Cuatro lunas

Hoy termina la Muestra Internacional de Cine, la cual en punto de las 7 PM en Cinemex Plaza Real cerrará “con broche de oro” con el filme italiano “El capital humano”, de Paolo Virzi.

Esta película sobre dos familias cuyos destinos se entrelazan tras el atropellamiento de un ciclista por un jeep en vísperas de la Navidad apenas tuvo su estreno nacional el fin de semana pasado, por lo que el verla esta noche en la pantalla grande puede que sea la única ocasión que los cinéfilos de Saltillo puedan hacerlo dado que entre los retrasos de estrenos por la temporada veraniega lo más probable es que la única forma en que pueda verse en fechas próximas sea en el formato de Blue Ray o DVD para apreciarla en la comodidad del hogar.

Un caso parecido es el que ocurrió esta semana con el estreno en los videoclubes de la ciudad de una película de manufactura mexicana que hace unos meses se exhibió de manera muy limitada en una sola sala de un complejo de cines al sur de la ciudad y que curiosamente consiguió una nominación a los premios Ariel en los que compitió contra el que fue ganador del Ariel a la Mejor Coactuación Masculina de 2014, Noé Hernández, a quien pudimos ver esta semana en la Muestra a través de la película “La tirisia”, de Jorge Pérez Solano, de manera precisa por interpretar también un personaje de orientación homosexual.

El filme en cuestión se titula “Cuatro lunas”, y como su título lo indica cuenta cuatro historias con los nombres de las cuatro fases de la luna: luna nueva, que representa un joven adolescente de nombre Mauricio (Gabriel Santoyo) quien asiste a una escuela católica y de entrada siente que su atracción hacia muchachos de su mismo sexo es pecaminoso según su religión; cuarto creciente, sobre un par de amigos originarios de Tepic, Nayarit (César Ramos y Gustavo Egelhaff), quien tras años de no verse se reencuentran en la capital del país para darle rienda suelta a una atracción homosexual latente entre ellos; cuarto menguante, la de una relación de pareja desgastada por un tercero en discordia (Alejandro de La Madrid y Antonio Velázquez) y luna llena, sobre un caso de homosexualidad en la tercera edad.

Este último es el que protagoniza el primer actor Alonso Echánove, el mismo que le valió una nueva nominación al Ariel ahora por Coactuación Masculina por la interpretación de Joaquín Cobo, un maestro de literatura retirado quien ya es abuelo y siempre ha vivido una vida intachable en vísperas de que se le haga un homenaje a su trayectoria profesional en unos baños sauna que frecuenta se ve atraído por Gilberto (Alejandro Belmonte), un hombre que se prostituye en los mismos y quien al asignarle un precio muy alto a sus servicios sólo podría solventarlo gastando el dinero que tiene presupuestado para los regalos de Navidad de sus hijas y sus nietos.

Dirigida con una muy cuidada producción y un muy digno tratamiento del tema por el cineasta nayarita Sergio Tovar Velarde, “Cuatro lunas” es una película muy recomendable no sólo para públicos de preferencias homosexuales, sino una ventana para ver varias situaciones reales y que quizás a algunos públicos heterosexuales les sean o no familiares, pero que como otros dramas románticos giran en torno al amor, y como dice por ahí un slogan que se hizo muy popular en la reciente controversia por el matrimonio igualitario: “el amor es amor, en una relación entre personas del sexo que sean”.

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