El secuestro del presidente Evo Morales.

Opinión
/ 2 octubre 2015

Sólo EU, que para entonces había emitido órdenes de captura en contra de Snowden, podría haber diseñado y ejecutado esa audaz estrategia violatoria del derecho internacional

"Presidente, no podemos sobrevolar Francia y no tenemos combustible", le informó el piloto de la nave a Evo Morales cuando volaba de regreso a Bolivia. Antes, al despedirse de Vladimir Putin en Moscú, Portugal le revocó el derecho de hacer una escala técnica; "Por razones técnicas", bromeó Morales al llegar a La Paz. Además de Francia y Portugal, Italia y España hicieron lo mismo; parecía que Europa entera cooperaba con Estados Unidos para tenderle un cerco al avión del presidente. Pretendían inspeccionarlo con la esperanza de detener a Edward Snowden.

Sólo EU, que para entonces había emitido órdenes de captura en contra de Snowden, podría haber diseñado y ejecutado esa audaz estrategia violatoria del derecho internacional.

Las "razones técnicas" de Portugal y las negativas de los otros países revelaron la mano de la CIA. Temían que el avión de Morales pudiese llevar a Snowden en busca de asilo en Sudamérica. Las represalias de Estados Unidos contra el ex agente de la CIA van en serio. Quieren detenerlo, juzgarlo y, de ser posible, ejecutarlo por traición. Es la única manera de impedir que siga revelando detalles sobre el vergonzoso espionaje cibernético de Estados Unidos.

Vladimir Putin se refirió con buen humor al dilema de Snowden, atrapado en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú; lo comparó con una comedia de Tom Hanks, donde el personaje imaginario de un país de Europa del Este vive casi un año en el aeropuerto de Nueva York sin visa de entrada y sin poder regresar, porque su país había desaparecido en el último golpe militar.

Finalmente Morales aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Viena, donde fue recibido por el presidente. Ahí pasó la noche, quizá a bordo del avión, hasta que España, tras su negativa inicial, le concedió una escala técnica en Canarias.

Acorralado y sin combustible, los europeos pretendieron revisar el avión dialogando a través del embajador español, que le propuso a Morales "tomar un cafecito", pero en el avión. Ya Cristina Fernández, que es abogada, le había advertido al presidente que su avión, como extensión del territorio boliviano, era inviolable.

Ante la negativa de Morales, el embajador le ofreció ponerlo en contacto con el vicecanciller español, "para que le explicara". Morales respondió aún más ofendido: ¿"Y por qué no con su presidente"? (El País publicó una excelente cronología de las 13 horas que vivió Evo Morales atrapado en Europa: http://bit.ly/1a4gsTV) Hoy una resolución de la OEA, con abstención de Estados Unidos, le exigió a los países involucrados una explicación detallada y una disculpa. (España ya lo hizo.)
Qué lejos está Obama de 2009, cuando tenía nueve meses en la Casa Blanca, y hablaba de respetar los derechos humanos y fomentar la paz entre las naciones.

El incidente con el presidente boliviano dejó a Obama al desnudo. Había prometido regresar a un mundo multipolar, y compartir el liderazgo con las demás potencias. Hoy actúa como George W.Bush. Contrariando a reconocidos profesores de derecho internacional, y sin preocuparse por daños colaterales, ha ordenado más de 500 vuelos de aviones no tripulados para eliminar a presuntos terroristas señalados por la CIA.

Basado además en "sentencias y leyes de tribunales secretos" intervino millones de correos y llamadas telefónicas y acabó con la privacidad cibernética. Algunos aseguraron en 2009 que si Obama no merecía el premio Nobel, se lo iría ganando en el camino. Hoy demuestra lo contrario.

Obama ya no hace "esfuerzos extraordinarios para fortalecer la democracia y la cooperación entre las naciones", como reconoció el comité noruego del premio Nobel. Hoy el antiguo profesor de derecho constitucional se deja llevar por la política y sostiene que la seguridad es "incompatible" con la privacidad cibernética. Y parece que también con el respeto al derecho internacional. Está en manos de la CIA, y se parece cada día más a Bush.


Por Jorge Camil
Comentarios: www.jorgecamil.com

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