MIRADOR

Opinión
/ 2 octubre 2015

Llegó sin anunciarse y me dijo:

-Soy la duda.

Le pregunté en qué podía servirle. Respondió:

-Ya no use la manida frase que dice: "No cabe duda". Ha de saber usted que yo tengo cabida en todas partes.

Contesté sin pensar:

-No cabe duda.

Y replicó ella, molesta:

-Sí cabe.

¡Hasta mañana!...



TEMAS

COMENTARIOS

NUESTRO CONTENIDO PREMIUM