Obama. años luz de Mandela

Opinión
/ 2 octubre 2015

Barack Obama recibió complacido el Premio Nobel de la Paz, "por dar al mundo esperanzas en un futuro mejor" (09/10/09), a nueve meses de haberse convertido en el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos. El vice editor de "The Wall Sreet Journal" para Europa, calificó entonces la decisión de "estrambótica".

Para muchos analistas y observadores ciudadanos de los países que se sienten sometidos y violentados por EE.UU, Barack Obama ha superado a los Bush en la construcción y sistema operativo de un Estado policial, militarizado y dictatorial a escala global. Ejemplos: sigue la tortura en Guantánamo. En 2011 despidieron al agente especial de la ATF Vince Cefau por haber ayudado a destapar la criminal operación "Rápido y Furioso"; vender a propósito armas de asalto a cárteles de la droga para recolectar inteligencia al ir siguiendo la pista. México, claro, fue el laboratorio de la muerte.

A finales de 2010 Julian Assange sorprendió al mundo publicando cerca de 250 mil mensajes secretos de la diplomacia estadounidense en WilkiLeaks, cómo Estados Unidos había engañado a jefes de Estado dándoles; sonrisas, zanahoria y garrote. El soldado Bradley Manning, después de 30 meses incomunicado, es sentenciado a cadena perpetua acusado de traición. Tras sufrir una crisis de conciencia se tomó la foto -que le dio la vuelta al mundo el 2012- con la leyenda escrita: "no existe una bandera tan grande como para cubrir la muerte de gente inocente". Ahora (2013) Edward Snowden, antiguo empleado de la Agencia de Seguridad Nacional hizo público que el gobierno británico (aliado de EEUU) había espiado en la Cumbre G20 de 2009.

Obama toma el micrófono para asegurar: "Nadie está escuchando las llamadas telefónicas de la gente", y toma el teléfono para advertir a Vladimir Putin, presidente de Rusia que si no extradita a Snowden él, Obama, no asistirá a la cumbre ruso-estadounidense a principios de septiembre, en vísperas de la reunión del G20 en Rusia. intimidación, guerra sucia, tácticas perversas y sonrisa de tiburón. A años luz de la estatura moral y política de Nelson Mandela.

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