Mirador

COMPARTIR
TEMAS
Desde la más temprana edad se advierten las diferencias que hay entre los sexos.
El abuelo le preguntó a su pequeño nieto:
-Imagina que estás solo en tu cama. De pronto una ráfaga de aire abre la ventana, y entre las cortinas aparece Drácula. ¿Qué harías?
El niño, asustado, enumeró todas las defensas que hay para salvarse del ataque del vampiro: esgrimiría ante él un crucifijo; le mostraría una ristra de ajos; le clavaría una estaca en el corazón
En seguida, aparte, el abuelo le hizo la misma pregunta a su nieta más pequeña:
-Imagina que estás sola en tu cama. De pronto una ráfaga de aire abre la ventana, y entre las cortinas aparece Drácula. ¿Qué harías?
La niña, sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, respondió:
-Dejaría de imaginar.
Lo dicho: desde la más temprana edad se advierten las diferencias que hay entre los sexos. Benditas diferencias.
¡Hasta mañana!...