Coahuila: ¿por qué está aumentando tanto la diabetes juvenil?

Uno de los instrumentos técnicos más relevantes en materia de salud pública es la estadística. El monitoreo constante en la incidencia de las enfermedades que aquejan a la especie humana es indispensable para diseñar, modelar y administrar cualquier sistema de salud pública.

No se trata sólo de números. Se trata de la radiografía sobre el comportamiento -en el tiempo y el espacio- de los múltiples seres vivos que afectan la salud de las personas, pero también del comportamiento cotidiano de las personas mismas.

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Porque las enfermedades que padecemos los humanos, es necesario puntualizarlo, no derivan todas de agentes externos -virus, bacterias, sustancias-, sino también de la forma en la cual vivimos, de nuestros hábitos alimenticios, de higiene, actividad física e incluso de nuestras propensiones de carácter emocional.

Por ello justamente, la estadística es un instrumento que debe acompañar de forma permanente las decisiones de quienes administran los sistemas de salud pública, así como de quienes, teniendo otras responsabilidades, deben reaccionar ante el comportamiento atípico de ciertas variables.

Es el caso de los datos que publicamos en esta edición, relativos al grave incremento que tuvieron en Coahuila los casos de diabetes tipo 1, mejor conocida como “diabetes juvenil”.

De acuerdo con el boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud, durante el 2023 se registraron 158 casos de este padecimiento crónico degenerativo en la entidad. La cifra podría no alarmar a primera vista por considerarse “baja” o “pequeña”, pero esa lectura cambia de forma drástica cuando se le compara contra los 88 casos registrados en el año precedente.

A partir de esta comparación la lectura es distinta: en 2023 se registraron en Coahuila casi 80 por ciento más casos de diabetes juvenil que en 2022 y eso constituye un indicador de que algo esta ocurriendo y, en consecuencia, de que hace falta actuar en torno a dicha variable.

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Lo primero que las autoridades sanitarias tendrían que precisar en la razón -o razones- por las cuales se ha registrado dicho incremento y si este se encuentra focalizado en alguna región de la entidad o se trata de un fenómeno distribuido de manera homogénea.

Enseguida, resulta indispensable señalar las medidas que resulta necesario adoptar a fin de contener la escalada de casos y, eventualmente, revertir la tendencia en el comportamiento de la variable. Finalmente es obligado convocar a todas las autoridades relacionadas, y a la población misma, a participar en la implementación de la estrategia de contención.

Lo que no puede ocurrir es que permanezcamos indiferentes ante el alarmante incremento de casos de diabetes juvenil, pues ello implicaría que las estadísticas que de forma permanente se recolectan en el sector salud son un auténtico despropósito.