Escribe Ebrard: esperábamos una marranada y tan, tan, llegó

Opinión
/ 2 octubre 2015

La comunicación es a través de mensajes de texto. Marcelo Ebrard prefiere, por lo pronto, decir que está en el extranjero. Nos dijo al aire a mediados de mayo que regresaría a México en los días previos a las elecciones. Pero no lo hizo. No ha regresado.

Es la primera vez que estoy haciendo verano, escribe en broma el exjefe de Gobierno del DF. Pero retoma de inmediato: Sin duda, esperábamos una marranada y, tan, tan, llegó.

Se refiere a una nota publicada ayer que da cuenta de que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda tiene en la mira a allegados de Ebrard.

Se trataría de una investigación en marcha, supuestamente por indicios de lavado de dinero, que ya derivó en el congelamiento de las cuentas bancarias de Constructora Enalser y de la exesposa de Ebrard, Mariagna Prats. La nota informa que la señora y la empresa promovieron sendas demandas de amparo para impugnar el aseguramiento de sus cuentas. El asunto tendría que ver con la llevada y traída casa en la Plaza de Río de Janeiro, en la colonia Roma.

Recurrí al amparo, porque intenté realizar una operación bancaria y me informaron que los recursos de mi cuenta estaban congelados, dice Mariagna Prats. Siempre he respetado las leyes y no existe ninguna conducta ilícita que haya realizado por la cual se haya ordenado el congelamiento de mis bienes, lo que pone en evidencia que el congelamiento de mi cuenta bancaria obedece al acoso del cual soy víctima únicamente por haber sido esposa del señor Marcelo Ebrard.

En el mismo sentido se expresa el administrador único de Constructora, Sergio Fuentes Calderón: la empresa jamás ha tenido negocios con el gobierno del DF, la venta de la casa fue una operación entre particulares y está perfectamente registrada.

Constructora Enalser está al corriente en sus obligaciones fiscales, añade Fuentes Calderón. Por eso resulta ilegal que la Unidad de Inteligencia Financiera haya congelado nuestra cuentas bancarias sólo por la relación contractual con el licenciado Marcelo Ebrard.

-¿Qué te dice todo esto, Marcelo?

-Que es una acusación sin elementos, haciendo a un lado el principio de presunción de inocencia. Los referidos no tienen idea de la acusación. Es una marranada.

Y, sí, huele a persecución. Sobre todo si se combina con las versiones de que está listo un expediente que pondría a Ebrard ante el ministerio público por el caso de la Línea 12 del Metro. La intención era presentar a Ebrard ante las autoridades ministeriales del DF en la semana siguiente a las elecciones.

MENOS DE 140 Muy mal cayó en el Gobierno del DF la frase de Joel Ortega: la obra de la Línea 12 fue un fraude a la ingeniería mexicana.


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