México=corrupción

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La ecuación para desgracia de todos, sigue estando viva: decir Estado mexicano es hablar o es sinónimo de corrupción La ecuación para desgracia de todos, sigue estando viva: decir Estado mexicano es hablar o es sinónimo de corrupción. Las historias son viejas, la misma historia se repiten; la historia es circular no pocas veces dice Herodoto, la historia entonces vuelve al punto de partida y se reescribe con otros nombres y personajes. Como en México no hay castigo en materia de corrupción, todo es cíclico, sordo.
Una de tantas historias de corrupción y para mayores datos, sucede aquí en Coahuila. Todo mundo lo recuerda, nadie depositó un triste y pinchurriento voto alguno por el político moreirista Jorge Torres López y éste fue Alcalde de Saltillo y luego, Gobernador interino de Coahuila. Interino, pero al final de cuentas Alcalde y Gobernador. Y se le dio así, sin gastar suela, sin calcinarse en los rayos inclementes del desierto y sin cargar niños famélicos. Nadie votó por él y este accedió a los dos más altos cargos políticos en la entidad. ¿Y la democracia? Ya ve usted por qué jamás voy a votar.
Ya luego vendría el infierno. En un Estado de Coahuila regido por la descomposición, la impunidad y corrupción de la mayoría de sus actores políticos y no pocos empresariales, es la justicia norteamericana quien le reclama a Jorge Torres su riqueza inexplicable, el blanqueo de dinero (más de 2.7 millones de dólares en un Banco de las Bermudas), las partidas de gruesos fajos de dólares depositados en paraísos fiscales, el señalamiento de que la mayor parte de su fortuna es de dudosa procedencia
En México y Coahuila lo disculpan. En USA emiten una ficha con todos sus datos como uno de los más buscados (Ficha W-739029173). Mientras Torres López vive a salto de mata, sus hijas aparecen cada fin de semana en los suplementos de sociales en Saltillo en bodas, quinceaños, piyamadas ausente la solidaridad entre ellos. Ausente el honor, la decencia, el decoro, el buen nombre. Por ocio, vea usted con qué familias locales aparecen retratadas las hijas de Torres López. De miedo lector. Y nadie dice nada. Le digo señor, el mejor puzzle político se cuadra en las secciones de sociales.
Lo anterior viene a cuento e historia por un estudio dado a conocer en días pasados por la Consultora EY, donde ésta indica que ha aumentado 5 puntos porcentuales en un año, de 2012 a 2013, el soborno y la corrupción en México. Seis de cada 10 directivos empresariales reconocieron que es común la práctica de sobornos para ganar contratos, lo anterior en base a los resultados del Estudio global sobre corrupción y fraude, dado a conocer en voz de su Director Ejecutivo, Bruno Blackmore.
ESQUINA-BAJAN
¿Se acuerda usted de aquel Presidente deslenguado y de botas en punta? Pues sí, era Vicente Fox. Éste prometió meter en la cárcel a la mayor cantidad de peces gordos que habían saqueado las arcas nacionales. Para ello, nombró a un fiscal en teoría de hierro, un norteño alto y bravucón. ¿Recuerda su nombre? Lo más probable es que debido a la actuación gris y desangelada de dicho exfuncionario, usted ya ni lo recuerde, era Francisco Barrio Terrazas. El PRI se fue 12 años de la Presidencia del país y ni un pinche charal fue pescado por las redes panistas.
Las consecuencias fueron funestas. Al regresar un Presidente priísta fuerte y férreo, como Enrique Peña Nieto, han regresado índices, prácticas y vicios que se creían enterrados y en el pasado. Uno de ellos es el soborno de los diferentes estamentos del gobierno como un vicio irrefrenable. La corrupción cotidiana. 65 por ciento de los directivos de empresas en México reconocía en 2013 que práctica común el soborno.
Y lo anterior contrasta con la percepción en América Latina toda, donde este conocimiento de corrupción se ha reducido de un 56 a un 54 por ciento. Poco entonces ha cambiado la vida desde aquellos sexenios de pesadilla de Miguel de la Madrid o el de José López Portillo. Hoy, un político quebrado como lo fue Torres López, cuando era Alcalde de Saltillo por un día, entre enero y marzo de 2008, depositó 2.7 millones de dólares en las Bermudas.
LETRAS MINÚSCULAS
Corrupción e impunidad, ¡qué combinación! Fin de esta triste charada.