Carestía: el mayor dolor de cabeza de las familias
El incremento de precios, sobre todo en alimentos, ha golpeado de forma importante a las familias coahuilenses durante este año. Urgen medidas para mejorar su situación
La carestía, se ha reportado en innumerables ocasiones, constituye uno de los problemas que mayor impacto negativo produce en la mayoría de las familias de la región. Y esto es así, porque es aquí donde los efectos de la inflación se resienten en mayor medida.
En particular, en Coahuila se ha resentido a lo largo de 2023 el encarecimiento de los alimentos, varios de los cuales registraron incrementos que han obligado al cambio de hábitos alimenticios de las familias y que en esta época, como lo hemos reportado, implica el encarecimiento de hasta 60 por ciento en la tradicional cena de Navidad.
No extraña por ello que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reporte, en su más reciente informe, que la proporción de coahuilenses en pobreza alimentaria se incrementó en el tercer trimestre de este año.
Como lo consignamos en esta edición, el Coneval registra que al menos una cuarta parte de la población se encuentra en esta situación, que se define como la imposibilidad para sufragar el costo de una canasta alimentaria con los ingreso percibidos.
Y aunque la nuestra es la novena entidad con el menor número de personas en esta situación, la estadística no es consuelo para quienes, día con día, ven cómo su reduce su poder adquisitivo.
Como se ha comentado en otras ocasiones, esta situación deriva directamente de las reglas clásicas del mercado: a mayor demanda, mayores precios. Y nuestra región, debido a su dinamismo económico, es una que registra altos niveles de demanda.
Sin embargo, el que las leyes del mercado expliquen la situación no implica que simplemente debamos encogernos de hombros ante los hechos. El Estado tiene la obligación de reaccionar antes estos e intervenir para corregir el desequilibrio que afecta a quienes tienen menores ingresos.
El Gobierno Federal ha realizado un esfuerzo en este sentido con la implementación del “Paquete Contra la Inflación la Carestía (PACIC), que consta de un conjunto de 16 medidas teóricamente orientadas a contener el alza de los precios en productos básicos.
Dicho Plan se implementó hace más de un año y, aunque el Gobierno de la República insiste en que sigue vigente, los hechos demuestran lo contrario. Diversos análisis, entre ellos el realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), indican que los resultados de éste han ido de muy pobres a inexistentes.
Y mientras la discusión teórica sigue, la realidad material sigue golpeando a las familias de menores ingresos que, con todo y los apoyos en efectivo que les entrega la Federación, siguen siendo quienes más resientes los efectos de la carestía.
Para un número creciente de familias coahuilenses esa es la realidad y eso demanda medidas concretas para mejorar su situación.
Encuesta Vanguardia
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