AHMSA: y su condición de ‘extrema fragilidad’

Opinión
/ 15 marzo 2024
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La reactivación de AHMSA, han dicho este jueves sus nuevos directivos, solo es posible mediante el sacrificio de sus acreedores, porque se encuentra en ‘extrema fragilidad’

La nueva directiva de la empresa Altos Hornos de México, cuya integración se anunció hace apenas unos días, ha planteado un esquema de reestructura de pasivos que le permitiría reactivar sus actividades “lo antes posible”, pero que depende esencialmente del sacrificio de sus acreedores.

En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa informó lo que están planteando de manera conjunta AHMSA y MINOSA (Minera del Norte) a sus acreedores comunes: la quita del 94 por ciento del capital insoluto de sus adeudos, el pago del uno por ciento del adeudo una vez cerrado el juicio del concurso mercantil al que se encuentran sujetas y la liquidación del remanente en un plazo de 17 años.

Se desconoce el monto del adeudo y quiénes son los acreedores de los “créditos comunes” a los cuales se refiere el comunicado pero, salvo que se trate de créditos fiscales, se antoja difícil que cualquier empresa privada pudiera allanarse con facilidad a tales condiciones.

Sin embargo, la nueva directiva de AHMSA ha sido enfática en señalar que “debido a la extrema fragilidad en la que se encuentra la compañía, este esquema es el único que le da viabilidad financiera a la empresa para retomar sus operaciones y no tener que avanzar a una liquidación, que sería aún peor escenario”.

Además, se trata de un acuerdo cuya aceptación es condición para que “un nuevo inversionista”, que no se identifica pero se asume es el fondo de inversiones Argentem Creek Partners, inyecte capital a la empresa cuya finalidad sería reactivar las actividades productivas.

Con independencia de las decisiones que se anuncien en las próximas horas y días, lo que revela el planteamiento realizado por la nueva directiva de la acerera es el gravísimo estado al cual fue conducida la empresa bajo el mando de Alonso Ancira.

Aquí es necesario tener en cuenta que la “extrema fragilidad” hoy alegada no puede ser un fenómeno que se incubó hace unos meses o que ocurrió de manera instantánea, sino el producto obligado de una administración fraudulenta largamente tolerada.

Detrás de la realidad actual pues, se ubica necesariamente una red de complicidades integrada por individuos concretos que se beneficiaron personalmente de los malos manejos financieros y que amasaron fortunas que seguramente conservarán, al menos en parte.

Lo que ocurre con AHMSA es por ello un ejemplo de cómo una empresa que, siendo privada, constituye un activo estratégico para una región completa, puede convertirse en la causante de un problema social de gran magnitud, tal como está ocurriendo hoy en la Región Centro.

Cabe por ello esperar que sea posible superar la crisis, que AHMSA vuelva a ser una empresa productiva y útil a la economía de la región donde se ubica, pero que las instituciones públicas asuman el caso como un ejemplo que no puede repetirse y alrededor del cual deben realizarse todos los esfuerzos posibles para que los responsables no queden impunes.

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