50 años, ‘Un día después’ y el terrorismo de Hamas
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El pasado 4 de octubre el periódico VANGUARDIA cumplió 50 años de labor ininterrumpida en su servicio como medio de información en la capital del estado de Coahuila.
En su primera edición prácticamente carecía de un espacio dedicado a los espectáculos, y fue hasta casi una década después cuando, tras un par de años de haber trabajado como corrector de ortografía y traductor, que el domingo 8 enero de 1984 la página dedicada en aquel entonces al entretenimiento publicó mi primera columna. Bajo el título de “La cartelera cinematográfica” incluyó la crítica de “Amigos muy íntimos” (Norman Jewison, 1982), una comedia protagonizada por un par de las más taquilleras estrellas de Hollywood de aquellos años: Goldie Hawn y Burt Reynolds, y que a pesar de tener un muy buen director fue un verdadero fiasco.
Como para entonces mi conocimiento por el Séptimo Arte se basaba en mi experiencia y años como cinéfilo, acompañado tanto por mis padres como por mis abuelos a las salas de cine, encontré motivación para continuar con mis columnas (que a partir de la anterior se publicaron los días lunes) gracias a que, según se lo comentó a mi mamá una tía que trabajaba en unas oficinas de gobierno, tenía lectores adultos que hacían caso de mis sugerencias por ver alguna película o no hacerlo. Quién sabe qué opinarían de saber que el crítico en el que basaban sus criterios de selección era menor de edad.
Porque entonces yo tenía 16 años de edad, me encontraba cursando mi primer año de preparatoria y aunque mis mayores influencias como el futuro cineasta que anhelaba ser eran George Lucas y Steven Spielberg, sabía del trabajo y estilo de otros cineastas veteranos o de la generación de ellos, de ahí que de Jewison, tenía como antecedente un drama legal como “Justicia para todos” (1979), que dio a Al Pacino otra de sus merecidas nominaciones al Oscar, pero en febrero de 1984 el estreno nacional de la película para televisión norteamericana, “Un día después”, terminó de consolidar mi respeto hasta entonces del director Nicholas Meyer.
Y es que después de ver sus grandes incursiones en la ciencia ficción en clásicos como “Escape al Futuro” (1979) y “Viaje a las Estrellas II” (1982), “Un día después” se estrenó en México en la pantalla grande luego de causar furor en Estados Unidos en la pantalla chica en el otoño de 1983 puesto que, en un equivalente audiovisual a lo que sucedió con la adaptación radial de Orson Welles de “La Guerra de los Mundos” en 1938, sacudió a sus espectadores con la visualización de un holocausto nuclear que provocaba numerosos efectos en los residentes de un pequeño pueblo del este de Kansas de la Unión Norteamericana.
En el otoño de 1985 dejé de escribir esta columna cuando inicié mis estudios universitarios donde descubró al mencionado Welles, Hitchcock y Antonioni junto al lenguaje y la técnica cinematográfica que me permitieron filmar mi primer corto. Regresé una década después a escribir esta columna cada martes de la semana
Sigo agradecido con esta casa editorial por permitirme seguir hacióndolo y con ustedes lectores por seguirme leyendo, en medio de un contexto no menos desesperanzador de aquel entonces (como el de la Guerra Fría) en medio de, entre otras cosas, el terrorismo de Hamas, pero disfrutando aún del apasionante cine.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com; Threads: Alfredo Galindo; X: @AlfredoGalindo