`Siento admiración por la suegra de mi esposo, ella es una persona amable y cariñosa.'

Opinión
/ 2 octubre 2015

QUERIDA ANA:

Me encanta leer las cartas que publica. ¿Cómo le hace para darles contestación y una solución a tanto problema que le plantean? Deveras que me asombra. Debe usted tener mucha experiencia de la vida para poder hacer lo que hace. Dios la siga bendiciendo con salud y sabiduría para que continúe ayudando a todo los que le escriben.

Yo no le traigo un problema. Le traigo una historia feliz y de ausencia total de egoísmo. La historia es acerca de la que era la suegra de mi esposo. Él estuvo casado 11 años con una señora que falleció hace poco más de cinco años. Ella estuvo enferma durante tres años y todos me dicen que su esposo, hoy mi esposo, se portó maravillosamente con ella durante su enfermedad. La ayudaba, la consentía, la acompañaba siempre con los doctores, la llevó a todos los lugares donde le dijeron que podían ayudarla a recobrar su salud, y se olvidó de amigos para estar al lado de ella. Pero por mala fortuna la enfermedad no tuvo cura y falleció. Tuvieron dos hijos, dos muchachos preciosos con los que me llevó mucho muy bien y que me quieren y los quiero.

Hace dos años conocí a este hombre encantador. Él todavía estaba triste por la ausencia de su esposa y sus amigos lo invitaban a salir a pescar, a acampar, a cenar y comer en sus casas o en reuniones de amigos, etc. En una de esas reuniones nos conocimos. Inmediatamente que comenzamos a platicar hicimos "click" y ese mismo día me invitó a salir a cenar. Yo acepté y así comenzó una amistad que se convirtió en noviazgo y luego, hace diez meses, nos casamos.

Yo estoy felicísima y él también se ve feliz, así como sus hijos. Vivimos en la misma casa que vivían cuando su esposa todavía vivía, y los muebles son los mismos, y por supuesto, las fotografías, en muchas de las cuales está ella. A mí eso no me ha molestado lo más mínimo. Yo la respeto a ella, respeto el recuerdo que tienen mi esposo y sus hijos por ella y el amor que le tienen. Yo no espero que él deje de quererla. Fue su esposa, su compañera de muchos años y madre de sus hijos.

También he tenido mucha relación con la mamá de la primera esposa, es decir, la suegra de mi esposo. Ella estuvo muy cerca de ellos cuando falleció su hija y obviamente tuvo un gran dolor con su ausencia. No vivía con ellos porque vive con su esposo, otra persona muy fina, como ella, pero venía a su casa todos los días y siempre estaba pendiente de sus necesidades. Ellos la quieren mucho.

Pues bien, ¿qué cree que pasó hace unos días? La señora vino a casa y le dijo a mi esposo que quería hablar con todos nosotros. Vino con su esposo una tarde-noche y nos dijo que habían estado hablando los dos y querían decirnos que creían justo que mi esposo comprara una casa nueva para que iniciáramos todos una nueva vida, especialmente yo. Le dijo a mi esposo que si estaba de acuerdo, ellos le comprarían su casa para dársela a su hija menor que acaba de casarse y que aunque mi esposo tiene dinero para comprar o hacer una casa nueva, creían que ese dinero no le iba a caer mal. También le dijo que para ser justos conmigo, ella estaba de acuerdo en que si querían guardaran las fotografías de su hija o se las dieran a ella, que dejaran alguna o algunas en la recámara de sus nietos, pero que lo que pretendían era que fuera una nueva vida para todos. Que estaban seguros, ella y su esposo, de que su querida hija estaría feliz en el cielo al ver todo eso.

Mi esposo no pudo contener las lágrimas y estuvo llorando. También sus hijos, y aunque cualquiera pudiera decir que yo lo hice por hipócrita por ser la nueva esposa, le juro por mi madre que las lágrimas que derramé fueron sinceras y agradecidas. Mi esposo le dijo que le agradecía mucho todo y que aceptaba la oferta con mucho cariño. Yo le dije que aunque no había conocido a su hija, por todo lo que me habían dicho de ella, veía que ella es como su hija de considerada y generosa.

¿Verdad que es una hermosa historia de amor? Aunque no sea para el día del amor y la amistad, febrero es el mes del amor y quise contársela para que por favor la publique para dos propósitos. Uno, que esa encantadora señora, que también lee sus cartas, conozca mis sentimientos hacia ella y su esposo y lo que aprecio y apreciamos todos su gran amor y altruismo, y el otro es para que quienes estén en situación similar a esa gran mujer, tomen ejemplo de ella, pues hay gente egoísta que quiere que si el hijo o la hija mueren, todos mueran con ellos.

Bueno, espero que no haya resultado muy larga mi carta con mi historia, y si cree que así sea, puede usted acortarla si lo desea. Muchas gracias por atenderme y por su amabilidad.

SUEGRA INCREIBLE

QUERIDA SUEGRA INCREIBLE:

La suegra de tu esposo es una mujer admirable, además de sensata, y tiene un corazón lleno de amor y magnanimidad. Mi enhorabuena por la felicidad de tenerla a su lado.Mil gracias por contarnos esta bella historia. Desde luego que no le quito ni una palabra, pues todo es un reconocimiento a esa señora que merece ese homenaje. Yo le envío a ella un ramo de rosas blancas. Y a ti una rosa roja por tu sensatez y tu gran amor hacia todos los que te rodean. Gracias por el inmerecido cumplido que haces de mi trabajo.

Otra buena suegra es la del lector cuya carta publiqué la semana anterior. Por lo regular recibo cartas de lectores y lectoras que se quejan de sus suegras, pero debe uno conocer el otro lado de las historias.

ANA

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