No se dejen matar

Opinión
/ 2 octubre 2015

A 705 kilómetros de Los Pinos, en Guadalupe, Nuevo León, poco importan los discursos triunfalistas y las transiciones de gobierno. Hace unos días el Coronel Enrique Sanmiguel Sánchez al realizar el pase de revista a los elementos de Policía y Tránsito del municipio centró su discurso en una sola orden: "no se dejen matar".

Así, frente a 300 elementos de seguridad, Sanmiguel resume la estrategia contra el crimen organizado en una esperanza de supervivencia; ya no se trata de mantener el orden, vigilar poblaciones, realizar rondines, su misión: llegar al final del día con vida.

La lógica de seguridad la plantea unas palabras después: "aquél que haga uso de las armas en su contra denle con todo". Dos frases que reflejan una sociedad en una violencia incontrolable y en una guerra latente, que muestran de manera contundente el fracaso de un sexenio que termina en 20 días.

Enrique Sanmiguel Sánchez, Secretario de Seguridad de Guadalupe, Nuevo León, ha intentado todo, en mayo pasado en una entrevista radiofónica con el periodista Salvador Camarena, explicaba como gracias a las oraciones y pláticas con pastores cristianos el municipio no registraba la muertes de policías ni despidos por corrupción; la religión había blindado a la policía local contra el crimen organizado. En la entrevista le preguntaba Camarena ¿Ayuda divina? "Sobretodo", respondía Sanmiguel. La fe como arma, la presencia de Dios por encima de la presencia de fuerzas federales.

Desde hace años, en México, la muerte no sorprende a nadie. En octubre de 2011, en un reportaje titulado "La batalla de Monterrey" el periodista Ricardo Cayuela escribía del Coronel Enrique Sanmiguel "Nunca antes había tenido la extraña sensación de hablar con alguien que podría estar asesinado para cuando los lectores de la revista lean estas líneas". Ahora se entiende el discurso de un hombre que suplica a los policías a su cargo la tarea de seguir viviendo.

Como Guadalupe, Nuevo León, se encuentran centenares de municipios a lo largo de México, miles de policías que no ven más allá de las calles que protegen, cuyo conocimiento de la estrategia del crimen organizado se basa en "darle con todo" a cualquiera que resulte una amenaza.

Ayer la primera plana de un diario nacional titulaba "Narcodelitos crecieron 70 por ciento en seis años", comienzan a salir en los medios los resultados de una lucha que ahora parece interminable, a la par, integrantes del equipo de transición en materia de seguridad de Enrique Peña Nieto empiezan a dar pistas de la estrategia a seguir, Miguel Angel Osorio Chong y Jorge Carlos Ramírez Marín hablan de la creación de una Gendarmería Nacional y de atacar las finanzas del crimen.

705 kilómetros alejado de las habladurías, Enrique Sanmiguel Sánchez pasa revista, cuida a 700 mil personas y cree que la fe es el mejor remedio contra la corrupción. Él no se va en 20 días, como lo ha hecho en los últimos años mañana se levantará con la única consigna de no dejarse matar.

twitter: @jrisco

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