Dos perros tuitazos
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¡Cuál soberanía, tan ruidosamente cacareada, si en la primera reunión le dan al Bebote Naranja lo que pide para tenerlo contento ‘inmediatamente’
Muy temprano (bueno, temprano para mí), los mandatarios de las naciones que comparten la mayor y más complicada frontera del mundo informaron a sus respectivos connacionales sobre el presunto diálogo sostenido momentos antes.
Ambos escogieron el canal que era de esperarse, la plataforma de la mascota de la Casa Blanca, la arena sin ley de los 140 caracteres que hoy recibe el anodino nombre de X y que todos seguimos llamando Twitter.
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Creo que es importante analizar cómo uno y otra manejaron su comunicación, pues un pequeño giro semántico da lugar a diversas interpretaciones sobre un mismo hecho y era de esperarse que cada uno hiciera lo propio para dar su mejor versión de la historia.
Luego de chingarse su cajita breakfast de McDonalds, el horrible hombre calabaza, tuiteó:
“Acabo de hablar con la Presidente Sheinbaum. Fue una conversación muy amistosa, en la que aceptó desplegar INMEDIATAMENTE 10 mil soldados mexicanos en la frontera que separa a México de los EU. Estos soldados estarán encargados específicamente de detener el tráfico de fentanilo y el paso de migrantes hacia nuestro país. Nosotros hemos acordado suspender por un mes los aranceles anunciados, periodo durante el cual sostendremos negociaciones encabezadas por el Secretario de Estado, Marco Rubio; el Tesorero, Scott Bessent y el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, con cinco representantes de alto nivel de parte de México. Espero poder participar junto con la Presidente Sheinbaum en dichas negociaciones para lograr el acuerdo de interés común que buscamos para nuestras naciones (Atte: Me la pelan todos)”.
Eso último, desde luego, no decía en el tuit, pero estoy seguro de que lo pensó.
Nuestra Comandanta, en cambio, luego de chingarse su segundo Riopan del día para la gastritis, publicó:
“Sostuvimos una buena conversación con el presidente Trump, con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía; llegamos a una serie de acuerdos:
1. México reforzará la frontera norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata, para evitar el tráfico de drogas de México a Estados Unidos, en particular fentanilo.
2. Estados Unidos se compromete a trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder a México.
3. Nuestros equipos empezarán a trabajar hoy mismo en dos vertientes: seguridad y comercio.
4. Se ponen en pausa los aranceles por un mes a partir de ahora”.
Bien, en defensa de la Gerenta de México −¡en defensa de su tuit, vaya!− sólo diré que abomino la horripilante manera que los norteamericanos tienen de escribir: Un único párrafo que no le ofrece tregua a la vista me parece un crimen de redacción, por no mencionar la ausencia de algunas comas esenciales.
Sé que es una cuestión idiosincrática, un pragmatismo bien enraizado en la cultura gringa, pero me identifico mucho más con los modos de doña Shein, pa’qué es más que la verdad. Un párrafo por cada idea y hasta las conclusiones enumeradas en cuatro puntos concretos. Pero me identifico en los modos nada más, porque lo que es en el fondo.... ¡ay!
Bien: Destaco yo el uso de la palabra “inmediatamente”, que yo resalté líneas arriba en mayúsculas. Colar ese adverbio, allí como no queriendo la cosa, le da a esta acción gubernamental anunciada un tufillo de subordinación.
Y vaya, no es como que fuera muy necesario, pues si sustraer 10 mil elementos de la Guardia Nacional de sus tareas en el territorio mexicano para usarlos de muro de contención en favor de la agenda del Presidente Naranja no habla ya per se de acatamiento, de sumisión y de subordinación, entonces ni otros 10 mil adverbios o adjetivos lo podrán hacer mejor.
¡Cuál soberanía, tan ruidosamente cacareada, si en la primera reunión le dan al Bebote Naranja lo que pide para tenerlo contento “inmediatamente”, que en este caso quiere decir, “rapidito y de buen modo, sin chistar y sin hacer gestos y nada de torcerme los ojos hacia el techo”.
Pero más curioso es que el primer párrafo de la tercera doctora favorita de México (sólo detrás de la Doctora Corazón y de la doctora Quinn... ¡Ah y de Marilyn Cote! ¡Cuarta pues!), en su primer punto, decía, sólo menciona el tráfico de fentanilo como el problema a atender por los 10 mil uniformados en la frontera, no así el flujo migratorio del que sí hace mención y alarde el camarada POTUS.
Quiere decir que, o bien, uno de los dos se está colgando con atribuciones extra, o el otro (la otra) se está haciendo que si bien pendeje con un punto vital de lo acordado: El uso del ejército para desalentar, dificultar y retener con los abrazos típicos del bienestar a los migrantes que buscan cruzar hacia EU. Yo no le voy a decir quién está exagerando o quién minimizando, eso decídalo usted.
El otro punto importante es desde luego el referente a los aranceles. Y es que la Regenta del Obradorato, lo desliza al final y como no queriendo la cosa en un cuarto punto por demás escueto: “Se ponen en pausa los aranceles”. Así, como si solitos se hubieran puesto en stand by o, en todo caso, por acción directa de su capacidad negociadora.
Pero, de sutilezas hablando, hay que ver la manera en que Donald McRacist lo enuncia: “we further agreed to immediately pause the anticipated tariffs for a one month period”.
“We”, es decir, nosotros. ¿Nosotros quienes? Ni modo que semánticamente involucre esta decisión a la portadora del mítico Bastón de “Mamando”, pues detener el gravamen arancelario ni está entre sus facultades, ni deseaba obviamente dichos aranceles en primer lugar, obviamente.
Cómo por qué iba a involucrar ese “nosotros” a doña Clau si poner o quitar los aranceles de productos de exportación hacia EU es prerrogativa precisamente de los Yunaites.
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En última instancia, dar un periodo de gracia antes de decidir si imponen o no esta sanción comercial (muy independientemente de su legalidad en el contexto del TLCAN, o de si les afecta también del otro lado de nuestra frontera), es la mejor expresión de sometimiento mexicano ante la política exterior trumpista desde que, en su primer mandato, doblara −como él mismo expresó− al Señor de las Tlayudas junto con su Carnal Marcelo.
Hay quienes consideran que a Claudia le acaban de aplicar un Petro bien puesto. Aunque desde luego, los tuiteros orgánicos del bienestar resignificaron el relato para decir que Trump reculó y nuestra mujer Presidenta, suave como gaviota, pero felina como leona, se apuntó una victoria deteniendo esta política abusiva... por un mes.
¿Usted cree? Si todo suena a que logramos −porfis, porfis, por favorcito, plis− unos días de gracia para ponernos las pilas y tratar de ganarnos la magnificencia del señor Trump quien, al cabo de un mes y con sus bully camaradas, nos habrá de revisar la tarea. Así que. ¿¡Cuál soberanía!?
¡Bien hecho, doctora!