Doctores policías

Opinión
/ 2 octubre 2015
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El médico te dice: haz una hora de ejercicio diariamente. ¿Lo tomas como una sugerencia? Deberías verlo como una orden para el resto de tu vida. De lo contrario, estás siendo el peor enemigo de tu propia salud.

Cuando te recomienda comer sanamente: ¿Lo hace para justificar la consulta? Claro que no. Sabe que es la mejor manera de evitarte un sinúmero de enfermedades que provienen del sobrepeso y su compañera la diabetes.

Creéle a internet: El sobrepeso y la obesidad son el principal problema de Salud Pública en México. Tenemos el primer lugar mundial en niños y el segundo en adultos con este padecimiento. Casi tres cada cuatro mujeres mayores de 20 años tiene obesidad o sobrepeso; dos tercios de los hombres mayores de 20 años. En los niños de edad escolar es más, uno de cada cuatro.

Un 46 por ciento de los hombres mayores de 20 años y un 58 por ciento de las mujeres no hacen ejercicio. Podría apostar que tú, o alguien muy cercano a tí, está en urgente necesidad de una dosis de realidad.

El autoengaño mata. La medicina moderna lo sabe a ciencia cierta. Hace medio siglo todos estábamos desinformados. Hoy, no hay excusa. Son verdades ineludibles. Ignorarlas es posiblemente un error fatal.

Comer de más mata lentamente de muchas maneras: hipertensión, infartos y diabetes, que a su vez es un disparador de cánceres de muchos tipos. El sobrepeso trae problemas. La lista de males asociados es interminable.

¿Te crees especial, inmune o muy listo/a? ¿Piensas que no te pasará nada? ¿Eres de los hombres o mujeres que todavía fuman? Deja que estés en quimio o esclavizado a un respirador.

Para que pueda realmente ayudarte, tu relación médico-paciente cambiará. Adiós al médico abnegado, sumiso y buena gente. Su nueva ética es más parecida a la de un policía. Duro, claro, directo y coercitivo.

Considera que la demanda de servicios médicos aumenta vertiginosamente. Los hospitales públicos no se dan abasto, dicho por médicos del Seguro Social.

Está aumentando tu expectativa de vida, pero también las enfermedades complicadas que implican estudios, operaciones, y hospitalización y terapias.

Los médicos tendrán que racionar su tiempo. Los necios desobedientes tendrán que ir al final de la cola. No desquitan el tiempo y el esfuerzo invertido.

Tu salud no es delegable a tu médico. Si no cooperas, su trabajo se vuelve frustrante y tú un indeseable.

Si piensas adoptar una dieta sana empieza en el supermercado. Incorpora el ejercicio a tu agenda diaria. Una doctora con cáncer de mama muy agresivo se auto-recetó convertirse en maratonista y tiene años de estar en remisión. El ejercicio regular es la medicina más efectiva y natural: buena, bonita y barata.

Tienes qué saber cómo usar tu libertad constructivamente. La mayor parte de la gente no sabe. Un dato aterrador que nos llega recientemente: en la búsqueda de personal para KIA y otras empresas extranjeras, resulta que de 5 mil aplicaciones estudiadas, solo 500 son elegibles. Por decirlo con una frase ligera: el que no está gordo, está sordo.

Abusas de la comida, de las desveladas, del alcohol (y quizá otras drogas peores) y de la música a todo volumen porque eres un pésimo administrador de tu propia persona y tu propio cuerpo.

¿Eres paladín del libertinaje? Si ingieres drogas estás moldeando un ser totalmente dependiente de otros en el mediano plazo. Serás una carga para tu famlia y/o tus amistades. Recuerda que la trampa está en función de la naturaleza del entrampado.

No estamos muy lejos del expediente médico universal. Allí tendrán tus doctores que apuntar todo, todito sobre ti y tus hábitos nocivos. Y esa va a ser la cadenita que te va a aterrizar con tu realidad. Vete preparando. Una computadora dirá si vale la pena atenderte o no. Allí vivirá de planta tu médico-policía.

javierlivas@prodigy.net.mx

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