios de comunicación, beneficiando con ello a más de 70 mil personas anualmente.
El nivel artístico del Ballet de Monterrey es indudablemente de clase mundial. Aunado a ello, su forma administrativa es ejemplo de dinamismo y buena empresa cultural. Está apoyado en un patronato, cuyos miembros no dudan en llevar a buen puerto esta asociación civil sin fines de lucro, comprometida con el desarrollo social, de fomento e innovación artística. Su amplia lista de patrocinadores y benefactores hacen que esta compañía se sostenga, reconociendo así el esfuerzo, la disciplina y la constancia que ha mostrado a lo largo de su trayectoria.
La misión del Ballet de Monterrey de promover y difundir la excelencia de la danza clásica en sus diferentes expresiones cumple con una ciudad que la vio nacer, porque su visión comunitaria es de largo alcance: elevar y enriquecer el nivel cultural de la ciudad regiomontana.
joseguadalupepalacios@gmail.com