Desintermediación

Opinión
/ 2 octubre 2015
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Yo diría que ésta es la palabra del momento, la que deberá ponerse de moda en Nuevo León. La regla dorada del nuevo gobierno estatal. Una sola palabra que sintentiza todo lo que tiene que ver con el cambio hacia la modernidad, redes sociales, internet y banda ancha. Una palabra poderosísima.

De niño yo jugaba con los linotipos en El Porvenir. Producían todo el periódico en plaquitas de plomo en imagen espejo para imprimir los rollos de papel. El Norte conserva uno como pieza de museo. Los linotipistas fueron desintermediados. La tecnología se impone. Claramente, conocí sobre desintermediación antes que la palabra se pusiera tan de moda.

Hace dos años, inventé lo que no sabía ya estaba inventado. A un taxista del aeropuerto le sugerí que usara su celular para arrancar su propio negocio. Tan fácil como tener una lista de clientes. Junto con otros amigos, podrían dar un servicio privado: no permiso, no placas, no nada. Libertad de comercio.

Poco tiempo después un amigo empresario me mostró UBER. Cientos de taxis coordinados por computadora e internet. Hoy, UBER cotiza en la Bolsa de Nueva York en 30 mil millones de dólares.

Hay muchos otros ejemplos de desintermediación como E-bay y Amazon. Todas las grandes tiendas han entrado al e-commerce. En el Metro de la Ciudad de México una tarjeta con un chip ha sustituido la emisión y venta de boletitos magnéticos fácilmente falsificables.

Aunque es un tema que ya he mencionado de pasada, merece un repaso especial. No todos los días podemos ver el futuro como si trajéramos una bola de cristal. No tengo duda de la dirección en la que vamos sino cúanto nos tardaremos en llegar. Oigo a los votantes gritar: ¡Hoy!, ¡hoy!, ¡hoy!

Pues hoy El Bronco está convocando a los taxistas a que le den ideas. No creo se trate de matar a UBER, sino que miles de taxistas podrían armar un servicio similar, moderno, competitivo y mucho más justo socialmente hablando. Los influyentes dueños de flotillas de taxis no estarán muy felices si sugiero que, parafraseando a Zapata, el taxi es de quien lo trabaja.

Bueno no exactamente, pero montones de taxistas podrían, con un pequeño empujón de un buen gobierno, convertirse en dueños y no choferes explotados. ¡Arrreee!

Yo espero que el coqueteo de El Bronco con los taxistas en las redes sociales no sea la única iniciativa audaz del nuevo Gobernador. Explico por qué.

Si hay una actividad que está perfectamente pasada de madura y hasta podrida es la tecnología llamada gobierno basado en burocracia. El Gobierno de Nuevo León constituye la gran oportunidad para aplicar la desintermediación. Los bancos son otra, pero esos ya se desintermediaron bastante con los cajeros automáticos y el banco por internet. Los vamos a dejar en paz cuando menos por el momento.

Hay que lograr que el Bronco-góber ponga en su mira la desintermediación masiva de la estructura del Gobierno de Nuevo León. No solo por los ahorros que traería, sino también porque la desintermediación sería por mucho la estrategia invididualmente considerada más efectiva en la lucha contra la generación de oportunidades de corrupción.

No sé si me estoy explicando: el mundo entero está por entrar en un remolino de desintermediación en materia de gobernanza. Nuevo León está plantado en la puerta con todo listo para innovar, gracias a un hartazgo social descomunal. No desaprovechemos la oportunidad porque si se nos pasa seremos coleros en vez de punteros.

Claro que habrá resistencias contra desintermediar todo lo desintermediable en el Gobierno. Si hay gente que llora o patalea es que se está haciendo el cambio que: 1) es posible, 2) es necesario y 3) es urgente. Señal de que cabalgamos, Bronco.

Los expertos en cambio organizacional de Harvard como Joseph P. Kotter dicen que sin sentido de urgencia y liderazgo no hay cambio real posible. Si el Congreso local se opone, yo les cuchileo el millón de votos y a los bronco-devotos.

javierlivas@prodigy.net.mx



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