La balanza de pagos y la economía en México

Opinión
/ 30 marzo 2016

En semanas recientes las reservas internacionales de divisas han sido nota de prensa importante. Son varias semanas en que Banco de México (BM) ha realizado subastas de 200 millones de dólares intentando influir en el mercado de divisas y evitar una mayor depreciación del peso ante el dólar.

En la subasta del miércoles 9 de septiembre, el BM recibió 64 posturas asignando 11 a un total de 8 postores, con cifras que oscilan desde 2 millones hasta 75 millones de dólares. Los tipos de cambio ofrecidos por los postores fluctuaron entre 16.771 y 16.764 pesos por dólar. Son precios que se sitúan ligeramente por abajo del denominado tipo de cambio interbancario a 48 horas que es utilizado en las operaciones al mayoreo. Las posturas también estuvieron ligeramente por abajo del tipo de cambio FIX determinado por BM para liquidar obligaciones en dólares en el país. Al igual que en las subastas previas los postores que obtuvieron los dólares y las cantidades precisas asignadas no se conocen.

En parte producto de las subastas de dólares las reservas internacionales han disminuido. Al 30 de junio sumaban 192 509 millones de dólares, mientras el dato al 4 de septiembre es de 184 496 millones de dólares. Según información de BM, desde diciembre de 2014 se observa una tendencia a la reducción en las reservas internacionales como parte de otros procesos que dan cuenta de la enorme y creciente dificultad para que la economía de México obtenga las divisas que le permitan mantener la relación con la economía internacional de años previos. Las decisiones adoptadas por el banco central desde hace semanas indican que no contemplaban una depreciación del peso frente al dólar como la que sucede en los meses recientes. Mantener el tipo de cambio en una cierta franja es una condición para el ingreso de capitales y su permanencia en el país. Con ello se logra pagar los compromisos en divisas contraídos desde México y la economía funciona, aún cuando el crecimiento resulte mínimo y aumente la concentración del ingreso.

El 8 de septiembre de 2014 el tipo de cambio FIX era de 13.0813 pesos frente al dólar. Un año después, el 9 de septiembre de 2015 la depreciación es del orden de 22 por ciento y no hay condiciones que permitan sostener que no será mayor en días o semanas siguientes, sin que ello tenga relación con el comportamiento de las actividades agropecuarias, industriales y de comercio en el país. Desde hace varios lustros las actividades del comercio exterior de mercancías han dejado de ser el aspecto relevante en la determinación del tipo de cambio. Tampoco explican el tamaño y uso de las reservas internacionales. Aún más, las exportaciones de mercancías son posibles por las importaciones que realizan las principales empresas exportadoras.

La economía del país funciona con exportaciones que son menores a las importaciones. La industria automotriz, que es el ejemplo de mayor capacidad exportadora, necesita de una considerable cantidad importaciones para los automóviles, camionetas y camiones exportados, pero también para explicar la mayor parte de los vehículos que se venden en México.

Las rentas que el país envía al exterior son otro dato sobresaliente de la balanza de pagos. Al final del primer semestre de 2015 equivalen a más de 19 mil millones de dólares, que se agregan al déficit que existe en materia del comercio exterior de mercancías. La propia inversión extranjera directa tiene un componente nacional o interno, por lo menos desde el punto de vista de la generación de divisas. En el segundo trimestre de 2015 las utilidades de la inversión extranjera directa (IED) remitidas al extranjero son 3 624 millones de dólares, de los cuales 2 089 millones se reinvierten en el país y explican el 40 por ciento de la IED que ingresó en ese trimestre.

La inversión de cartera de extranjeros en México es otro dato relevante de la balanza de pagos. En gran parte se explica por la compra de deuda pública interna, pero también por la colocación en el exterior de títulos de deuda por parte del sector privado y por las acciones y títulos de deuda privada que compran extranjeros. Todos ellos son menores en el primer semestre de 2015 con relación a las cifras alcanzadas el primer semestre del año 2014. Al igual que otros renglones de la balanza de pagos el cambio registrado en el saldo de la inversión de cartera por cuenta del sector privado y su notable disminución se explican por hechos financieros, la mayor parte producidos en el exterior. El resultado final es que la economía del país no tiene medios propios para generar los dólares que necesita para saldar sus cuentas con el exterior y mantener el crecimiento económico.




Departamento de Economía, UAM Iztapalapa

vidal.gregorio@gmail.com

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