Canciones de amor
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Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón.
Víctor Jara
Una mañana calurosa de agosto de 2014 el músico Arturo Marines entró a las oficinas del Instituto Municipal de Cultura de Saltillo. Chorreaba sudor, su piel ya no era canela sino caoba y su sonrisa, en contraste, lucía más blanca y luminosa. Iba a entregar resultados parciales de su recorrido por los ejidos saltillenses. Durante meses Arturo viajó como Dios le dio a entender, al Saltillo profundo, al del campo abierto, bajo el sol, sobre la arena, entre chaparros y lechuguillas, avistado por los coyotes, en pos de historias ancestrales. Se había echado a cuestas la laboriosa tarea de conversar con los ejidatarios más viejos de la región. Lo movía el ansia de saber cómo es su música, cómo la interpretan, de dónde provienen las letras, cuáles son los modos particulares de tomar el contrabajo, o de sostener el violín, de tañer la guitarra, cómo usan el capodastro en el bajo sexto. Además de lo anterior, lo que Arturo encontró en el campo fue gente mágica, poseedora de tesoros inimaginables largamente guardados, sin avaricia, salvaguardados con generosidad: un patrimonio cultural que se remonta hasta donde la memoria se pierde.
Con este tesoro Arturo escribió las canciones del álbum Honor a quien canción merece (disponible en YouTube y en Spotify). En ellas recorre la cultura campesina, los modos de vivir, de divertirse, de cortejar, de entender a la Naturaleza, acompañado por Fara fara taller (Alejandro Muñiz Leija, acordeón; Rogelio Fuentes Castro, tololoche, y Arturo en guitarra y voz).
Ya antes, en 2011 había sacado el álbum Crónicas (disponible en YouTube y Spotify), producido por Sergio Timo Quintana, que en Gloria está. En Crónicas el escenario es la cultura popular de Saltillo, aquella que ha conformado generaciones de saltillenses de cepa, honrando su savia, salvaguardando su natural sabor histórico, sin romanticismos ni patrioterías, sino con lucidez, como lo canta en Dicen que así fue Saltillo. A lo largo de 11 canciones, Arturo recorre las calles de la ciudad, recrea personajes, recupera leyendas, enaltece historias atávicas. Ahí está presente el hombre leyenda Adrián Rodríguez, el Hombre electrónico Show Banana (Manuel Samaniego), el mañanitero Zeferino y su guitarra desafinada, Emilio López Hernández el danzante sordomudo; el Viejo de la danza, El callejón del diablo, Zapalinamé, y el bellísimo himno a la Soledad. El álbum cierra con la que quizá sea la composición más lírica de la producción: Espirales, y en la que se advierte más la colaboración de Timo Quintana.
En su nuevo álbum, Caminos y terrazas (2025), producido por Jorge Barragán, Arturo regresa a cantarle a su más grande amor: Saltillo y su cultura popular. Ahí están contenidas obras a los coyotes, a más leyendas, como la de Mónico; a los danzantes (Arturo fue danzante matlachín, como lo registra espléndidamente el documental de Víctor Palomo Vida mi vida [2023], disponible en YouTube).
Nacido en Saltillo en 1966, Arturo es el menor de los 10 hijos del matrimonio Marines Castillo. A los 20 años fundó el grupo de fusión Bola cuadrada, con él en la guitarra y la voz, Daniel Arizpe, Manuel Samaniego Show Banana, y Gustavo Morales, que en Gloria está. Su concierto en el Teatro de la Ciudad, a mediados de los 80, significó una revelación, pues a los ojos de las autoridades culturales “no era nadie”, y sin embargo llenó hasta las cejas el entonces recinto sagrado de la cultura oficial. Chavos Nadie lo vitoreaban, aplaudían sin decoro, y cantaban a coro sus letras que se sabían de memoria aprendidas quién sabe dónde.
Su música es esencialmente rupestre, indómito a los circuitos comerciales, fiel a sus principios, convencido de que la música es una expresión espiritual, y sólo eso, Arturo Marines, el amoroso juglar de Saltillo, canta canciones de amor a nuestra ciudad. Sin sensiblería, sin idealizar héroes, plazas ni prohombres; las suyas son canciones de un amor que, como escribió san Pablo “...no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.”
El álbum Caminos y terrazas será presentado hoy jueves, a las 19:00, en el Archivo Municipal de Saltillo (Juárez y Leona Vicario, Centro).